(Comentario previo del blog,
al artículo del señor Maguire:
Sectas del coloniaje
“IGLESIA DE LOS
ADVENTISTAS
DEL SÉPTIMO DÍA”,
publicado en “Informes sobre
Masonería” Nº 26, mayo 1985):
Continúo publicando
artículos aparecidos varias décadas atrás, porque la política en
general y estas “Sectas del coloniaje” en particular, mantienen
permanentemente sus principios y sus propósitos, de servir, aún
solapada e indirectamente, al Imperialismo judeo-calvinista yanqui,
que subvierte la moral y la política argentina, atacando sañudamente
tanto al catolicismo como al Ejército argentino, baluartes de la
Patria, destruyendo la identidad nacional.
En mi artículo sobre el
Mormonismo, (ya publicado), es también muy evidente la misma
doctrina, pues todas estas sectas yanquis fundamentan sus
descabelladas y ofensivas “teologías” en la doctrina,
interpretada carnalmente, de la predestinación de los “elegidos”,
tomada del Antiguo Testamento, a través del calvinismo. Cuya
consecuencia, es la condenación de los réprobos; o sea de nosotros,
en la medida que no nos sometamos a su prepotencia.
Es importante destacar que
el arma principal que utilizan los protestantes es desacreditar
nuestra religión católica y nuestra estirpe, con insultos
malignos, tal cual se citan en el presente artículo. Asimismo, en
el citado que yo escribí sobre el Mormonismo, reproduje las
injurias contra lo más sagrado de nuestra religión, similares a las
talmúdicas, de uno de sus máximos profetas, el desvergonzado
polígamo Talmage .Estos insultos procaces son empleados por todas
las sectas protestantes, apoyando la política imperialista del
gobierno yanqui.
¿Porqué semejante
ensañamiento?
También ya publiqué en
este blog la excelente Carta de los Obispos, católicos y argentinos,
cuando aun eran patriotas, sobre el peligro político del
protestantismo en América latina, emitida, por supuesto, antes de la
‘debacle’ conciliar. En esta Carta aseveran que los insultos
tienen dos fines: el religioso para desacralizar las verdades de la
religión verdadera, arguyendo que es una religión obsoleta, ajena a
la vida hedonista que prometen las sectas; y el fin político,
afirmando la superioridad racial y personal de la raza anglosajona
sobre nuestra humanidad degenerada;y sobre nuestros degenerados
países, obligados perentoriamente a someterse.
Estos ultrajes groseros
provenientes de esa Nación judeo-protestante, materialista,
soberbia y agresiva, tienen, entonces, un propósito claramente
político.
Resumiendo, la doctrina de
la “predestinación”, significa que EEUU está “predestinada”
a dominar el mundo con el beneplácito y el apoyo de “Jehová”,
tal cual lo entendían los fariseos. De ella surge y es impulsada la
política imperialista; mientras que los agravios denigrantes son el
método para tratar de justificarlo, y para ablandar posibles
resistencias.
Esta idea hoy día la
mantienen ferozmente también los sionistas respecto a Israel.
La doctrina racista
“americanista”, que fue aceptada traidoramente por los unitarios,
y aplicada desde 1852 en nuestra Patria, sin tener en cuenta ni el
Bien común ni la grandeza nacional, fue conformando una clase cipaya
y oligárquica con masones y liberales nativos.. Verdadera quinta
columna yanqui, que anhela “lo anglosajón”, sólo por serlo, y
desdeña lo nacional, por la misma sinrazón, repudiándolo hasta el
asesinato, atentando así contra la integridad soberana de nuestra
Patria.
Recuerdo con una
indignación que no se me borra, ilustrando esta mentalidad servil de
someterse a los anglosajones que, cuando pequeño, durante la 2ª
guerra mundial, nos obligaban a llevar a la escuela artículos como
papeles, alimentos, etc, para ser enviados a los Ejércitos
anglosajones y comunistas, de la “democracia y la libertad”,
nuestros “amos”, que simultáneamente nos estaban robando y
colonizando.
