sábado, 4 de marzo de 2023

 

 

 

¡¡¡O FACHO O LOCO!!!

 

ESTIMADO COMPATRIOTA: ELIJA SU DESTINO, SEGÚN LAS CONCLUSIONES DEL ARTÍCULO  DE  RAFAEL  GAMBRA , ESCRITO EN 1996 , Y PUBLICADO EN LA REVISTA IESUS CHRISTUS EN SEPTIEMBRE DEL 2001.

 

EL  CONGRESO  DE  PSIQUIATRÍA

( DIAGNOSTICO Y  PRONÓSTICO ).

 

En el pasado mes de agosto acaba de celebrarse en Madrid un magno Congreso Mundial de Psiquiatría que ha debatido a través de un millar largo de ponencias la enfermedad mental en las próximas décadas.  “ABC” publicaba su principal crónica del congreso:                          “La medicina ante la locura del siglo que viene”´

 

El diagnóstico global parece unánime entre los cientos de psiquiatras que han acudido del mundo entero.. El 18% de la población padece ya de algún trastorno psiquiátrico y su número crece en proporción geométrica.

 

Depresiones profundas, gestos suicidas, trastornos de conducta, crisis de angustia, neurosis y demencias rápidas, llevan al hombre actual a disponer de un “psiquiatra de cabecera”.

 

En muchos casos se trata de vicios, o de las consecuencias de los vicios tales como la sodomía, el sida, la drogadicción, etc., que no es fácil de asumir mentalmente.

 

En otros es el impacto obsesivo de la información recibida por la electrónica y la TV que la mente humana, víctima de su infancia, es incapaz de asimilar, o crea en ella elementos de frustración y fracaso que  abocan a la desesperación.

 

La despersonalización ambiental, la quiebra de identidad personal, el temor a morir, completan un pronóstico desolador.

 

En los días siguientes los periódicos han gastado ríos de tinta para describir, por otra parte, la violencia sexual desatada sobre mujeres, niños y adolescentes, prostituidos forzosa y voluntariamente en la rápida difusión de la pederastia o pedofilia que forma parte ya de los programas turísticos.

 

Nada de esto precisaría de los psiquiatras  del Congreso para que lo supiéramos.  Basta ojear lo anuncios por palabras (sección relax) de los principales diarios de Madrid y Barcelona para comprender la magnitud de la corrupción y de sus consecuencias, máxime siendo consciente de lo que se lee es sólo una mínima punta de iceberg.

 

¿Y las soluciones? Aquí nuestros psiquiatras hacen sus maletas  para regresar a sus puntos de origen. La crónica final publicada por el “ABC” (la del día 28) descarta como inútiles o contraproducentes las medidas políticas o jurídicas y apunta tímidamente a la familia como el campo de terapia más asequible.

 

Pero la crisis actual de la familia a través del divorcio, de la violencia conyugal, la  contraconcepción, el aborto, etc., ocuparía descripciones no menos escalofriantes. Total, nada.

 

Todos, sin embargo, médicos, cronistas, informadores,, saben perfectamente que el mal (de su explosión espectacular) es sólo uno, como uno es también el posible remedio: se trata simplemente de la pérdida de la religión, de la descristianización de Occidente.

 

Porque no hay moral seria ni eficaz que no se base en una fe religiosa. Sólo la recristianización de nuestro mundo (en las leyes y en la familia, en la educación básicamente) salvaría a éste del caos moral que se teme.

 

Pero un cristianismo verdadero, de dogmas, de mandamientos, de sacramentos, de penitencia y de mística. No ese otro cristianismo al día, de solidaridad, de humanismo, de paz, de filantropía, y de diálogos ecumenistas.

 

Todos lo saben, pero nadie se atreve a decirlo. Los científicos porque lo verían anticientífico, una especie de humillación del Hombre ante los ídolos del pasado. Los demás por ser tratados de fachas, de integristas, de retrógrados, de fundamentalistas, de perder su crédito ante el Mundo Moderno.

 

Así que, fuera de la intervención –misericordiosa o justiciera—de Dios, sólo le queda al siglo XXI la opción de que el hombre se cueza en su misma salsa.*

 

Rafael Gambra.

 

Comentario nacionalista:  ¡O fachos o locos!  Comprendo que es un encabezamiento irónico y burlón, pero a los locos no se los puede tomar en serio. No hay escapatoria; o te reís cuando te digan  facho, o  te volvés loco como ellos.

 Los nacionalistas, o sea los “fachos”, amamos a Dios y a la Patria, a  la  Justicia social (Bien común),  a la Familia., y a la Historia verdadera. Somos absolutamente opuestos al  actual Mundo degenerado,  dirigido por los enemigos del cristianismo,  que odian esos valores.  Los desconocen y atacan,  en la TV, en la escuela, etc., formando una “opinión pública” desatinada y dirigida,  que indigesta a los televidentes, acabando con el libre criterio y el sentido común popular.

 Pero este mundo perverso,  también enferma a los poderosos que se consideran “predestinados”, mediante sus casi infinitos recursos monetarios, a gobernar tiránicamente el mundo, imponiendo una esclavitud terrorífica e inhumana, donde sólo existirán amos y siervos

 Pues al no poder cumplir plenamente  su política delirante,  inspirada en el egoísmo supremo,  quedan dominados irremediablemente por  la desesperación atea de no poder realizar totalmente sus locos sueños descontrolados. La ambición inagotable los enceguece y los arrastra frenéticamente al resentimiento, a la destrucción, a la locura, al crimen, impulsados por  la maldad diabólica.

 Desde ese lejano 1996 en que Gambra escribió, esos 18% de alucinados´ detectados en  su época, al ir  aumentando en proporción geométrica, y con mayores refinamientos para trastornar, tienen un peso decisivo en el criterio de los ciudadanos. Impusieron condiciones tan atroces, extremando las que  denunció Gambra,  que la pendiente resbalosa hacia el Abismo está como nunca concurrida. 

 ¿Cómo defendernos de estos  desatinados’? Jesús nos exige: amar a Dios y al prójimo como a uno mismo. Simplemente, amar al prójimo individual y políticamente;  contentos de recibir una sonrisa, una mirada cálida, una palabra de aliento…  Valorando las maravillas de la Creación,  la Verdad y, la Belleza de los seres, en vista a la eternidad.

 Pedro Varela Gueiss agrega: el placer de escuchar música clásica, admirar la pintura y la escultura, leer los clásicos; la vida sencilla, sana y frugal…      ¡ Descubrir para gozar alegremente,  protegiendo  y  conservando las insuperables obras naturales y  culturales que nos  acercan a Dios !

 Difícil de alcanzar,  extraño a la vida moderna, pero indispensable, el nacionalismo argentino siempre propuso el estilo de vida del hombre normal, que es el hombre eximio, en plenitud, con vocación política de servicio, afianzada en la Prudencia; según describió el profesor Genta      en su  “El Filósofo y los Sofistas”.

 Sin alternativa, compatriota, decida su destino:  ¡ O facho o loco !                 ¡ O nos salvamos  o  nos  hundimos en un loquero !+

 

 

 

 

 

 

 

 

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