viernes, 31 de enero de 2020


ABOGADOS

LAS AVES NEGRAS DEVORAN CADÁVERES.
“LA ABSOLUTA INCAPACIDAD E INEFICACIA PARA GOBERNAR Y ACTUAR EN POLÍTICA”

Me referí en otra oportunidad a la mala fama popular de los abogados, ¡Guay de caer en esas manos! Pues son inmisericordes, capaces de dejar a sus clientes en un estado más deplorable que cuando entraron en el estudio. ¿Cómo encontrar alguno honesto?  La misma crítica podría hacer a los demás profesionales: médicos, ingenieros, economistas, etc. Verdaderas plagas morales. Casi sin excepción. Es que todas ellas mamaron de la Reforma universitaria marxista, materialista, moralmente y políticamente subversiva, donde se aprende a ganar dinero, sea como sea, sacándoselo impunemente al que más necesita de él. Allí, los futuros dirigentes comienzan a rendir culto al dios Mamón. Se acabó la vocación profesional, generosa, caritativa, de hacer el bien, al renegar de la moral cristiana. Las consecuencias son dramáticas, como comprobamos a nuestro alrededor.

En esta nota me refiero a los abogados por la afinidad de esta profesión con la política. Y sin ser en absoluto especialista en el tema, los critico contemplando sencillamente la lista de abogados ocupando cargos políticos, principalmente en el Congreso, advirtiendo que su preponderancia es total; y que su gestión, de acuerdo al estado en que se encuentra el país ha sido y es históricamente nefasta. Contra el Bien común y la recuperación nacional. Y contra hechos no valen argumentos. Se han adueñado de la política desde añares. Mariano Moreno, quizá el primer abogado de los intereses británicos en el Río de la Plata, ofreció sus servicios profesionales para defender los intereses de su cliente, Inglaterra, justicia y patriotismo aparte, sin respetar los intereses nacionales.

Ramón Doll trae unas observaciones sobre la clase abogadil, muy válidas, hoy más que nunca, afirmando que, en sí, la profesión de abogado inhabilita para la función política. Apoyando lo que enseña Doll yo afirmo que además de estar inhabilitados por su despreocupación patriótica, también lo están, y cada vez más agravado, por la corrupción ética de muchos de ellos. Son Aves negras que, de manera semejante a como exprimen a sus clientes en el estudio, exprimen al país desde el cargo político. El sistema partidocrático les permite caer fácilmente como aves negras sobre la Nación.
 Considerando los años en que han defraudado y traicionado al país y al pueblo. mientras ocupaban los sillones parlamentarios, ejerciendo una política maquiavélica, ineficaz, corrupta, en defensa del Partido y del Régimen, sin importarles la Nación, son culpables y deberían ser procesados.

A continuación algunas frases del artículo del gran nacionalista: “El gobierno de la clase abogadil”. (Dictio, pg. 54).

RAMÓN DOLL
“[…] Los abogados en la política argentina han sido sencillamente nefastos. Es curioso que, así como se ha trabajado a la opinión pública durante muchos años para enseñarle a temer al militarismo (predominio en el gobierno de un espíritu profesional que encarnan los militares), no se haya denunciado nunca y se haya silenciado arteramente este otro espíritu profesional, mucho más antisocial, y que podría llamarse el curialismo, producto de la abundancia de abogados en el manejo de la cosa pública. Gremio por gremio, es mucho más peligroso el de los abogados que el de los militares, cuando interviene en política; y en la República Argentina bastaría recordar que, hace apenas un siglo, mientras los militares ganaban con su espada la Banda Oriental, los abogados la perdían como unos imbéciles ante la diplomacia brasileña.

POLONIA SALVA A SU JUVENTUD.

CATOLICISMO.
PATRIOTISMO.
EDUCACIÓN MILITAR.

A continuación la nota del Sr. Publius, publicada en la excelente revista española : “Siempre p’alante”.