A continuación el artículo
del señor Maguire:
+
El
Apocalipsis, además de Al Capone y la Cossa Nostra, señalaría a
Estados Unidos como la potencia salvadora del cristianismo.
El
gangsterismo utiliza el Apocalipsis para avanzar el imperialismo
yanqui.
“El deseado de
todas las gentes”,
constituye uno de los tantos volúmenes indigestos repartidos casi
gratuitamente por sectas religiosas anglosajonas que tratamos de
digerir, dificultosamente, para poder informas a nuestros lectores
sobre aspectos de la invasión que sufre el país por parte de
pestíferas sectas anglosajonas, a efectos de que cada uno adopte los
recaudos que su patriotismo le indique para coartar su nefasta
acción. Claro está que estas prevenciones y divulgaciones deberían
ser puestas en conocimiento público por los entes correspondientes:
la Iglesia Católica Romana, a la que pertenece gran parte de los
habitantes del país y los gobernantes de turno. Pero mientras que la
mayoría de nuestros eminentísimos prelados, como ya se indicó en
otra ocasión, se dedican a la oración para salvar a sus almas del
infierno, se olvidan de sus feligreses, muchos de los cuales se están
desviando por la acción de estas sectas destinadas a ligarnos al
imperialismo más feroz que ha conocido la humanidad, el anglosajon,
tenebroso ente que es peor que el infierno.
De nuestros gobernantes más
vale no esperar nada, desde la derrota nacional de 1852 en los campos
de Caseros, salvo en muy contados años, hemos estado en manos de
ladrones, incapaces y “chantas”. Y naturalmente que nuestra
Cancillería con su Subsecretaría de Cultos, tampoco hace nada, o
mejor dicho, la mayoría de sus altos diplomáticos están dedicados
a la caza de condecoraciones, cocteles, sodomíticos amores y en
procurar hablar en una jerga muy especial, que se parece como una
gota de agua a otra, con la que utilizan los maricones. Y cualquier
audaz tiene las puertas abiertas para inscribir cultos religiosos con
que se dedican a la estafa, al fraude y al espionaje y subversión
imperialista.
Naturalmente, que si la
secta presenta un aval implícito del Intelligence Service Británico
o la CIA yanqui, el reconocimiento es facilitado en medio de grandes
cortesías, por cuanto será considerado como un mérito para lograr
una nueva condecoración. No importa que esa secta religiosa nos
venga a predicar que Estados Unidos es la gran potencia elegida por
Dios y por Cristo para ser refugio de todos los cristianos y
salvadora de la humanidad.
Por casualidad cayó en
nuestras manos, donada por nuestro corresponsal en San Pedro, el
libro titulado “EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES”, escrito por una
tal Elena G. de White, publicado por la “Asociación Casa Editora
Sudamericana”, Avenida San Martín 4555, Florida, provincia de
Buenos Aires, y por “Publicaciones Interamericanas, Pacific Press
Publishing Association”, California, Estados Unidos. En ninguna
parte de la obra se hace referencia a la pertenencia a alguna
Iglesia. Pero de la indagaciones realizadas, se llegó a constatar
que constituye el principal libro de propaganda de la denominada
IGLESIA o ASOCIACIÓN ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA.
Constituye esta Iglesia
una de las quinientas sectas religiosas y tres mil cultos que están
transformando rápidamente la mentalidad de los habitantes de los
Estado Unidos, considerada potencia rectora y salvadora, en nombre de
Cristo, de toda la humanidad, que se han lanzado sobre América
Latina para destruir a la Iglesia Católica Romana, y sustituirla en
la mente de sus habitantes por la versión “cristiana” de estas
sectas.
Ya Teodoro Roosevelt, el
primer gangster de esa dinastía, que fue presidente de los Estados
Unidos, inventor de la política del “big stick” (palote), para
someter a los “south-americanos” a su control, constituyendo
Nicaragua, México y otras áreas del Caribe, campo de ensayo de este
criminal que gobernó durante los primeros años del siglo,
preconizó que, para facilitar el dominio de los Estados Unidos
sobre esta área del mundo, debe comenzarse por destruir la
influencia de la Iglesia Católica. En esta tarea fue ayudado
eficazmente por la Masonería, el Rotary, etc., y en nuestros días
y en nuestro país por la social democracia radical y su principal
instrumento la “Patota Cultural” y la “Sinagoga Radical”.
