sábado, 21 de marzo de 2020


CORONA VIRUS ¿OTRO CUENTO CHINO?

Los charlatanes del periodismo están eufóricos cotorreando acerca del peligro del derrumbe de la humanidad, cuando millones de seres mueran apestados por el ‘corona-virus’. Yo me acoplo a los charlatanes, por algo vivimos en ‘democracia’, donde todo el mundo opina de lo que no sabe, y anoto unas observaciones que andan dando vueltas en bocas del pueblo con sentido común.

Los ‘amos’ del mundo, dueños de los medios de comunicación, han organizado una campaña propagandística universal para aterrorizar al mundo. Justificada o no, no lo sé. Que el virus mata es indudable. ¿Pero, se justifican las rigurosísimas prevenciones para evitar el contagio del virus? ¿Se justifica tanta absurda alharaca? ¿Es razonable paralizar el mundo, provocando una crisis de tremendas consecuencias incalculables? ¿No se considera que hay verdaderos holocaustos, de miseria, hambre, desnutrición, originados por la diabólica usura que los mismos ‘amos’ del mundo imponen? ¡¿Y el asesinato planificado de niños abortados?! ¡De estos holocaustos no se habla! ¡Ninguno de estos  pretenden solucionar, porque los aplican sobre las poblaciones del 3º mundo, que ‘ellos’ quieren exterminar!

El profesor italiano De Mattei, explicó que la peste en última instancia cayó sobre la humanidad por consentimiento divino; por los pecados y principalmente la falta de Fe de los sacerdotes vaticanistas; que confían más en la Ciencia, excluyendo a Dios; siendo que debemos esperanzarnos en Dios y en la Ciencia.    

Pero, mis observaciones son más modesta, y se refieren a las consecuencias políticas que está originando el virus, en provecho claramente de la terrible política globalizadora que se cierne sobre el mundo; dando pie a la sospecha de que el corona virus está -no sé si creado, como algunos denuncian-, pero sí aprovechado políticamente por los ‘amos’ de mundo.

Algunas de las medidas precautorias son ridículas, debido a que se impuso al mundo un miedo cerval al contagio. He observado que algunos saludan ofreciendo el codo; no ya la mano, y mucho menos los besos y el palmotearse la colita; tampoco se debe compartir el mate. No acercarse al prójimo, por lo cual, ciertos comedidos piden que en las ‘colas’  la gente se distancie 1 metro como mínimo entre ellas; ¡Porque los ‘científicos’ aseguran que el virus no puede saltar sobre su víctima 1,05m!  Una doctora, con el barbijo, me instó a vacunarme inmediatamente, pues, en caso contrario, seré uno de los millones y millones que moriremos. ¡Qué obsecuencia ignorante a la publicidad! ¡Qué oprobio! ¡Oprobio obligatorio!

·       Se fomentó así, la desconfianza, aun dentro de las familias; todos miran al de al lado como un posible transmisor del virus, discriminándolo como un leproso, como un enemigo potencial portador de la muerte.  Se va así demoliendo poco a poco el amor, la amistad, el compañerismo, haciéndonos vivir en un individualismo liberal feroz, como animales cebados. Pero a la vez domados e indefensos, con el freno en la boca, para llevarnos –a través del pánico-, por donde ‘ellos’ quieran.
·         Se ha desarrollado una campaña publicitaria tan extraordinariamente exitosa que la pandemia cundió por el mundo entero aterrorizando a los pobladores. Esto es, se realizó un ensayo fenomenal que los ‘amos’ del mundo pueden volver a repetir con intenciones políticas o con cualquier otro pretexto para subyugar al género humano. Como ellos dominan los medios de información para idiotizar a la gente, lo podrán reiterar fácilmente, mintiendo que es para beneficio de la humanidad. Pese a lo cual, recibirán, incomprensiblemente, el agradecimiento del pueblo aborregado, sin comprender que se los esclavizará.
·         Y esto se explica porque una de las órdenes del gobierno a los ciudadanos es ocupar el tiempo mientras dure la ‘cuarentena’ mirando y absorbiendo la TV comercial, que machaca presentando el espectro de un holocausto, si no se cumplen sumisamente al pie de la letra las ordenes preventivas. En esto también han logrado un notorio éxito. Porque sabido es que la TV es la ‘herramienta’ utilizada por los ‘amos’ para sojuzgar al pueblo; acabando con el sentido común y el espíritu crítico.
·         Las multinacionales farmacéuticas venderán muchos miles de millones de vacunas… y ‘tapabocas’- ¡Negocio redondo! Vacunas que aún no tienen asegurada ni su inocuidad ni su eficacia.
·         ¿No será el corona virus otro cuento como cuando decretaron los sospechosos e inútiles mandatos de cambiar las patentes de los automóviles, de cambiar los documentos de identidad, o los billetes, o de aplicar interminablemente vacunas? Siempre pagando novedades al 1º mundo. 

Las personas con criterio propio al meditar esta historia, que se asemeja a un cuento chino,  encontrarán muchos motivos más para rabiar; pues advierten que se los consideran babiecas. Y los gobernantes darán gracias al Gran Arquitecto porque el cuento chino tapa el desbarajuste universal; que ellos ocasionan con su incompetencia y corrupción.