viernes, 26 de agosto de 2022

LICITUD DEL ALZAMIENTO

 

LA GUERRA POR LA GUERRA ES UN VERDADERO CRÍMEN . SE JUSTIFICA SÓLO A TÍTULO DE MEDIO NECESARIO PARA ASEGURAR LA PAZ(Cardenal Mercier)… Y ESTABLECER LOS DEMÁS BIENES QUE LA PAZ  TRAE CONSIGO: EL ODEN LA JUSTICIA, LA MORALIDAD PÚBLICA Y PRIVADA, EL BIEN COMÚN…

 

Enseña Santo Tomás, para que una guerra sea lícita, debe cumplimentar tres requisitos:

-         Causa grave.

-         posibilidad de victoria

-         superación de los males con los bienes de la Vitoria.

 

Y el Padre Jaime Balmes,  excelente filósofo y sacerdote, al tiempo que sufría  el liberalismo en su España, exigía nueve condiciones para la legitimidad de un alzamiento armado. Creemos que el Padre Balmes jamás hubo imaginado que se iban a cumplir  ampliamente las doce condiciones el 18 de Julio de 1936…

 

Mientras el Padre Balmes esto escribía, florecía la dignidad argentina durante la Confederación; pero inmediatamente después de Casros ocurrió un vuelco catastrófico cuando usurpó el Poder una cáfila de delincuentes y degenerados liberales y masones, atrincherados y  perpetuados hasta el día de hoy, que realizan con exceso todas las tropelías imaginables,   justificando una restauración política moralizadora:

 

-si el poder abusa escandalosamente de sus facultades.

-si persigue a la religión.

-si ultraja el decoro público.

-si menoscaba el honor de los ciudadanos.

-si exige contribuciones ilegales y desmesuradas.

-si viola el derecho de propiedad.

-si enajena el patrimonio de la nación.

 si desmembra a las provincias.

 si lleva a los pueblos a la ignorancia y a la muerte.

 

Todos  estos atentados contra la Patria y el Bien Común  y otros más, el Régimen demo/liberal ,los consumó estrictamente en la Argentina. 

jueves, 25 de agosto de 2022

 

CRIANDO CRISTIANAMENTE A LOS HIJOS.

Artículo sin firma, publicado en la revista IESUS CHRISTUS, de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, en septiembre 2001.

 

HARRY POTTER

LA CIVILIZACIÓN DEL DEMONIO.

 

El fin del año 2000 ha visto –en lo que a los chicos se refiere- el éxito inaudito de Halloween o “Fiesta de las Brujas.”

¡Cuántos disfraces macabros y provocativos divierten a los chicos de hoy! Eso muestra el envilecimiento de nuestra juventud y la abdicación de los padres de familia, dispuestos a aceptar todas las modas.

Sin embargo, permanecemos en el ámbito de los juegos, de las diversiones malsanas y muy peligrosas, que exigen esfuerzos

Pero lo que es incomprensible, y por lo tanto resulta muy inquietante, es ver hoy el entusiasmo de esos mismos chicos por unos libros de 400 a 600 páginas, sin ninguna ilustración. Los devoran, siendo que a ninguno de ellos verdaderamente le gusta leer.

Y estos libros, que ejercen una seducción irresistible, una fascinación activante  sobre los niños –desde la edad de  10 años- tienen un nombre: son los de la colección de “Harry Potter”. Los mismos padres de familia se extrañan y a veces se alegran: “¡Mi hijo/a, por fin se pone a leer!”

Esta nueva generación de jóvenes, que habitualmente tenía la mirada clavada en la televisión, los videos, los juegos electrónicos o las computadoras, se apasionan ahora por estos enormes libros.

Cuarenta millones de ejemplares han sido vendidos en el mundo desde julio de 1997. ¡ Algo jamás visto !

Pero… ¿quién es ese autor genial que sale súbitamente de las sombras? Es la señora Joanne K. Rowling, una escocesa nacida en 1965. Divorciada, educa sola a su única hija. Después de algunos estudios literarios trabajó como secretaria para Amneesty International. Pronto se vió desempleada, y conoció una gran miseria material.

Y he aquí que de repente, en el año 1996, mientras iba en tren desde Londres hasta Manchester, tuvo una iluminación” con un proyecto literario sobre “Harry Potter”.

Y esa colección comprende siete volúmenes,  a fin de llegar a la perfección. Aparecerá un volumen cada año.

¿La señora Rowling tiene un fin confeso? La gloria que ahora la rodea la empujó a las confidencias, y el 19 de octubre de 2000 declaró a un periodista del “London Times”: “Esos  libros ayudan a  los chicos  a entender  que ese frágil y débil Hijo de Dios no es más que una broma que aún tiene siete vidas, como los gatos, pero que será humillado, aniquilado, cuando venga el diluvio de fuego”.