La Iglesia adventista
está desarrollando una intensísima labor en todos los puntos del
país, y muy especialmente entre las masas trabajadoras más
desposeídas, mediante la inversión de muchos millones en donaciones
de toda clase paras infiltrar, junto con esa ayuda, la literatura
adventista, quedando la familia hambrienta ligada a la esperanza de
futuras donaciones.
Claro está que esta
acción constituye sólo parte de una política de alto vuelo:
primero los personeros criollos de la plutocracia anglosajona se
valen de siniestros personajes criollos supuestamente católicos,
como Martínez de Hoz, o de teósofos como Whebe, o de espiritistas o
masones como López Rega y Celestino Rodrigo, para imponer una
devastadora economía que lleve el hambre a la mayoría de la
población secundados por el Fondo Monetario Internacional, la banca
sionista y anglosajona y todos los empresarios “inversionistas”
yanquis. Una vez producida la hambruna aparecen las sectas religiosas
yanquis que , financiadas por los mismos sectores plutócratas que
impusieron la economía de hambre, ahora por medio de ellas,
devuelven en “caridad” el 0,01% de lo que robaron al país, lo
cual, mediante la propaganda perfectamente planificada, hace aparecer
a los yanquis como benefactores de la humanidad.
En esta tarea, incluso,
según informaciones dignas de fe, recogidas en medios periodísticos,
decenas de miles de cajas del famoso “PAN” de la Sinagoga Radical
son entregados a estas sectas para su reparto. Y como dice el refrán,
“Quien parte y reparte se queda con la mejor parte”.
Constatado el origen
adventista del libro mencionado, nos encontramos muy al final,
páginas 776 al 786, con la “madre del borrego”: la
interpretación que hacen del Apocalipsis, señalando a lo Estados
Unidos como la Gran Potencia que salvará a la humanidad y guiará a
sus miembros al paraíso eterno y terrenal.
¿Qué
es la Iglesia Adventista del Séptimo Día?
Los datos que se
consignan a continuación han sido tomados en lo esencial de las
obras “Fe Católica, Iglesias y Sectas de la Reforma” del
sacerdote jesuita Prudencio Damboriena, y de “Las Sectas en América
Latina”, editada por CELAM en Buenos Aires.
Provienen sus teorías
religiosas del “milenarismo”, a la que responden diversas sectas
protestantes que creen en un reino temporal y triunfante de Cristo.
Esta teoría proviene de la teoría del judaísmo ortodoxo según la
cual el Mesías que esperan los llevará al dominio del mundo durante
mil años. Tan imbuidas están estas sectas protestantes de ideología
judaica que incluso tienen el sábado como día sagrado. En general
estas sectas han sido fundadas por charlatanes y delincuentes tomados
bajo su protección, por motivos políticos, por las potencias
anglosajonas para usarlos, como otros instrumentos más de su
arsenal, para dominar a las propias poblaciones explotadas por las
clases dominantes, y para servir como elementos de penetración
ideológica en los países a colonizar y explotar.
Los adventistas
reconocen como sus ancestros a la Iglesia Anglicana, fundada por el
sifilítico y asesino rey de Inglaterra Enrique VIII (recuérdese a
sus mujeres degolladas y decapitadas), y su no menos sifilítica y
asesina hija putativa Isabel I, que por simples celos hizo degollar a
María Estuardo de Escocia. De tan sublime corporación religiosa
derivó la secta de los “No Conformistas” o “Dissenters” en
el idioma de los bárbaros. De aquí derivaron los bautistas, y de
estos las sectas de los Cuáqueros, los Adventistas y los Testigos de
Jehová.
Ya esta publicación se
refirió en otra ocasión a la actividad disociadora, siniestra y
colonialista que desarrollan los testigos de Jehová y su conexión
con SILO Y LA COMUNIDAD (véase en este número información sobre
la sociedad secreta de Silo).