“Rabia la prensa del sistema porque en Polonia el gobierno actual, de ciertos tintes nacional-católicos, está llevando a cabo un  CAMBIO REVOLUCIONARIO EN LA ENSEÑANZA del país. El partido gobernante ‘Ley y Justicia’ ha apostado por un nuevo sistema de formación que inculque patriotismo, valores cristianos con objeto de volver a cristianizar Europa, e incluso, educación militar para aquellos alumnos que a partir de cierta edad y condiciones así lo quisieran. De hecho, es habitual que en las escuelas polacas hoy se realice un homenaje a la bandera y se cante el himno nacional, cosa que en España no ocurre desde que Juan Carlos I, alias “campechano”, tomó posesión de la jefatura del Estado. Asimismo, cada comienzo de curso un delegado del Instituto de la memoria nacional entrega a cada alumno una bolsita donde hay una banda magnética con los colores de la bandera y un pin metálico de la resistencia polaca entre otros objetos. También durante el curso, algunas clases viajarán al cementerio en horas lectivas para limpiar las tumbas de héroes de guerra. Evidentemente marxistas y liberales polacos y del resto de Europa se muestran escandalizados porque los polacos en el fondo están utilizando sus mismas armas (educación, cultura, historia) pero para ponerlo al servicio del bien. A ver cuándo nos enteramos en España de que para conseguir una patria limpia, unida y puesta al servicio de Dios es necesario seguir políticas como las del gobierno polaco, y no dedicarse a inventar leyes cada vez más inmorales”.+

Comentario del blog:
Tanto en España, como en Hispanoamérica y en Argentina, perdamos la esperanza de que los gobiernos y los lobys internacionales, pretendan moralizar a la juventud. Al contrario, planificadamente, están logrando corromperla hasta el tuétano, para transformarla en una masa de muertos-vivos, que se abstenga de mirar hacia arriba, hacia Dios, el Bien moral, la Patria, la Belleza, la Nobleza...

Pero este ataque mortal contra la humanidad en general, principalmente contra la juventud, lanzado desde el primer mundo ‘progresista’, se inicia desde el comienzo de la vida humana:

* Asesinan a los bebes implantando la legalidad del aborto indiscriminado, que de paso beneficia a las multinacionales, a los políticos sobornados y a las feministas aborteras.

* A los niños que sobreviven, en hogares cada vez más perversos, se los somete a un lavado de cerebro para sustraerlos de la autoridad de los padres, sometiéndolos bajo la del Estado ateo y materialista, e incitarlos a una promiscuidad sexual vergonzante y suicida. Campaña orquestada por profesionales freudianos, de origen ‘oscuro’ y formación materialista.  Excluyendo de la educación toda injerencia de Dios, la Patria, la Familia, que son las bases del cristianismo, de la Patria; y de la dignidad de la juventud.

* La última etapa de este proceso diabólico consiste en impedir que en estos jóvenes se despierten los naturales ideales sublimes y heroicos de la juventud; incitándolos al egoísmo absoluto. Para que vivan la farra del día en pleno libertinaje; enlodados con el rock, la cumbia, el sexo libre, las drogas. Quedando saturados de TVbasura; aborregados, mancillados, embrutecidos, ignorantes, listos para votar por los candidatos del Régimen. Del mismo Régimen, él mismo sojuzgado por el imperialismo, que los oprime y envilece.

POLONIA SALVA A SU JUVENTUD.
EL ESTADO LIBERAL Y DEMOCRÁTICO ARGENTINO LA PERVIERTE.

jueves, 30 de enero de 2020


La Iglesia en el Río de la Plata, agredida por Rivadavia y restaurada por Rosas.
(¡La Historia se repite!).

La política antipopular, oligárquica y afrancesada, antinacional y anticatólica, aplicada por el nefasto Bernardino Rivadavia, contra el deseo de la gran mayoría de la población argentina, pues repudiando nuestras tradiciones esenciales, con su soberbia europeizante, dejaron al país al borde de la desaparición como nación soberana; despedazada, según ordenes imperialistas y deseos de los unitarios, que entregaban territorios (¡tal cual hoy día!), a cambio de ayuda militar europea; y se coronaban con una aureola de iluminados “progresistas”.

La agresiva política religiosa de Rivadavia, copiando la “moda” de la Europa masónica, contando con el apoyo de indignos sacerdotes liberales, como el Deán Funes, Zabaleta, Valentín Gómez, etc. se propuso desacralizar a la Iglesia Católica: dejándola al borde de la desaparición como Institución sagrada, y del cisma que la separaría de Roma. Esta amenaza de perder la Patria y la Iglesia, indignaba a los porteños, impulsándolos a oponerse en masa a las ridículas seudo-reformas rivadavianas; situación que se mantuvo hasta el segundo gobierno de Don Juan Manuel de Rosas, quien, recibido por el pueblo enfervorizado, restauró el orden nacional y religioso.

