¿Quiere Ud.
saber de una buena vez lo que se pretende con la ‘pandemia’?
En nuestro país,
actualmente, el ‘progresismo’ bancado por los ‘buitres’,–nueva variante de
comunismo para uso occidental-, pretende aterrorizar a la gente, hasta lograr
un estado hipnótico colectivo, que les ablande la voluntad para recibir
confiadamente vacunas, chips, etc.; y para aceptar vivir gustosamente bajo el
poder tiránico del NOM. Incitándoles, además, un fanatismo tozudo e irreflexivo
que rechazará todo intento para hacerles descubrir la verdad que se esconde
tras la ‘pandemia’.
Es muy fácil comprobar que
este programa ‘científico’ de las multinacionales ‘progresistas’ se basa en las
investigaciones para el lavado de cerebros, que emplearon en la URSS los
comunistas. De manera que la similitud entre el método que aplicaban los
comunistas y el que está ejerciendo el progresista es notable. ¡Los aliados siguen
unidos!
El terror sistematizado y
profundo provocado por los psicopolíticos causa un estado hipnótico, asustando
con peligros irreprimibles e ignotos; y una histeria que deriva en actitudes
ridículas al extremar las órdenes del Protocolo de seguridad; según vemos a
nuestro alrededor. No hay defensa posible, -piensan los crédulos sometidos por la
propaganda - sólo nos queda escondernos, tapándonos, encerrándonos dentro de
una capsula que nos separe de todo lo exterior, familiares, amigos, vecinos. naturaleza.
Todas las precauciones defensivas son pocas, el terror cunde por el virus
invisible; que puede estar agazapado en las manos de nuestros hijos, en el
aliento de nuestra esposa, en las ropas, en las sábanas. Lo sentimos rondando sobre nuestras cabezas, acechándonos,
buscando un resquicio para lanzarse sobre nosotros y apestarnos.
PSICOPOLÍTICA
Técnica del lavado de cerebro.
El excomunista yanqui
Kenneth Goff, ¡en el año 1956!, publicó un folleto titulado “Psicopolítica”,
con el texto del método psicológico empleada en la URSS para domar
rebeldes. Su veracidad debe aceptarse por
los acontecimientos que sucedieron en ese entonces; y por los que actualmente
nos impone el Gobierno Mundial para convertirnos, a los sobrevivientes al
’Pandemonio’ (o de la plaga que inventen
en el futuro), en autómatas, sólo
aparentemente humanos, para usarnos como sirvientes de la clase ‘elegida’]. ‘Se
non e vero e ben trovato’.
En
la INTRODUCCIÓN, escrita por Eric D. Butler, leemos a continuación esos
párrafos para aclarar el propósito de la
Psicopolítica:
“El genio diabólico que
fue Lenin puso muy de manifiesto su interés en el ataque a la mente. El doctor
Boris Sokoloff, quien jugó un importante papel en los acontecimientos que culminaron
con la Revolución del 25 de octubre de 1917, da cuenta en su libro “Las Noches
Blancas”, de íntimas conversaciones sostenidas entre Lenin y el doctor Iván
Pavlov que sirvieron de base al gigantesco experimento soviético para
estandarizar el pensamiento y la voluntad humanos. El texto de Psicopolítica
alude a la importancia de los trabajos de Pavlov.
“Bajo circunstancias normales,
los esfuerzos de una pequeña, casi infinitesimal minoría de la sociedad para
lavar la mente de la mayoría de los ciudadanos para recluirlos en asilos de
alienados, sería increíble y fantástico. Pero éstos no son tiempos normales;
estamos en la Época de los Grandes Engaños, en que lo negro aparece como blanco
y lo blanco como negro, en que a los cuerdos se los hace pasar por locos y a
los locos se los deja actuar como psiquiatras del mundo…”.
[…] “El socavamiento de los principios morales
cristianos, el debilitamiento de los sentimientos de lealtad hacia las
comunidades locales y nacionales, y la persistente campaña en favor de una
centralización mundial de los poderes políticos dentro de una especie de
utópico Parlamento Universal, son los aspectos de la estrategia fundamental en
el texto de Psicopolítica. Dados los límites de la presente Introducción, es
imposible hacer más que indicar algunos
delos alcances que tiene este ataque general que soportamos; pero por la
importancia del asunto, debemos seriamente llamar a la atención sobre cómo se
está instrumentalizando a la ONU y a alguna de sus organizaciones colaterales.