Existe mucha similitud
entre Testigos y Adventistas en cuanto a su desarrollo en Estados
Unidos, sus doctrinas, su lucha abierta contra la Iglesia Católica y
el Papado, al que consideran “la Bestia señalada en el
Apocalipsis”. La expansión de ambas sectas en todos los países
del mundo, muy especialmente a partir de la Segunda Guerra Mundial,
hacen más evidente el hecho de que son instrumentos del imperialismo
yanqui. Las enormes sumas de dinero invertidas en establecimientos
religiosos, escuelas, hospitales y templos y, sobre todo, en
imprentas que emiten fabulosas cantidades de libros y folletos en
centenares de idiomas y dialectos, la gran cantidad de burócratas,
predicadores y pseudo–sacerdotes a sueldo, que torna ridícula la
aseveración que de sus filas más bien magras, que giran entorno de
un par de millones de adeptos la enorme mayoría de las clases
sociales más pobres, provienen los enormes fondos invertidos.
Según el CELAM
(Conferencia Episcopal Latinoamericana) que reúne a los Obispos de
la Iglesia Católica de América Latina, existen en el mundo 17.000
iglesias adventistas que congregan a dos millones de adeptos. Tienen
30.000 escuelas sabáticas que reúne a tres millones de alumnos, a
quienes no sólo se les da educación, y, como veremos se les enseña
que la Biblia, en el Apocalipsis, Dios ha determinado que los Estados
Unidos han sido elegidos, junto con Al Capone, la Cossa Nostra, los
asesinos de Sharon Tate y otros tantos artífices de la civilización
yanqui, para dar salvación eterna a la humanidad, sino que también
se reparten ropa, juguetes, alimentos, con el objeto de ganar adeptos
a la Potencia Salvadora y traidores para las patrias aborígenes.
La cantidad de personas
que se dedican, tiempo pleno, a la gran obra de yankificar a los
pueblos son 70.000, que reciben sueldo, de los cuales 8.000 son
pastores ordenados. Aparte de ellos decenas de miles de seguidores
dedican parte de su tiempo en forma gratuita al mismo objeto. Las
escuelas sabáticas están a cargo de estos últimos voluntarios y se
reúnen en cualquier clase de locales y hasta bajo un árbol. Los
colegios son unos 5.000 donde se da instrucción durante toda la
semana. La iglesia se encuentra establecida en 190 países y la
predicación se hace en 940 idiomas y dialectos. Tienen 291
hospitales, sanatorios, dispensarios y clínicas.
“Este esfuerzo no está en
proporción con su poder numérico”, afirma CELAM. Y para
completar datos que arrojen más claridad sobre este enorme poder, se
señala que tienen 44 casas de publicaciones alrededor del mundo, en
la que imprimen literatura en más de novecientos idiomas y dialectos
y en el sistema Braile para ciegos. Sus transmisiones de radio por
semana alcanzan a mil cincuenta. Sus transmisiones en español
denominada “La voz de la esperanza” –que no es más que la voz
de la CIA- se difunde por 800 estaciones. Su programa por televisión
se difunde por medio de más de 150 emisoras y sus publicaciones
misioneras promedian 400.000 ejemplares mensuales, mientras que las
hojitas se distribuyen por millones.
Veamos lo que dicen ellos de
la financiación tomándolo de su publicación “Sus
amigos Adventistas”:
“Créase o no los
adventistas del séptimo día, entre los cuales hay pocos ricos,
pagaron 82 millones de dólares en diezmos durante 1996. ¿Quedaron
más pobres por ello? No, Dios les bendijo de tal manera que dieron o
recolectaron, 65 millones de dólares para la actividad misionera
local y en territorios misioneros”.
Recuérdese que son dólares 1996, cuyo valor intrínseco era el
doble que el dólar 1985, desde que anualmente el dólar va perdiendo
su valor por la inflación.
Damboriena afirma que a estas
cifras deben agregarse 145 millones de dólares recogidos en forma de
“ofertas” y 136 millones de dólares por venta de libros, y
agrega picadamente: “Nótese
que no entran en la cuenta esas cantidades innominadas que, por
diversos conceptos llegan a sus manos”.
