LAS CADENAS DE OBLIGADO

 

 

 

LA MUJER, POR DIOS Y POR LA PATRIA.   

 

Nuestra Santísima Virgen María ,  atacada ferozmente por sus enemigos 

que no soportan sea una mujer perfectísima; es  nuestra guía  hacia  Jesús   y  el  espejo   donde debemos mirarnos todas las nacionalistas argentinas                                                                                                                                                                                                           Como tales  surgen   también los nombres de tantas patriotas olvidadas por la “historia” que el Revisionismo debe rescatar y hacer conocer desde la más tierna infancia a los argentinos.

Algunas de ellas fueron:  Doña Encarnación Ezcurra, esposa del Restaurador, compañera y amiga incondicional por la Patria. Su hija, Manuelita ROSAS, que ayudando a su padre mirara por los necesitados sin distinción de clases, viviendo en su casa una verdadera democracia.

Remedios de Escalada, esposa del Gral. San Martin, también su  casa fue la ayuda que el general necesitaba, dando las damas que allí estaban todo su esfuerzo y apoyo.  Y luego la hija, Remeditos, que al igual que Manuelita Rosas supieron acompañar en el destierro a sus padres rodeándolos con el cariño de sus familias, aliviando las amarguras del exilio ; viendo  como sus sacrificios eran olvidados, y lo peor la decadencia de la PATRIA que ellos trataron de impedir. Otros nombres, si; Juana Azurduy, luchadora  que mereció recibir del Gral. Belgrano  su sable  honroso .

También como   ellas fueron las que estuvieron presentes en la VUELTA DE OBLIGADO, en AYOHUMA, y las que siguieron a los ejércitos ,no portando armas , sino curando heridas y dando consuelo, desde donde también se defiende la PATRIA.

Y ni que decir de las mujeres “sin nombre” que en las Invasiones Inglesas desde sus casas combatían al hereje  porque  sabían  que   venían a  atacar su  F E                                                   

Y más cercanas están las que ayudaron durante las luchas en las Malvinas; las enfermeras, y sobre todo las madres   y   esposas, hermanas, novias   que  entregaron  sus seres queridos, muchos de los cuales no volvieron.  Que  sus plegarias nos fortalezcan  también a nosotras  para  sentir   LA  PATRIA.

Sacrificio, nos demuestran todos los anteriores ejemplos; sacrificio  que  en  unión del amor  es el fundamento  de todo matrimonio sobre todo si hablamos de la madre centro del núcleo familiar.

Por ese motivo es atacada en nuestro tiempo LA  MUJER.  En busca de una falsa  “liberacion“ pierde  la noción de donación, para que no sienta que debe hacer sacrificios, cuidar a los suyos . En estos momentos hasta se llega a pensar que es un derecho matar a su hijo. Y sólo consigue la disolución de la familia, que es el fin especialmente buscado por   los regímenes sin Dios y sin Patria.                      

Y tomo la palabra del profesor GENTA en uno de sus libros :” Que el varón y la mujer sepan que, en los tiempos que vivimos,   la verdadera realidad y verdad del amor es la disposición al sacrificio, no hay otra cosa.

 Dichosa la mujer que encuentra un varón en esa disposición y dichoso el varón que encuentra una mujer en esa  actitud “+                                                   

Herminia Belleni.

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 …una mujer normal.

“Lo normal era siempre lo mejor; el caso normal era el ejemplar óptimo, el más excelente de su especie, el más acabado y completo. Hubiera abominado de una normalidad de términos medios, de denominadores comunes, de tipos standard”. Genta. “El Filósofo y los Sofistas”.

 

La mujer normal es la mujer por excelencia, la mujer de raza, adornada con todas las virtudes femeninas elaboradas a través de los siglos de cultura moral, que colman los deseos del hombre y de la familia.

Deseo publicar el pensamiento de una de esas chicas ‘normales’, a la  que conocí hace unos añitos; y  que recién al paso   del tiempo se  valora íntegramente su vocación maternal y familiar, cuando es inevitable la comparación con las alocadas devastadoras feministas.

 Esta mujer de la que hablo, cristiana, culta y patriota, oyente y lectora de los grandes maestros del nacionalismo asumió sus enseñanzas. Es la típica mujer normal, anónima, esforzada y fiel, que lucha denodadamente para defender su familia: aporte fundamental para establecer la Cristiandad.

Esta chica normal, desde hace muchas décadas, desde el tiempo del tranvía y del buzón colorado, es mi amiga y novia; es mi esposa fiel y amante, mi Beatriz que me guiará, Dios mediante, para encontrarnos en el Paraíso.

Horacio Bonfiglioli.