A continuación copio unos interesantes comentarios del historiador chileno, Carlos Peña Otaegui, escritos en su libro “La Primera Embajada Pontificia y Pío IX en Chile”, ocurrida durante 1825, con unos datos que demuestran claramente la tirria de los logistas rivadavianos contra la Iglesia en el Río de la Plata; y el fervor católico del pueblo ante la llegada de Monseñor Muzi. Ellos tienen especial valor pues están suscriptos por un extranjero, ajeno a las pasiones de nuestras luchas internas.

Luego de tres azarosos meses de navegación en alta mar, desde su partida de Génova, -dice Otaegui-, al fin llegó la Embajada Pontificia a Buenos Aires. Integraba la delegación el embajador chileno en Roma, Cienfuegos, sacerdote liberal politiquero, quien discutió acerbamente con la delegación pontificia, durante toda la travesía, anteponiendo su nacionalismo a su catolicismo.  Copio a Otaegui:
“Esto aparece, desde luego, al llegar a Buenos Aires, cuando Cienfuegos, llevado por sus ideas exclusivamente civiles insistió ante el señor Muzi para que no hiciese una entrada solemne a la capital argentina, ya que la Misión era para Chile y costeada por Chile. Monseñor Muzi cansado por la larga travesía e influido por Cienfuegos, accedió, y desairando al pueblo y clero como también a las autoridades, que pedían que bajase a tierra el representante del Papa para hacerle una recepción solemnísima que le tenían preparada, no pisó tierra firme sino a medianoche, hecho que el gobierno argentino consideró como una desatención. Se valió de esta desatención para tomar las medidas de terquedad que fueron la norma de dicho gobierno para con la Delegación.
“Efectivamente, si el pueblo en masa demostró un entusiasmo delirante y una piedad incontenible, si la sociedad porteña, y muchos de sus prohombres, entre otros el libertador San Martín, se apresuraron a rendirle homenaje, dando de ese modo su adhesión al Papa, si el clero secular y regular, llenaba la “Fonda de los Tres Reyes”, donde se alojaba la Misión, las autoridades civiles, en cambio, se abstuvieron por completo de toda manifestación de simpatía.

 […] “Las logias masónicas intrigaron secretamente contra ella [la misión Muzi] y todas las calumnias llegaban a Santiago donde eran creídas, porque, como dijo Chamfort, ‘toda ley será inútil contra la calumnia, porque se vende bien’.

“El mismo administrador de la diócesis, sede vacante, el deán del Cabildo, don Diego Estanislao Zabaleta, se dedicó aponer todos los obstáculos posibles. Hasta el punto –por orden de Rivadavia, es cierto, a quien Zabaleta obedecía ciegamente- de prohibir al representante del Jefe de la Iglesia que administrase la Confirmación que miles de fieles, por falta de Obispo en el vastísimo antiguo Virreinato platense, solicitaban del arzobispo de Filipos. Tal fue la indignación popular que se llegó a temer una revolución que hubiese derrocado al gobiernó. Zabaleta se atrevió a escribir a Muzi ‘que mucho se extrañaba que hubiese venido a América para perturbar la paz de los pueblos’. Ante tamaña insolencia y preocupado por las noticias que venían de Chile, el Vicario cayó gravemente enfermo”.

El eximio historiador Don Vicente Sierra, en el tomo VIII, 1829 a 1840, de la Historia Argentina, (pg. 216 sgs.) trae unos comentarios que, sin ser inéditos, conviene recordarlos, tanta es su importancia en el desarrollo político y religioso nacional, hasta el día de hoy. Con los mismos, podemos valorar la lamentable actitud de la Jerarquía católica antes y luego de Caseros, (salvo excepciones); y la falsificación ignominiosa de la Historia argentina para ajustarla al liberalismo masónico; aceptada sumisamente y enseñada en las escuelas católicas. Copio:

“Desgraciadamente el restablecimiento de la jerarquía eclesiástica tuvo que enfrentar la oposición en el seno mismo de la Iglesia de Buenos Aires, cuyo Cabildo (llamado ‘Senado del Clero’ por Rivadavia), inficionado de galicanismo, no vio con buenos ojos que un representante de la Santa Sede entrara a poner disciplina… negándose a entregarle la dirección de la diócesis…

[…] “La influencia que en la caída de Rivadavia y en el repudio con que tropezó el general Paz en el interior tuvo la reacción católica popular provocada por la reforma eclesiástica torpemente emprendida por aquel, asesorado por clérigos galicanos, josefinistas y febronianos como Estanislao Zabaleta, Valentín Gómez y Gregorio Funes… que ocultaba una real tendencia anticatólica.

