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sociedad moderna norteamericana hace “democracia
de la religión y una religión de la democracia”, advirtió el director del
Secretariado de la Familia
en la National Catholic
Welfare Conference. Monseñor Irving De Blanc intervino en el acto de fin de
curso en el Colegio Maygrove, de Detroit. Dirigiéndose a los graduados les dijo
[entre otros conceptos]:
“Nuestra
sociedad presenta síntomas abundantes de que, en vez de la triple
convivencia católica, protestante y judía se ‘cuece’ el americanismo como una
nueva super-religión, especie de
componenda respecto a la religión natural y revelada.
Bajo esa componenda, Dios no pasa de ser
un camarada jovial, nuestro abuelo indulgente y poderoso, que no nos exime
nada, pero si atiende nuestros deseos.
Considerada de esa forma –añadió Monseñor De Blanc-, la religión se convierte en psiquiatría
con música litúrgica, estructura de organización técnica y moda cambiante que
sirve como arma poderosa frente al comunismo y de remedio a la sociedad”
Refiriéndose luego a semejante adulteración
de las creencias religiosas, dijo que produce entre muchos católicos una
conducta parecida a la de otros norteamericanos sin fe. “A ello se debe –continuó Mons. De Blanc- el que las rupturas matrimoniales aparten de la Iglesia “a un número quizás
mayor de personas que el de los convertidos a la fe. Por desgracia son también
muchos los católicos que practican el control de la natalidad y los que ignoran
los principios morales”…
Publicado en la revista
española ‘Ecclesia’, en 1959, antes del Vati-dos, por supuesto. Hoy día Benedicto XVI elogió la separación
Iglesia-Estado, desoyendo las denuncias de Mons. De Blanc; y si las ignoró es
que no se hizo asesorar convenientemente ¡Asombroso! ¡Hoy día los ‘papólatras’ gritan:
Viva el americanismo!