ISIDORO CAÑONES
¿Lo recuerda, viejo
camarada? Hace más de medio siglo, Quinterno publicaba una historieta que nos
entretenía a la muchachada. Presentaba a un play boy porteño, tipo Hollywood,
desvergonzado, atrevido, vividor, mujeriego, badulaque. Pero con cierta
decencia y simpatía, pues en ocasiones le tironeaban la conciencia su ángel de
la guarda para su bien, y el ángel condenado, para incitarlo a sus andanzas
pecaminosas, que siempre le salían mal. Además debía soportar los estériles
empeños del tío Cañones que lo agobiaban amenazándole con negarle dinero para
sus juergas, con el fin de enderezarlo moralmente. También aparecía el usurero “Jacoibo”,
que bancaba sus desatinos.
Pues bien, días
pasados un señor afirmó en TV que Quinterno, para crear su Isidoro, se inspiró
en un personaje real, Macoco Alzaga Unzué, típico libertino de la oligarquía
cipaya, filo inglesa y liberal. Pero para crear su historieta juvenil, Quinterno
moderó los escandalosos hábitos de Macoco, sin adjudicarle a Isidoro la vida
libertina del personaje real.
Pinta de cuerpo
entero a este degradado malviviente de la oligarquía, su costumbre canallesca,
de jactarse públicamente de haberle “tocado el culo” (sic) ¡públicamente!, a
las conyugues de los presidentes argentinos de la época, mencionando nombres de
las damas, e ilustrando con detalles, circunstancias, etc…Militar o civil
ninguna ni ninguno se salvó, y no se menciona de alguien que se haya vengado de
la afrenta trompeándolo; ni de las damas abofeteándolo. Eso sí, afirmaba que a Eva Perón no se le
animó. Siempre salió bien parado. Posiblemente protegido por sus hermanos de
logia...
Además, este Macoco podía
vivir esa degradada disipación pues poseía una enorme fortuna familiar ganada
por su padre –seguramente cofrade del masón Mitre-- durante la Guerra de la Triple
Alianza abasteciendo con pertrechos al ejército brasilero. Recaudó una fortuna
tan inmensa para la época que llegaron a manos de su hijo 25 millones de
dólares, que éste depositó en varios bancos europeos y de EEUU.
Este típico ejemplar de
los cipayos y traidores que gobernaban esa época degradada, con el ejemplo o el
poder, frecuentaba la confitería más chic de Buenos Aires, identificada con el
nombre de la reina de Inglaterra, Tenía, como buen vasallo, el placer de “chupar”
y vanagloriarse de su libertinaje bajo el retrato de la virtuosa puritana.
Ni él ni los de su
calaña masónica emplearon su fortuna para bien de nuestra patria, en momentos
que se podría haber iniciado su industrialización e implantado la Justicia
social. En fin, que nada se hizo, siguiendo la moda de los carcamanes que
ganaban sus fortunas en Argentina, y las gastaban en París entre las patas de
las putas francesas, dejando vivir miserablemente a los gauchos en sus estancias.
Macoco, paradigma de
los oligarcas liberales, tuvo un antecesor, imitando las andanzas deplorables del
“play boy” sanjuanino, quien, años atrás, patrocinado por los chilenos, viajó
por medio mundo, exhibiendo su desfachatada necedad (leer: “La Sombra del Masón”,
en este blog). Porque Sarmiento fue el maestro que legó a la posteridad una
escuelita donde se enseñaba renegar de todos los valores morales y patrióticos nacionales.
En ella, Macoco, la oligarquía vacuna y luego
todos los políticos ‘democráticos’ hasta nuestros días, son aleccionados en la manera
miserable de “vivir la vida” estafando al pueblo y a la Nación, en beneficio
del imperialismo.
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