A través del “diluvio de fuego” la señora Rowling alude indudablemente  a su cuarto volumen, que cuenta con 652 páginas y se llama “Harry Potter y el cáliz de fuego”. De hecho, en ese tomo Satanás se va a encarnar tomando materia ósea de un muerto, carne de un viviente y… ¡sangre de Harry Potter! Todo esto con un rito en el cual las palabras representan una fuerte analogía con las de la consagración de la Misa.¡Cómo no suponer, con certeza y desde ahora, que la inspiración y el éxito de sus libros son diabólicos! Pero vayamos más lejos en nuestras investigaciones ¿Quién es el héroe?

Harry Potter es un chico de once años, huérfano recogido por su tío y su tía. Con ellos lleva una vida pobre y triste. Un día su vida da un vuelco radical: se entera que está inscripto en el colegio Poudlard, famosa escuela de hechicería. En realidad, sus padres eran ilustres hechiceros que fueron asesinados por el temible mago Voldemort.

El mismo Harry Potter posee también un gran poder mágico, que supuestamente va a emplear para el bien, y es esto lo que hace de él un héroe simpático, cautivando a los jóvenes.

Al nacer ,Voldemort le lanzó un terrible maleficio, que le dejó sobre la frente una cicatriz indeleble en forma de rayo, que se vuelve dolorosa cuando Satanás se le acerca. Las varitas mágicas que poseen Voldemort y Harry Potter son gemelas; contienen las dos una pluma del mismo fénix.

El joven lector entra entonces en un universo de fealdad, de hechicería, de magia, de esoterismo, pintado al detalle y propuesto a la imaginación tan impresionable de los niños.

En esta escuela los chicos aprenden a utilizar el poder de las maldiciones y a perjudicarse los unos a los otros. Un profesor enseña las maldiciones irreversibles, que aseguran una dominación completa de la víctima.

El ambiente de la escuela agrada a los jóvenes actuales, pues es realmente la liberación de toda moral: la autoridad de los profesores es ridiculizada, es también el reino de la mentira, de la pereza, del odio, de la vulgaridad y del mal gusto.

Además,  hay emociones fuertes que cautivan a los chicos: la angustia está omnipresente, con escenas de horror por el contacto habitual con las fuerzas ocultas del mal.

Desde luego , ¡la colección presenta una progresión en el horror!

En el tomo IV el punto culminante es la descripción sin equívocos de un ritual satánico, que incluye la matanza de un niño, profanación de difuntos y de cementerios, un sacrificio sangriento y blasfemias.

Cada año escolar comienza el 31 de julio, fecha de nacimiento de la autora. Ella, en una visión profética escribió: “No me extrañaría que el 31 de julio se vuelva  en el futuro la fiesta de Harry Potter. Se escribirán libros sobre él, todos los niños de nuestro mundo conocerán su nombre” (tomo I, pg.18).

El comienzo de cada año consiste en preparar la celebración de Halloween con gran pompa. por supuesto, se habla todavía de las fiestas de Navidad y Pascua, pero vaciadas de su contenido religioso. Los cánticos aun conocidos son transformados de una  manera grosera  y se multiplican las comilonas y los regalos.

A través de la vida del héroe, Harry Potter, la imaginación y luego el alma de los niños quedan profundamente marcadas, ensuciadas  e inclinadas al mal de cuatro maneras:

1- Por la liberación de la moral más elemental. Para la autora, el fin justifica los medios, y por eso Harry Potter se presenta a la admiración de los niños porque sale de sus apuros por el odio, la venganza, la mentira, la desobediencia.

2- Por la burla a los cristianos que condenan la hechicería. El tío y la tia de Harry Potter son ridiculizados, porque no marchan en el mismo sentido que él.  Debido a que son contrarios a la magia, se les presenta como unos pobres atrasados que no entienden nada de nada. La autora, a través de ellos ataca a los Moldus, cristianos fieles, de los que se burla alegremente.

3- Por la iniciación a la magia blanca. Todos sabemos que toda forma de magia es diabólica, cualquiera sea la intención que uno se proponga. En efecto, ya se busque echar suertes o sacarlas por ritos mágicos, siempre se llama a las potencias demoníacas, que aceptan prestarse a ese juego para dominarnos mejor. El católico, en la prueba, recurre solamente a Dios, por la oración, los sacramentos o los exorcismos. Hay un estado de espíritu esencialmente diferente entre el católico y aquel que se entrega a la magia. El católico comprende que no es más que una criatura, y que su oración sólo será escuchada si es humilde y si esa es la voluntad de Dios. Aquel que practica la magia  trata a  las potencias ocultas como si estuvieran a su servicio, con orgullo: “Seréis como dioses”. Harry Potter recurre sin cesar a las prácticas mágicas para triunfar en todas las situaciones: es entonces un estímulo para ser imitado por los niños.

