PANDEMIA, MÁS BIEN PANDEMONIO.
Dos acontecimientos relevantes acontecieron durante estos últimos días, con
auténticas enseñanzas para aprovechamiento de los inconformes inteligentes.
Escribió Belloc una exacta definición del protestantismo: la rebelión de los ricos contra los pobres. Y
San Pío X definió que Jesús es el arquetipo del Pobre sublime, Dios hecho
Pobre, que llegó sin nada, abarrotado con los pecados del mundo, abandonado por
los Apóstoles. No persiguió a nadie, más bien martirizado y muerto vilmente por
los judíos.
¿Qué relación puede existir entre una y otra afirmación? El protestantismo
sería, entonces, una rebelión de la moral calvinista, contra el ejemplo, la
vida y las enseñanzas de Jesús, y contra todos los que aún sobreviven cargando
con dignidad su pobreza.
De acuerdo a los notorios sucesos actuales, el protestantismo judeo/calvinista,
oligárquico y racista, triunfó y reina atestando al mundo con su herejía. En Argentina, los enriquecidos funcionarios y
políticos del Régimen anhelando los dólares del ‘americanismo’, asumieron la
desgraciada moral calvinista, acatando las ordenes de los amos, llegaron a
despreciar y odiar incondicionalmente a los más necesitados de ayuda y de
trabajo digno.
Hoy día la pandemia es un pretexto para atropellar a los pueblos y las multitudes
empobrecidas del 3º mundo; y también contra los menesterosos que viven
disimulados entre los oropeles, en el mundo de los amos. Es el odio al Pobre,
al aplastado y despreciado por el Mundo; al que no “triunfó”, de acuerdo al
criterio judeo/calvinista, donde el éxito mundano es santidad.
Aconteció un hecho real que da razón
a lo dicho:
Un joven veinteañero, desocupado, ‘gracias’ a la eficiencia política de los
representantes democráticos del pueblo, que velan entrañablemente para el
bienestar y el trabajo de los argentinos, salió a la calle para rebuscarse unos
pesitos como ‘trapito’, o sea limpiador de parabrisas en los semáforos. Pero en
un día que no le correspondía, por eso de los pares e impares ¡Y fue sancionado
y encarcelado!
Ley pergeñada por los probos miembros de la ‘justicia’, que no consideran
que un trabajador independiente debe trabajar todos los días, para poder comer
y vivir, sea el día que sea. Y si lo considerasen, los castigan gustosamente
por fidelidad a la guerra de exterminio bacteriológica impuesta por los
multimillonarios; que es fuente de riquezas personales de los políticos y
jueces corruptos.
Pues bien, cumpliendo órdenes ‘legales’, en una auténtica exhibición de
policías que juegan a ser cowboys de Hollywood, en una esquina de la ciudad,- y
no exagero en absoluto--, el joven fue cercado por dos móviles policiales,
motos, bicicletas, y hasta uniformados de pie, y lo arrinconaron contra una
pared con los brazos en alto, a la vista del público, como un auténtico
malhechor. Lo detuvieron, durante 12 horas, le sacaron sus elementos de
trabajo, y lo recluyeron en una celda maloliente con otros ‘contertulios’,
promiscuamente, pasando la noche durmiendo tirado en el suelo mojado e infecto.
Todo esto por cometer el gravísimo delito de querer trabajar todos los días;
para llevar dinero todos los días a su familia.
Descubrimos así una justicia perversa e inhumana que ampara y promueve la
miseria popular. La democracia liberal moderna, se ensaña contra los
trabajadores más humildes. Dicen que el presidente dijo cínicamente: que mueran
de hambre, pero al menos sanos. Aunque sé de muchas familias generosas que entregan
alimentos y vestuario a los menesterosos que los solicitan, tratando de neutralizar
así esta guerra desatada para eliminarlos. ¡La piedad cristiana está vigente, gracias
a Dios!
Y ahora dos breves comentarios que son la contraparte a esta miserable agresión
para exterminar a los más humildes. Radio La Red informó que un ‘representante’
del pueblo, chubutense, kirchnerista y adinerado, organizó una suntuosa y
multitudinaria fiesta de cumpleaños, burlándose de las medidas de seguridad contra
la ‘pandemia’ dispuestas por el gobierno. No se informó si fue detenido y
alojado en una lóbrega celda durante 12 horas, al menos.
En el otro caso, un sefardí denunció un festín para celebrar un casamiento asquenazí,
organizado transgrediendo desechadamente
las ordenanzas de seguridad. Un portavoz judío aclaró que se realizó sin
autorización alguna, pues la salvación de los judíos es más importante que el
respeto a las leyes gubernamentales. Integran, con este pretexto, un Estado con
justicia propia, dentro del Estado argentino, para cumplir las ordenanzas del
Jehová talmúdico. De manera que las
leyes fundamentalistas judías están por encima de las nacionales; tal como
acontecía en los ghetos, aislados y sin asimilarse al país que los recibe, pero
ahora sin estar encerrados.
Fueron detenidos dos o tres asistentes, inclusive un rabino, pero tampoco logro
imaginármelos pasando la noche en una celda maloliente, durmiendo en el suelo. ¡Con
los barbijos puestos, claro está! Es que hay una ‘justicia’ para los pobres
apestosos, obligados a usar el denigrante barbijo, y otra para que los ricos
vivan la ‘dolce vita’ en el pandemonio. ¡Es la ‘justicia’ del liberalismo! ¡vaya
novedad!*
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