AMERICANISMO
EN ARGENTINA
La exagerada preponderancia
judía en el periodismo, difundiendo los principios del americanismo, no existe
solamente en nuestro país, sino que se ejerce en muchos otros, como que
proviene del imperialismo judeo/calvinista que domina USA y sus satélites de
influencia.
Por medio de las agencias
informativas exportan al mundo entero un adoctrinamiento político, moral y
cultural, llamado ‘americanismo’, basado en ateísmo y antivalores, contrariando
el sentido común, abatiendo el patriotismo, y promoviendo la subversión moral,
el sometimiento político, el consumismo y el hedonismo.
El ‘americanismo’
proviene de una interpretación materialista de los libros sagrados. En sus
orígenes próximos fue una herejía puritana, condenada por S.S. León XIII; luego
fue impregnada con el estilo de vida talmúdico; del que podría ser su símbolo y
su filosofía. El “americanismo” es el estilo de vida talmúdico-calvinista,
esencialmente epicúreo, cuyo “decálogo” moral es el culto a Mamón, y su propósito
la dominación mundial; pues los imperialistas se consideran predestinados para
gobernarlo.
Los unitarios se
encargaron, durante el siglo XIX, de negar nuestra capacidad de hombres libres
para gobernarnos; y rechazaron escandalizados nuestra característica vida
nacional; incitándonos a copiar lo extranjero. Hoy día la masonería cumple a las
maravillas la misión de considerarnos adolescentes necesitados de tutores, promoviendo
la intervención imperialista, mediante el soborno a los político y la entrada del ‘americanismo’.
Ya los argentinos
podemos afirmar que desde que plagiamos la constitución yanqui ese espíritu de
sumisión unitaria/liberal ante el poderoso de turno permanece, al aceptar
incondicionalmente el dominio de la ideología “americanista”, El americanismo impulsa
al pueblo argentino a copiar, anhelar, suspirar, envidiar y aplicar, como
buenos discípulos de Sarmiento, todo lo que sea yanqui… pero sólo lo yanqui
indigesto y dañino; lo yanqui que nos
imponen las multinacionales por medio de Hollywood; para que desfiguren nuestra
personalidad social y nacional, y nos mantengan en estado de factoría
anglosajona.+
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