4- Por la iniciación a la magia negra.  Hemos dado ejemplos de lo que es propuesto a los niños en ese terreno.

Para terminar, nos  basta recordar estas palabras de Nuestro Señor Jesucristo:”Y el que  escandalizare a uno de estos pequeños que creen en Mí, más le valdría que le pusiesen al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar” (San Marcos, IX, 42).+

 

lunes, 22 de agosto de 2022

 

La isla de Epstein

He visto un documental relativo a los buscadores de oro en la zona del Madre de Dios, en el Perú amazónico., que deja el alma agobiada por la tristeza, ante tanta miseria: prostitución, alcohol, pedofilia, críminalidad,  abusos e inmoralidades. Zona  gobernada por las mafias de los mineros, -aborígenes que se consideran dueños del territorio-, donde el Estado peruano no interviene ordenando. Una vida lamentable, inhumana  desesperanzadora. El periodista que entrevistó a los pobladores se lamentaba estúpidamente: ¡actividades ilegales impunes! ¡en pleno siglo XXI!  ¡Cómo si estos abusos no  fueran causados también por la mafia de guante blanco !

Pues esta descripción aterradora provocada por la mafia minera es muy semejante a la miseria  que dejan  a su paso las mafias judeo-calvinistas  por los caminos del mundo. ¿acaso no nos impusieron miseria, drogas, alcoholismo, prostitución, pedofilia corrupción juvenil, impunidad total? ¡Impunemente, sin intervención del estado!                          

 Pero el periodismo comercial, al servicio del imperialismo, está obligado a callar y cerrar los ojos. Por ejemplo, las delicias de la pedofilia, disfrutada por Clinton, un príncipe’ inglés, y tantas celebridades, en la isla de Epstein ¡Cinismo escandaloso! ¡Periodismo farsante e inmoral, se que solaza con la roña de los poderosos, rapiñando unos dólares! ¡En todo el mundo ‘civilizado’ hay islas de Epstein!

Asi es como el periodismo va configurando un ambiente propicio para  “justificar” una intervención armada de los civilizadores  del Norte imponiendo la libertad y la democracia, pasando por encima de la soberanía peruana.

 

Alegría popular con la Pacha

Los festejos continúan. No olvido al gobernador Morales disfrazado con atuendos bolivianos, inclinado sobre unas brazas rindiendo tributos a la Pacha. Morales es radical, no podría esperarse de él otra actitud  de su estirpe masónica: sólo le interesa aparentar popularidad y ofender al cristianismo.

Los jujeños que intervienen toman la fiesta a la  chacota: reuniones bailables, picante de lengua, alegría carnavalezca;  un pretexto para divertirse.

Pero ante alguna dolencia o  una tragedia imprevista, recurren, con muy bien criterio, a la Santísima Virgen, amada por el pueblo jujeño, no a la endiosada Pacha Mama. ¡Que Dios aumente la devoción a la Santísima Virgen, protectora de Jujuy! ¡Única salvadora!

 

Agredir al gobierno liberal  cipayo

En Caseros perdimos los argentinos una batalla; pero la guerra continúa contra el unitarismo /liberal cipayo. Desde ese entonces, con crímenes y mordazas se excluyó, a los patriotas política y aun físicamente. Hoy día seguimos silenciados, infamados, relegándonos con el mayor empeño en eliminarnos.

Entonces sucedió algo estupendo: el pueblo argentino, realmente  ‘sin voz ni voto’  (aunque este es una ficción),  quizá inadvertidamente gestó en su  conciencia  tal resentimiento contra el gobierno demoliberal, causante de permanentes  decepciones que, como comenta el Padre Castellani,  recurre a todos los medios que están a su alcance para hostigar y desobedecer las leyes impuestas por el gobierno  El repudio al Régimen se hizo carne en el pueblo; y está muy bien: repugnar, desobedecer, enfrentar, al menos pacíficamente, al gobierno ladrón, corruptor y entreguista.

Pero bajo un gobierno nacionalista estoy seguro que seríamos tan   respetuosos y pulcros  como los japoneses.

 

Protestantizarnos para someternos

Descubrieron en el gran  Buenos Aires una secta ‘evangélica’ con videos porno, 400 mil dólares, propiedades, etc. Con los ‘diezmos que hurtan a los vecinos no podrían jamás  alcanzar ese capital  ¿De donde procede entonces ese dineral? .Seguramente de los imperialistas del norte, decididos a acabar con la soberanía nacional, de la cual el valor espiritual es decisivo, para apoderarse de nuestro país y someterlo financiera y políticamente, cada vez más inexorablemente.