“Tanto fue así que el Cabildo de Santa Fe, en carta a Monseñor Muzi, en 1825, decía: “La Iglesia bonaerense, si no es ya cismática, está próxima a serlo”. Quien detuvo la peligrosa infección fue Juan Manuel de Rosas. Si en lo político consolidó el triunfo del federalismo, que en 1853 había de sancionar los constituyentes de Santa Fe, en lo religioso, acota el padre Cayetano Bruno, ‘significó la derrota casi completa de los separatistas, que, en la opinión popular se identificaban con los unitarios’…

Pocos años después, cuando el primer gobierno de Rosas, monseñor Medrano, fue nombrado por su Santidad Pío VIII Vicario Apostólico de la Iglesia de Buenos Aires, y unos días después  nombrado obispo de Aulón. Como para ser consagrado por el Nuncio debía viajar al Brasil, dijo: “Sólo me resta obtener la anuencia del Jefe político (Rosas) de la Provincia, que me será muy fácil de conseguir, porque posee un alma llena de los mejores sentimientos de religión”.

Además presentó al Nuncio un extenso informe sobre la situación de la Iglesia en el Río de la Plata, donde colaboraron Somellera y Monseñor Escalada, destacando la religiosidad del gobierno del Restaurador; con estas palabras: “Las noticias que Medrano y Escalada dieron respecto del gobierno de Rosas no pudieron ser mejores. Escribiendo monseñor Ostini al cardenal Albani, mucho se prometía de la labor que desarrollaría Medrano, ‘dada la favorable coyuntura –acotaba- de hallarse actualmente a la cabeza del Gobierno de Buenos Aires el General Rosas, fervoroso católico, que le ha prometido favorecerlo en todo, y darle así mismo suficiente apoyo material para abrir un seminario’”

[…] Cuando Rosas, de vuelta de la campaña, retoma el poder, no se extraña de los agravios cometidos con maldad impía  por  los sacerdotes del Cabildo Eclesiástico, comprendiendo  “ que sobre el cuerpo ejercían influencia decisiva algunos personajes que, más que sacerdotes, eran políticos, y por cierto, del grupo rivadaviano”; disponiendo, entonces, “que Medrano fuera tenido por obispo con todos los honores correspondiente a su jerarquía…”

Y este fue otro frente de batalla, inaudito, que tuvo que soportar el Restaurador: el de los miembros de la Jerarquía católica, integrantes del Cabildo Eclesiástico, que profesaba un fanático liberalismo religioso, consecuencia de haber adoptado las teorías anticatólicas de moda, provenientes de la Revolución francesa. Por todo lo cual, la “democracia” los recuerda y homenajea poniendo sus nombres a calles porteñas. 

Por el momento, con estas palabras, como aporte a la verdad histórica falsificada por la masonería, me limito a confrontar la política de Rosas, respetuosa de la Religión, con la escandalosa y malvada pasión anticatólica de los sacerdotes unitarios, marionetas del mismo Rivadavia, que los impulsaba.  
De donde se pueden deducir algunos interrogantes:

¿Es posible que no se hayan aplicado sanciones contra los sacerdotes impíos?
¿Puede uno imaginarse lo que hubiera quedado de la Iglesia católica sin la intervención del gobernador Rosas?

¿Es posible concebir que los miembros de la Jerarquía, luego de Caseros, no hayan defendido el honor y la fe del Restaurador de la Religión?

¿Es posible admitir que los mismos “católicos” hayan santificado a Rivadavia, e injuriado satánicamente la memoria de don Juan Manuel de Rosas?

¿Que desde esos lejanos días la Jerarquía no haya enseñado en las escuelas católicas, la verdad histórica?

¿Debemos aceptar sin indignarnos que hayan discriminado a los auténticos historiadores y filósofos, prohibiéndoles la docencia en las escuelas y Seminarios?

¡Y que no haya luchado para que en las escuelas estatales, también se imponga la verdad, desafiando a la Masonería?

Los resultados de tanta cobardía y heterodoxia, que persiste agudizada en nuestros días, convirtieron a los argentinos en liberales y escépticos, y al Estado en ateo.

Posteriormente, algo escribiré sobre la labor de restauración católica desarrollada por Don Juan Manuel de Rosas al frente de su gobierno.+