viernes, 16 de diciembre de 2022

 

ESCANDALOSAS MÁXIMAS MORALES DE UN GENERALOTE FASCISTA, AGREDIENDO  LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS FUEROS PARLAMENTARIOS.

 

En estos tristes días que estamos viviendo, atronó en el ámbito del Congreso la repulsa conjunta de los honorables parlamentarios ante el juicio a una honorable señora que trabajó toda su vida honradamente, acaparando un discreto capitalito para alivio de su vejez.

 

En los  corrillos parlamentarios, según me comentaron, (yo no frecuento esos antros de corrupción), no  se habla de otra cosa, cundiendo una temerosa inquietud entre las honorables, señoronas y señorones ‘LGTBYZ’ etc. , ante la posibilidad de ser investigados de acuerdo a esas máximas que hace añares caducaron; por lo que nada deberían temer al respecto.

 

Nadie podrá nunca acusarlos de inmorales, aunque las apariencias  así lo  manifiestan. Ellos cumplen una ley moral que aceptan con una unción y fervor semejante a la de  un San Francisco.

 

Pero, claro está, en el fondo hay una pequeña diferencia. Porque la ley moral que ellos viven rigurosa y disciplinadamente, es una nueva moral absolutamente contraria a la cristiana. Es una parodia masónica de la cristiana. Tan perjudicial y destructora que, podríamos suponer, el mismísimo odio demoníaco, la creó.

 

Es una  moralina liberalísima, libre de dogmas y de preceptos,  donde las palabras HONOR, VIRTUD, PATRIOTISMO, RELIGIÓN, TRABAJO  etc. carecen absolutamente de sentido; más bien exaltan lo contrario de lo que verdaderamente significan. Cada quisque puede actuar libremente como se le ocurre, para acrecentar sus beneficios personales, sabiendo que  de ninguna manera podría ser enjuiciado y menos condenado. Así es como, los que tienen el poder, viven  despreocupados y entusiastamente, cumpliendo la ley demoníaca que ellos mismos se imponen.

 

Claro está que la nueva moralina, opuesta a la del generalote fascista, ha dejado al país humillado ante el pueblo y ante el mundo, pero no se debe discriminar. Y menos atacar esa  moralina,  pues sería dudar de la esencia misma de la  “democracia”, ¡esto jamás!     

 

A continuación las máximas del generalote, que suenan a palabras incomprensibles, anquilosadas, apolilladas, inquisidoras…¡Viva el liberalismo, aunque la Patria perezca!

 

“El maestro procurará con su conducta y en todas sus expresiones y maneras  inspirar a sus alumnos:

+Amor al orden

+Respeto a la Religión.

+ Sentimiento de honor.

+ Amor a la virtud y a la Verdad.

+ Horror al vicio.

+Inclinación al trabajo.

+Despego del interés.

+Desprecio a todo lo que se diga a profusión y lujo, en el comer, en el vestir, y demás necesidades de la vida,

+Un espíritu nacional que le haga preferir el bien público al privado.”

 

GENERAL MANUEL BELGRANO

 

Este ‘generalote’ vivió las máximas haciendo reverdecer el honor y los laureles patrios.¿Sería posible  que  jueces, parlamentarios, militares,  maestros, universitarios, etc. acatasen todas la máximas morales de Belgrano? ¡Aunque  si al menos viviesen una solita podría ser el comienzo de la Restauración de la Patria!

 

 

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