Días después, el diario  porteño ‘La Ración,’ informa que una  requisa policial  descubrió otra organización ‘evangélica’ (los protestantes se denominan ‘evangélicos’ con un cinismo descarado) pero ésta de  envergadura internacional.                                                                                         

Se dedicada a la industria de la ‘religiosidad’ , con actividades que incluía la pedofilia, frecuentada por personales prominentes de la política nacional. Y por la pléyade de ignorantes desesperanzados que acuden a las sectas con ánimo milagrero.                                                                                    

El señor Poradowsky, su director era considerado un “ángel” pero no de los blancos, sino un ángel de las finanzas,(haciendo honor  al apellido),  pues había embolsado 1millón 800 mil dólares, muchas propiedades lujosas, etc.·                                                                                                                    

Luego del escándalo internacional que se armó, llegaron a nuestro país varios senadores yanquis exigiendo  se anulen los procedimientos judiciales; para evitar se descubra que la secta  estaría manejada  o tiene ramificaciones en Yanquilandia…

Estas investigaciones, que desearíamos continúen, dan razón a la advertencia del Padre García Vieyra O: P:, en un artículo que publique anteriormente, sobre la intromisión política del imperialismo protestante para descastar a la nación argentina.

 

Tachín, tachín…

Los líderes de esas manifestaciones donde se  reclaman beneficios a  diestra y siniestra,  contemplan embelezados, a la multitud heterogénea y bochinchera, que, como  a las ovejitas al matadero, se les permite balar mientras vociferen los lemas obligatorios. Es la  lujuria del Poder de los organizadores; y  la lujuria de las masas ‘soberanas’ creyendo serán oídas , por vivir en “democracia”.

          Pero realmente ¿existen seres tan despistados que se traguen el cuento? Por más que abollen todas las ollas de la cocina de mamá, el gobierno, impertérrito, imitando a los imperialistas, siguen imponiendo el ‘verso’ de la democracia. Y desarrollando la política que se les ocurre.                                

La democracia significa manipuleo libre de la multitud. El gobierno oye impertérrito  el rugir de las cacerolas, porque sólo les interesa el número de dólares, no de votos… Los votos se obtienen manipuleando a la gente por medio de los periodistas a sueldo. Mientras que los dólares solo se consiguen obedeciendo a los imperialistas.

          Hasta el santo Juan Pablo II organizaba manifestaciones donde la juventud maravillosa, entre drogas y coca cola, anunciaba el despertar de muchas vocaciones sacerdotales, que hasta la actualidad siguen durmiendo el sueño de una fantasía loca… Mientras se alzaban las aclamaciones de las masas juveniles, la FE se venía abajo.

                                                                  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 19 de agosto de 2022

 

 

CRIANDO CRISTIANAMENTE A LOS HIJOS:

 Artículo sobre literatura para  niños y adolescentes, escrita por la señora Elena Calderón de  Cuervo, y publicada en  la revista IESUS CHRISTUS, de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, en su número 96, de noviembre 1999.

Viene a cuento debido a la amplia difusión, cada vez más extensa, y promovida por los ‘medios’. de la obra “El Señor de los anillos”“escrita para “entretenimiento” de la niñez y la juventud A continuación el artículo mencionado:

 

¿Y si hablamos de literatura…?

 

ME PREGUNTA USTED, REVERENDO PADRE, SI ES NECESARIO QUE LOS NIÑOS Y LOS ADOLESCENTES LEAN LITERATURA…

             La respuesta es fácil, pero hay que ponerla en su contexto. En este sentido, voy a hacerlo con la mayor claridad.

Hoy asistimos a un fenómeno particularísimo: todo, absolutamente todo, está escrito. Desde las indicaciones para abrir una lata de gaseosa, el recorrido del colectivo que debo tomar para  no terminar en la antípoda, pasando por  ese inmenso stock cultural que es Internet, hasta, obviamente, los libros: de todas clases y especies, buenos, malos y peores.

Es decir, que hoy los chicos (niños y jóvenes) leen mucho, demasiado, diría yo. Y, a la vez que leen están invadidos por sonidos, “música” de alguna manera, y por imágenes: el boom del diseño -que no es otra cosa que el dibujo al servicio del “consumo”- ha venido a ocupar el lugar de las tradicionales artes plásticas, arrinconadas entre la frivolidad y el lujo.

