DOS SACERDOTES
INSIGNES
Castellani-
Le lay
Cartas enviadas por el padre Castellani al padre Le
Lay, director del Boletín “La
Tradición ”, que reproduzco íntegramente; fueron publicadas en dicho Boletín: la primera en el Nº 31,
de junio de 1957; la otra en el Nº 61 de julio-agosto 1963.
De mi mayor estima:
Recibí ayer dos números
de su Boletín “La Tradición ”
(17/19 y 26/29) que me han complacido y consolado; y me han servido para
documentar mi próximo artículo en ‘Dinámica Social’. Creo que su modesta hoja
representa actualmente aquí el verdadero ’Criterio’; y es como un símbolo de lo
que está pasando: lo auténtico está escondido, trabado y a veces perseguido; lo
adulterado y lo paródico está en el trono, tiene todas las facilidades, dispone
de la propaganda y hasta de la (apariencia de la) autoridad.
Mucho
me podría extender aquí acerca de la revista pseudo-católica ‘Criterio’; pero
creo que Ud. lo sabe todo y no quiero aparecer como movido por resentimiento o algún afecto poco limpio.
La tengo por una revista actualmente
dañina y desdorosa del nombre de la Santa Madre Iglesia. Con esto está dicho todo.
Basta ojear un número para comprobar este severo juicio.
Días
pasados un joven muy inteligente, por cuya boca hablaba (creo yo) la feligresía católica, me decía
que el caso de esa revista ‘muerta’ le
parecía cosa del diablo. Yo no la leo, de manera que le pregunté el porqué.
“Esa
revista eclesiástica existe ¿para qué? -me razonó-. Para publicar un artículo de
Mons. Fr. que no sirve de nada en el mejor de los casos; -el resto del material
son escritores extranjeros, y algunos argentinos que ni son los mejores
escritores ni los mejores católicos…”
(Tampoco los extranjeros, -le dije yo; y el Nº 29 de “La Tradición ” me confirma).
“Que
gente del grupo ‘Sur’ (liberales, comunizantes algunos e incluso un perverso)
pontifique y enseñe en esa ‘voz de la Iglesia ’, es una aberración tal como a mí se me
hace cosa del diablo” ,terminó.
Bien,
yo no puedo hacer nada sino lamentarlo; y hay otras cosas mayores que pesan
sobre mí. Diez años trabajé allí gratuitamente, cuando ‘Criterio’ era católico…
Hoy día ni siquiera por un salario (que me hace falta) me acercaría a esa ‘falsificación’.
Discúlpeme que no pueda enviarle ayuda pecuniaria a su interesante
hoja. Estoy en estado de penuria, y
además achacoso, y sin ninguna entrada. Estoy en una rigurosa ‘lista negra’ no
sólo de los anticatólicos sino también infortunadamente de la gente eclesiástica, gracias a la
calumnia. Mi libro sobre los Evangelios,
que es mejor de los míos, ha encontrado durante dos años las más increíbles
dificultades y todavía no ha podido salir. Se espera que para abril… Veremos.
Reiterándole mi estima y simpatía, se encomienda en sus oraciones –en
Xto. Jesús.
L
.Castellani- Caseros 796. Bs. As.
Años después la
segunda carta:
Buenos Aires, 26/6/1963
Sr. Pbro. Hervè Le Lay
Amado en Xto. P. La Lay :
Recibí La Tradición N º
59. Muy buena revista. Creo que necesaria. Le adjunto el importe de mi
suscripción.
Me
pesa no poder enviarle mayor suma. Vivo muy estrictamente. El fisco grava muy
fuerte a los habitantes de esta ciudad.
Me limpia casi del todo cada mes de mi magra mensualidad. No importa: la Providencia nunca me
ha faltado.
Necesario era lo que hace en este número: prevenir a los fieles del
peligro Teilhard de Chardin. Creo haber sido el primero en la Argentina en dar la voz
de alarma, en una nota de mi libro Cristo
¿Vuelve o no vuelve?, Salta 1951. Un
sacerdote salteño recién llegado de España, me dio a leer 7 de los manuscritos
clandestinos del “paleontólogo”. Me dejaron
enfermo, pues topé en ellos manifiestos y graves errores: los cuales denuncié,
como digo, en una nota del libro, que estaba en prensa. Fui reprendido por ello
de un religioso de aquí. Sin razón, pues ahora la autoridad religiosa dice lo
mismo que allí dije: “ambiuitatibis,
immo etiam gravivus erroribus”.
Fue
vecino mío de aposento en la Rue
de Grenelle, 42, Vlle. Es curioso notar que en 1947 me hallé con él en Roma,
llamados ambos por el General S.J. al “dar cuenta de sí”, y resultó que yo, que
era ortodoxo, fui sometido a una tempestad de castigos y humillaciones; y Teilhard,
que no lo era, fue devuelto a París con honores por su General –no por la Curia Romana
ciertamente.
En
fin, loado sea Dios, ahora ambas cosas son manifiestas: de mí ha dicho Monseñor
Rau: ”un defensor de fa fe ortodoxa” y Dios lo haga y me conserve: de Teilhard
ha juzgado la autoridad competente.
Encomíéndeme
a Dios, amado P. Le Lay, y reciba el testimonio de nuestro agradecimiento por
sus utilísimos afanes.
In Dno Jesu
L. Castellani
Comentario
nacionalista: ¿Qué decir ante tanta maldad de la ‘gente eclesiástica’ ? Dos
eminentes sacerdotes con magnífica preparación intelectual, que podrían haber
ocupado las cátedras más importantes, Perseguidos,
arrinconados, infamados, silenciado, empobrecidos; ¡Qué escándalo de consecuencias nefandas!, Y sin embargo ambos hicieron resonar sus
voces católicas y tradicionalistas, como
pudieron, el francés, desde su perdido
rincón de Tala,; el criollo, olvidado en su mísero departamento, ubicado en una
de las calles innombrables de Buenos
Aires, Estas cartas del padre Castellani sonn documentos históricos que atestiguan que la ‘Jerarquía’ argentina acunando a ‘Criterio’ como su niña mimada… ¡y a
Franceschi como su ‘baby sister’!; y la Compañía exaltando a
Teilhard; estaban ambas infectadas de modernismo.