Se refiere evidentemente a las sumas que le hace llegar la CIA y
algunas de las 290 agencias de espionaje e información que de ella
dependen. También el sueldo de muchos de sus “pastores” y
colaboradores cobran su sueldo, no de la iglesia, sino de otros
organismos de la CIA.
A todas estas enormes sumas
debemos agregar las subvenciones que logran de los gobiernos de los
países donde actúan para colaborar en el sostenimiento de
hospitales, escuelas, etc., aparte de las exenciones impositivas y la
introducción, libre de impuestos aduaneros de “artículos del
culto”.
Un agente del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Buenos Aires nos informó de la existencia
de un memorando secreto según el cual, tan sólo en la Argentina, se
invertirían más de cincuenta millones de dólares, con tenencia
creciente, y que durante los últimos años del régimen militar del
Proceso, por in- fluencia del embajador gangster Schlaudeman se
habría logrado introducir de contrabando por valor de más de diez
millones de dólares aparentemente para la iglesia, pero en realidad
destinada a una empresa yanqui, que en compensación entregó al
presta-nombre una subvención de dos millones de dólares.
Fundadores
de la Iglesia Adventista.
El fundador de la Iglesia fue
un tal William Miller, quien era agricultor de pocas luces quien fue
enganchado en la milicia, de donde habría sido arrojado por borracho
y otros pecados conexos, como robo, desear a la mujer del prójimo,
etc. Vuelto a las tareas agrarias, repentinamente, como sucede con
esta clase de charlatanes, se sintió llamado por Dios, para esparcir
su doctrina entre el pueblo. Predecía la venida de Cristo para el
año 1843, liego par 1844, y al no aparecer revisó sus cálculos
estableciéndolas para años más tarde Fue secundado posteriormente
por una iluminada, alienada como consecuencia de una pedrada recibida
en la cabeza a los nueve años de edad. Elena White, que vivió hasta
1815, la cual luego de residir en Inglaterra durante tres años y ser
convenientemente instruida en las artes divinas y esotéricas, se
largó a residir diez años en Australia, volviendo posteriormente a
su nativa Yanquilandia. Durante todos estos periplos no dejó de
escribir gran cantidad de libros y folletos, predicar y misionar en
forma asombrosa. Sin duda sus libros fueron escritos por otros.
La sede central de la Iglesia
se encuentra en Washington, siendo presidida por una Conferencia
General, que actúa dictatorialmente sobre toda la organización,
debiendo las filiales extranjeras fiel acatamiento a la autoridad
máxima que es el presidente, quien cada cuatro años debe ser
elegido. Cada Iglesia local está regida por una Junta directiva
regida por los feligreses activos. El pastor local es el Presidente
nato.
En la Guía telefónica de
Buenos Aires, 1985, pg. 242, bajo el nombre de “Asociación de los
Adventistas del Séptimo Día”, se encuentra una nómina de 20
centros. Aparte, en la misma página, bajo el nombre de “Asociación
Casa Editora Sudamericana”, se encuentra la importante imprenta que
abastece de literatura imperialista a rodos los países de
Sudamérica. Se halla ubicada en la localidad de Florida, partido de
San Martín (Av. San Martín 4555).
Quien desee ponerse a las
órdenes del imperialismo yanqui puede concurrir a cualquiera de los
locales que la Guía indica.
Resulto curioso que las
Madres, Abuelas y Tíos de Plaza de Mayo, no hayan levantado su dedo
acusador contra este engendro de Satanás, cuando sería notorio que
durante la faz más dura de la represión, y antes de que asumiera la
presidencia de los Estados Unidos el manisero Carter, miembros de
esta Iglesia habrían delatado a subversivos.
Se reserva para otra ocasión
dar los nombres de los honorables dirigentes de esta Iglesia y los
principales colaboradores del imperialismo yanqui, como así también
los aspectos doctrinarios y su concomitancia con las sectas Testigos
de Jehová y Mormones, las tres creadas por delincuentes.
Adventistas,
confesos agentes del imperialismo yanqui.