El problema está entonces, no en cuánto leen, sino en qué y cómo se lee

Ahora bien, este cúmulo de lecturas que hoy los jóvenes hacen tiene, como finalidad primera, “recabar” información,  “adquirir” información,, “bajar” (¿?) información, De tal formas que se lee con el propósito de “obtener información”, tal como viene preparada por el “informante”: de esta manera  se indica como abrir una lata, que es la democracia, quién era Mussolini, donde hallar el “eslabón perdido”, en fin, todo está resuelto y explicado en las redes de información: “vox informaticae vox dei”. Por tanto la literartura actual, que se escribe para consumo del gran público “infanto-juvenil”, tiene también, y por su compromiso con el consumo, el “complejo” de la información: si se cuentan las vacaciones de los niños, estos encuentran un OVNI o un dinosaurio y, entonces, el material acumulado sobre este tipo de “información” supera ampliamente la materia narrativa que se reduce a unas pocas líneas, obvias, previsibles o simplemente estúpidas. Porque el escritor también está “informado”. Por otra parte, la supuesta “información” de la que gusta informarse la actual Literatura es más ficticia que el relato mismo: a los platos voladores y a los bichos antidiluvianos, suelen agregarse los problemas de la evolución: el big-bang, el hombre mono tanto como la vida en los otros planetas y todo en un tono de científica seriedad “informada”.

Otro esquema de esta literatura de mercado es el que representa un germen de novela, con texto escrito y todo dibujado y, cuando la narración  tiene que entrar a complicarse, se le propone al pequeño lector que “construya su propia aventura”: esto es sencillamente una estafa  ya que equivale a vender un tarro vacío con la etiqueta “dulce de leche” y que tiene adentro una serie de elementales indicaciones para fabricarlo “a gusto”.

Hay otra novelitas que describen e informan sobre el problema (¿?) de la sexualidad, de la discriminación en todas sus versiones: racial, económica , moral , sanitaria: que tratan sobre el final del milenio y las profecías correspondientes en toda la gama New Age , o simplemente describen, más que cuentan los avatares de Juancito que va o viene de shopping o sale de vacaciones con su papá y una señorita muy buena, porque su mamá se va con otro señor, también muy bueno. Se me dirá que son problemas de “hoy”, pero precisamente la literatura actual al insistir en el “hoy”, ha dejado de plantearse los problemas de siempre y se ha vuelto light, es decir irresponsable, radicalmente inútil, y demasiado frecuentemente idiota.

Los temas son muchos, y rodos tienen una fuente común, el periodismo, la prensa escrita y televisiva , esa gran “inteligencia colectiva” que se ha venido a convertir en el único espacio detector y generador de conflictos, tanto como el gran censor, el único juez capaz de distinguir los buenos de los malos, intercambiar sus roles “a piacere”  y establecer como único eje fijo de reflexión lo relativo (¡!).

 De esta manera no hay un lector propiamente dicho sino un decodificador dispuesto a recibir, rendidamente y sin protestar, toda la información que se le vomita.

Si esta es la literatura que hay para leer, pues bien, mi querido Padre, es preferible, es mejor, es necesario, que los niños y los jóvenes no lean.

El problema está en que esto no es literatura

 

ENTONCES…¿QUÉ ES LA LITERATUA?

Vamos a entender por literatura el libro. Pero no cualquier libro sino aquel que leemos “con placer”. Así la Divina Comedia, o el Quijote o el Martín Fierro son obras literarias porque entramos en ellas  con un gran placer, un placer parecido a aquel que sentimos cuando escuchamos una sinfonía de Beethoven  o cuando contemplamos la Pietá de Miguel  Ángel.

Ese placer que ensancha nuestro espíritu, que eleva nuestro pensamiento a cosas más sublimes y que es, en definitiva, el fin propio de toda obra de arte. Por eso decimos que es bella, porque nos place. Claro que también nos place comernos un chinchulín o un helado. Pero ese placer se siente con el estómago y tiene un fin secreto que no es precisamente ensanchar el alma. Volvamos, pues, a los libros.

La literatura place, y esto es así, aun cuando los libros contengan elementos de diversa índole: teológicos, históricos, morales. Puede ocurrir que casi sin advertirlo, aprendamos mucho de teología y nos olvidemos por momentos qué ocasiona el dolor del errabundo Dante. Y eso está muy bien, porque la literatura, más  que ningún otro arte es el placere del docere: es decir es la encargada de enseña deleitando.

Acá aparece otro fin de la literatura que no es el propio.

Se puede afirmar que los siglos XVI y XVII propusieron a la historia de la literatura y del arte en especial, el último gran clasicismo. Fue Torcuato Tasso, sin duda, quien mejor  reflejó la lectura que, desde ese humanismo cristiano, se hizo de la Poética de Aristóteles. Tasso,  hacia1594, señalaba a modo de introducción,  el in y la  utilidad de la poesía y del arte en general tanto como la necesidad de discurrir filosóficamente sobre el sentido de las entidades poéticas. Fiel al  espíritu del aristotelismo, Tasso colocaba la virtud del arte en la capacidad de contemplación y provecho del receptor: “aquellos que leen con buena voluntad”: de buen grado, diríamos nosotros.

