APLASTADOS
PERO FELICES.
El hombre
moderno cuenta con una libertad ficticia, cada vez más inútil para los magnos
ideales. Esta es una verdad clara, verdadera y categórica, aunque inadmisible
para los televidentes,
El NOM
trata de aplastarnos para que seamos
felices ¡Es el colmo del cinismo! Robotizarnos, sin libertad, ni posibilidades
de llevar una vida personal e inteligente. Felices de pastar “en
el potrero verde de la felicidad” según palabras de Niezstche. Inclusive la ingeniería social está planificando nuestros tiempos libres, al fin de la jornada, para no distraer nuestro
celo en el trabajo. Admitiendo ciertos
desahogos con deportes como el futbol,
con fuerte implicancia política, para que colaboren con el propósito del NOM.
Esto
viene a cuento porque, luego de vacilaciones ‘torturantes’, me decidí (obligado
por la escasez de pesos) a salir de mi cueva de misántropo incurable para cobrar mi jubilación, y comenzar la ‘epopeya’ de ser humillado en el templo de la nueva
religión universal: el Banco
Soporté
una ‘cola’ hasta que abran el Banco, otra para entrar, luego para esperar a que
los cajeros se animen a atender; sin baños, ni agua, con asientos insuficientes. Una verdadera
amansadera para acostumbrarnos a mortificarnos, obedeciendo y callando; absorbidos
en esta lucha por la supervivencia, que no deja
tiempo para decisiones valiosas..
Dejándonos
sin derecho a nada, ni siquiera unos instantes para cultivar alguna
manifestación cultural o artística que exalte nuestra libertad… y menos que
menos la religión, el encuentro con Dios. Pues lo que tenemos no nos lo ofreció
Dios, sino los filántropos del NOM... y
si no te gusta andá a cantarle a Gardel, y serás sancionado.
Al fin
cobré y se dulcificó mi deseo de vengarme del tratamiento prepotente a personas
de la tercera edad. Durante el tiempo que esperé sentado en un asiento de chapa agüjereada, ideé la
manera más insidiosa para repudiar al
Banco, al NOM y sus pertinentes logias ¡me
dispuse a pensar, a reflexionar sobre la situación que se encuentra la
humanidad! ¡Ocio con dignidad! Sabiendo cuál es el plan, al menos de alguna
manera se puede enfrentar
La vida
actual no deja un momento para la reflexión, para advertir el peligro de la deshumanización
general Si lográramos el milagro de
hacer pensar a los televidentes que están siendo engañados miserablemente,
todos podríamos tratar de anular esta agresión contra la libertad humana. Creo
en los milagros, aunque no los merecemos ¿Qué otro remedio nos queda, que
seguir rogando y luchando? +
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