Quizá de todas las sectas
protestantes ninguna como la de los Adventistas se confiesa como
instrumento del imperialismo yanqui y por boca de la máxima
propulsora de la secta, señora Elena G. De White.
Resulta curioso y sugestivo,
que tanto los responsables del CELAM como el mencionado jesuita
Damboriena (aunque este es disculpable por ser precisamente jesuita)
no se hayan referido a esta actividad imperialista yanqui de la
secta, y ello a pesar de la violencia con que trata esta secta a las
figuras de los Santos Padres, a los que consideran la “Gran Bestia
Apocalíptica”. Está bien que Cristo enseñe que hay que poner la
otra mejilla cuando nos abofetean en una. Pero no hay que pasarse de
la raya. No es necesario expresarse crudamente como lo hacemos
nosotros. Simplemente habría que copiar ciertos párrafos de la
principal obra de la sacerdotisa Elena White, que, por ejemplo, dice
en su obra “El
Deseado de todas las gentes”,
pg. 776 al 86, edic. argentina 1977:
“La Bestia, de
Apocalipsis, 13:
1-10 es un símbolo
de este poder a través de los siglos, que ha existido bajo diversas
formas simbolizadas por las siete cabezas. Bajo la cabeza dominante
del período presentado por el Apocalipsis, la Bestia representa al
papado. Ejerció el poder perseguidor durante 1.260 años…” Y
para salvarnos de la “Bestia papal”, “había tan sólo una
nueva potencia notable que hacía su aparición en el horizonte del
mundo, a saber, los Estados Unidos de Norteamérica”… “Las
Bestias que representaban las naciones del Viejo Mundo, aparecen
saliendo del mar…” que para la White eran execrables.
En cambio, “la
bestia con dos cuernos de cordero
(cuando doña Elena escribió estos párrafos aún Reagan no existía,
de forma que no podemos atribuir la alusión de “cornudo” a éste,
sino que habrá sido a otros presidentes), está
representada y se cumple en los Estados Unidos y su gobierno; …para
salvar a la humanidad.
Y luego de hacer una mezcla de
cornudos que a veces lucen dos cuernos y otra vez siete, llega a la
conclusión que, el dúplice cornudo es los Estados Unidos como país
y su gobierno, que está representada en la simbología apocalíptica
con dos cuernos de cordero. Y dice la gran sacerdotisa de los
cornudos Adventistas: “Estos
dos principios (los
dos cuernos) de este
gobierno (de los
Estados Unidos) han
granjeado también la admiración de todos los que aman a la
justicia en todas las naciones, y han llevado a sus playas desde el
Viejo Mundo, multitudes de oprimidos y amantes de la libertad…
Únicamente una religión sobre toda la faz de la tierra reconoce
los principios de la igualdad de los hombres y la absoluta libertad
de la voluntad, sin compulsión. ÚNICAMENTE UNA NACIÓN IMPORTANTE
sobre la faz de la tierra ha encarado alguna vez en la constitución
de su existencia y los principios de su gobierno estas dos
características, Y ESA NACIÓN ES LA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
NORTEAMÉRICA”.
Estos párrafos son
suficientemente ilustrativos como para abundar en mayores detalles.
Únase a ello la descarada actividad en contra de la religión de los
pueblos de Latinoamérica, para dejar establecido en forma por demás
fehaciente cuál es el objetivo colonialista perseguido por esta
secta gangster. Además demostrativo de la irresponsabilidad,
traición, ignorancia y complicidad de los responsables de la
Secretaría de Cultos de nuestra Cancillería y de los gobiernos que
permiten la libre actividad de estas sectas.
No vengan los gobiernos a
hablar de unión de los países de Latinoamérica, ni hablar de
soberanía y demás “principios” demagógicos.
Los dólares adventistas
hablan y obran.
Daremos cabida en nuestras
páginas, para que la famosa organización antiimperialista Franja
Morada y la no menos famosa y activa Coordinación Radical, nos
informen sobre sus ideas al respecto a la iglesia Adventista, y que
desmientan si se les otorga millares de su PAN para el proselitismo
imperialista en recompensa por los votos adventistas. Los
esperaremos.+