Para el pensamiento clásico o el tradicional, la contemplación, como acto supremo de la inteligencia  siempre,  y en todas las circunstancias, el valor supremo, y la contemplación estética, sea por la vista o por el oído, es un valor superior al mismo trabajo creador del artista. No era el teknites sino el theatés el tipo humano en absoluto superior: no es el artista que trabaja para otros y para su obra, sino el espectador que goza para sí, la norma y patrón de la excelencia artística. Otra cosa es naturalmente cuando el artista se complace en su propia obra, sólo que  en ese momento no actúa como artista, sino  como espectador. Lo mismo aquí que en todos los demás campos del quehacer humano, para la cosmovisión clásica, los actos inmanentes de  la persona son preferibles a los actos  transitivos, y los que es en sí y para sí a lo que es para otro y por causa de otra cosa. Libertad y contemplación: esta es la meta final y la pareja de conceptos de mutua y  necesaria implicación, cuya simbiosis constituye el valor humano más alto que pueda concebirse.  Así, puede afirmarse que la finalidad y la utilidad de la literatura se apoya en la  prioridad de la recepción sobre la creación de las obra.

El pensamiento cristiano y, sobre todo aquel derivado de la teología de Trento, subordinó al aprecio de la poesía a la adquisición de las virtud. Confirmando esta idea, decía Tasso en sus Discorsi: “No debe el poeta proponerse como único fin el placer (…) sino la  utilidad: porque la poesía es una primer filosofía.

Si la poesía –la litratura- es, como, al mismo tiempo, una filosofía, se debe, precisamente a que es capaz de configurarse como una ética paradigmática y hallar en esta dimensión , su utilidad propia. Que la literatura adoctrina es así, ya sea buena o mala. Porque también la mala literatura produce su enseñanza y la literatura vacía  también deja la suya. Y no se cuál es peor porque, como decía Chesterton, “lo malo de las ideas es no tener ninguna”.

Las literaturas occidentales, es decir, las que hoy conocemos, tienen como madre la literatura latina, medieval, y están formadas en la escuela del clasicismo antiguo y en la tradición cristiana. Si el Renacimiento no destruyó pero atenuó y aun alteró las fuentes cristianas utilizándolas como verdaderos motivos ornamentales, como ficciones más pacíficas que terribles, a las que se le atribuyeron nuevas e impensadas significaciones, fue la Contrarreforma, con esa prodigiosa expansión espiritual que significó el concilio de Trento, la que dejó establecida las pautas y modelos para una literatura moderna.

Este último clasicismo reivindicó en clave cristiana, a través del Dante a Virgilio y a los poetas latinos en general y además, hubo una coincidencia epocal con los tiempos de Augusto: la Contrarreforma había traído la paz a la vieja Europa y el Nuevo Mundo reclamaba desde el Poniente, una nueva romanización, bajo el signo de la Cruz del Imperio español. Pero en el mismo período en que se produce este último clasicismo, los tiempos presagian la Modernidad.

En el siglo XIX, cuando, por efecto del individualismo racionalista se privilegia al acto creador y al poeta por sobre las otras causas, el arte pierde ese sentido didascálico que tenía en aquella cosmovisión tradicional

Bajo los auspicios del positivismo se produjo la muerte de la metafísica, y con ella toda reflexión posible sobre el ser y las cosas.

La poesía ocupó así el lugar de una nueva ontología estética que no se cuestionó el problema de las causas tanto como el del lenguaje concebido como una suerte de ilusión o de disfraz.

Si no hay realidad, no hay significación y el lenguaje, en este esquema tiene como única finalidad la inclusión y como efecto el repliegue del sentido sobre sí mismo. En esta partida el símbolo jugó la peor parte. Eliminada toda referencia de su significado con la naturaleza creada, refirió su código a sistemas clausos, privilegio de grupos de iniciados y, en este orden, esotéricos.

La literatura tiene, como se ve, su código, como lo tiene la Historia o la Matemática. Si yo miento en un acto, no hago Historia, hago daño; y si me obstino en que dos y dos son cinco, ahí termino mis incursiones matemáticas. Es obvio que para la Literatura las cosas no son tan fáciles. O mejor dicho, han dejado de serlo. Porque las letras, y las artes en general, dependen demasiado de la “espiritualidad ambiente” y hoy asistimos a un  mundo de espiritualidad invertida responsable de un arte de signo negativo: o dice muchas cosas que no se entienden, o caen en el vicio contrario: se entiende, pero no nos dice nada

 

¿y… QUÉ SE PUEDE LEER?

 Hagamos aca una división en los doce años, más o menos.  Hasta los doce años los niños pueden leer la Historia Sagrada en versiones adaptadas (no destruída), Sandokan, las Historias de Annie, de Heidi, Peter >Pan, Alicia, Los Caballeros del Rey  Arturo, los cuentos tradicionales o folclóricos, cuentos con caballeros, princesas, ogros y dragones. Obras en que predomina lo narrativo pero que tienen una  definición del juicio moral. Se podría hacer una lista e inclusive distinguir los gustos por edades y sexo. Pero después de los doce años tienen que leer literatura: los clásicos Homero y Virgilio, el Quijote, Martín Fierro; Chesterton, las novelas Hispano americanas llamadas “de la tierra”: don segundo Sombra, doña Bárbara, el Gaucho Florido; la poesía española: San Juan de la Cruz, Quevedo, Calderón, Lope de Vega; los romances de Lugones, Bernardez: el teatro pañol del Siglo de Oro, el teatro de Racine. Es decir, la Literatura.  Se me podrá dcir que es árida, difícil, que no les gusta: que en tiempos de la “virtual reality” no puede competir con las entretensiones que proporcionan las pantallas. Si se trata sólo de entretener a los jóvenes las ficciones literarias estan peredidas, ya que al estar construidas con el lenguaje exigen una activa participación del lector, un vigor de la imaginación y, muchas veces, complejas operaciones de la inteligencia.

Pero la literatura, la gran literatura no es un “entretenimiento”, como ya hemos visto: su fin está ligado a los más profundos planteos del hombre. ¿Ser o no ser? se pregunta Hamlet, y en qué alma que se haya asomado al dilema del melancólico príncipe no ha resonado para siempre, y en esos términos, la terrible pregunta.

Leer literatura es un trabajo, implica un trabajo y hasta una cierta organización del tiempo. Es como la música ,.La buena música no es, al principio, fácil de escuchar, pero el que se acostumbra no tolera luego la  “música disco” o “pop”, porque el arte en general y la literatura muy especialmente, insistimos, es una pedagogía. Supone,  cierto, una preparación inicial para entrar en cada obra, pero luego forma, y no sólo el gusto, sino que imprime un cierto carácter.

La literatura que hay que leer es la que se da, o se debería  dar en las escuelas >Puede ser que al principio les moleste que en La Ilíada se repita tantas veces  cuantas se  marca un amanecer: “salió la aurora, la de rosáceos dedos” o que al referirse a Atenea diga siempre “la de los ojos de lechuza”, o que les pase como a la pobre Teresa que le reclama a Sancho Panza que “después que o hicisteis caballero andante habláis de tan rodeada manera que no hay quien os entienda”.

Teresa es un ser vulgar y lo que no entiende no son sólo los términos , sino ese sentido del honor que el lenguaje de Sancho transmite y que éste ha aprendido por el hecho de estar al lado de don Quijote.

Así es la buena literatura, como don Quijote: a fuerza de frecuentarla uno termina adquiriendo una manera “hidalga” de ver y responder  a la realidad. No en vano los griegos sacaron su Paideia de Homero y los romanos construyeron al piadoso Eneas para cantar en él las glorias de su Imperio.

La literatura es arte, y a juicio de muchos, el más grande de todos, ya que es Dios mismo quien nos manda “Santificar las fiestas”, y, ¿quién entiende de una fiesta su poesía y su canto? ¿No nos dice el rey David, el más grande de todos los poetas:

“Quiero alabarte, Yahvé

Con todo mi corazón

Voy a  cantar todas tus maravillas.

En Ti me alegraré

Y saltaré de gozo,

Cantaré salmos a Tu nombre,

¡Oh Altísimo! (Salmo 9                                                                                              


FINALMENTE, USTED ME PREGUNTA:

 ¿QUÉ PASA CON TOLKIEN?

 Y yo  le contesto ¿qué pasa con Tolkien? Con Tolkien parece ocurrir algo semejante a lo ocurrió conEl Principito hace  más de veinte años. Cuando yo era estudiante todo el mundo leía esta obrita, todas las tarjetas en lasque se podía desear felicidad (Navidad, Año Nuevo, cumpleaños, amor, viajes, nacimientos) tenían la imagen del pequeño personaje y alguna frase extraída del texto.

Yo me preguntaba, entonces ¿a qué se debía este éxito? ¿Qué podía interpretar esa gran masa de lectores frívolos, más o menos izquierdosos, hippies, democráticos, de ese canto a la aristocracia del espíritu, al sentido sagrado del universo, al sentido sobrenatural de nuestra existencia y que no se cansaba de advertirnos que “lo esencial es invisible a los ojos”? Tenía a su  favor un aspecto, probablemente atractivo para el gran público: era corto.

 Ahora me pregunto: ¿qué pasa en los círculos católicos que  El Señor de los anillos se ha convertido en una lectura “indispensable”, tratándose de un texto absolutamente ficticio, “literatura de evasión” cien por cien y para más, largo?  Y a demás dicen que para terminar de entenderlo hay que leer otro tomo más que se llama El Silmarilion, al que confieso no haber leído y hago firme propósito de no leer.

Desde un punto d vista aparentemente ingenuo, un narrador, terriblemente omnisciente a la vez, cuenta un cuento de hadas con algo  de novela de caballerías, poco diría yo, ya que sus héroes sonesos Hobbits: seres cuasi humanos, dedicados al “dolce far niente” pero que tienen en sus manos –leteralmente porque Frodo es quien tiene el anillo- la salvación del mundo (¿¿de qué mundo senos  habla cuando la novela no parece tener un solo pie en la realidad?), Gandalf, el mago, y el que sabe qué es lo que hay que hacer para salvarse del poder de la Sombra, es una especie de druida y, como Merlín, pasa un tiempo atrapado junto con otros magos tentados por la “curiosidad”. La Smbra, es decir el mal, tiene un poder muy superior al del bien, representado por ese pequeño grupo de peregrinos que deben esconder el anillo en la montaña sagrada. Aragonr , el “hombre” es un  héroe romántico, solitario y enamorado, pero poco eficiente ya que la batalla final la gana la naturaleza, entendida como paisaje: una especie de ecologismo avant–la-lettre. Una máquina mitológica extraña, ajena, en la que llama la atención la ausencia de la mujer, de la madre más concretamente, con una decodificación nada clara de su simbolismo y de sus contenidos morales. Y, aunque “el pescado huele mal” en muchos aspectos, no quiero hacer conjeturas porque no sería más que eso.

En última instancia no creo que El Señor de los anillos reemplace nuestra buena literatura y, por último, el que tenga ganas, y  mucho tiempo, que lo lea.

Yo vuelvo a mis libros como Sancho a su rucio después de salir de las ficciones y enredos en que lo tenían preso el gobierno de la ínsula, y les digo, como aquel:

“Venid vos acá, compañero mío y amigo mío y conllevador de mis trabajos y miserias: cuando yo me avenía a vos y no tenía otros pensamientos que los que me daban tus cuidados (…) dichosas eran mis horas, mis días y mis años; pero después que os dejé y me subí sobre las torres de la ambición y de la soberbia, se me han entrado por el alma dentro mil miserias, mil trabajos y cuatro mil desasociegos”.

 

Elena Calderón de Cuervo.

 

 

 


 

miércoles, 3 de agosto de 2022

 

LA REVOLUCIÓN FRANCESA ABRIÓ LAS PUERTAS

A LOS JUDÍOS Y LAS CERRÓ A LOS CRISTIANOS.

Reproduzco  un juicio  sobre la Revolución Francesa escrito por el Presbítero Joseph Lémann, judío convertido, en su libro “LA PREPONDERANCIA JUDÍA”,que publicó el recordado Padre Le Lay, en su boletín:“LA TRADICIÓN” Nº 31, junio 1957.

Recordemos que los hermanos Lémann, Joseph y Agustín escribieron un extraordinario y espeluznante libro: “La Asamblea que condenó a Jesucristo”; accesible en castellano.  

 

UN JUICIO SOBRE LA REVOLUCIÓN FRANCESA.

 

“La preponderancia judía ha nacido de los Derechos del Hombre y de la Francia descristianizada, en el local de la Asamblea Nacional, del 14 de agosto de 1789, al 27 de septiembre  de 1791, duración de ese alumbramiento laborioso.

“Dos hechos de incalculable gravedad coinciden en el comienzo de la Revolución Francesa: el rechazo de Cristo y la admisión de los judíos… Cristo rechazado del nuevo orden social  mientras están admitidos los judíos, lúgubre y penoso contraste, afrenta a  la Divinidad que no se cumplió como en Jerusalén, en la efervescencia de una mañana, sino a la larga, con una calma espantosa, después de una serie de acontecimientos que se siguieron conforme a una lógica inexorable

“Esa afrenta no ha sido un acto criminal explícito y rápido como la preferencia de Barrabás sobre Jesús, sino que ha sido consecuencia de ideas criminales, de doctrinas criminales, ya que, desde el Cristianismo los pueblos no se conducen más por ideales.  La afrenta y contraste pasaron lenta y gradualmente de las revoluciones de la Constituyente a los hechos del país; se extendieron como una mancha sombría y ahora ¿qué contemplan, quiéranlo o no todos los ojos?? A Cristo rechazado ruidosamente en todas partes  y a los judíos en todas partes… “