domingo, 24 de octubre de 2021

 

 

El enano fascista, popularizado por B. Neustad, ese periodista ‘libre e independiente’, tan obsesionado que veía fascistas hasta debajo de su cama, me envió la siguiente crónica cinematográfica de la película “1984”, basada en la novela de ciencia ficción del visionario escritor George Orwell, No puedo aseverar los conocimientos artísticos del enano, pero, como me pidió la publique considerando que tiene  vigencia actual, pese a mis dudas la transcribo a continuación:

¿1984?

 INSEGURIDAD, MIEDO, ENCIERRO Y MISERIA.                                                                                                        La película expone un proceso científico programado por la ‘ingeniería social’, para manipular y someter a la población bajo el poder del imperialismo globalizador, haciéndola vivir una vida de esclavitud inhumana, debida a la imposición, por medio del periodismo cómplice, de un miedo inexorable, que sólo  se cree poder paliar obedeciendo irracionalmente al Estado totalitario. Este método fue utilizado en la URSS, pero lo aplican también sus aliados anglosajones, en el mundo occidental. ¡Los aliados sean unidos!                                                                                                                       

1º paso: la ingeniería social, arma del imperialismo capitalista/comunista, utiliza la psico/política denunciando una peste de características catastróficas, para originar en la población un miedo irracional, supersticioso, vergonzoso, indignante, absolutamente servil.

2º paso: ese miedo, a su vez, causa en la población, según el método psico/político, una obediencia ciega a los mandatos protocolares del Estado totalitario (llamado ‘democrático’ o marxista),

3º paso: se impone rigurosamente el uso obligatorio de elementos de muy dudosa validez preventiva. Los cuales son aceptados y anhelados por los seres dominados por este proceso, temiendo las sanciones del Estado totalitario, pero también por la creencias de ser elementos mágicos infalibles, tal cual se los podría haber propuesto el brujo de alguna tribu; e inclusive considerarlos una especie de sacramentales de la liturgia de la nueva religión universal.

4º paso: el ciudadano se transforma en un misántropo, aterrorizado ante la posibilidad que lo asalten seres peligrosos, ignotos e infinitesimales; y se recluye en sí mismo como dentro de un cilindro transparente.

5º paso: así es como el hombre, creado animal político, con destino celestial, inadvertidamente, va abandonando la relación natural con sus semejantes, incluidos familiares y amigos. Mira con hosquedad a los que están a su lado, sospechosos de ser portadores de su muerte; se aleja de ellos. De animal político, perdida su vida social política, se transforma en un animal integrante de una piara gregaria.

Además, va perdiendo su relación con las maravillas de la naturaleza creada que lo rodean, el cielo diáfano, el sol radiante, el aire suave, plantas y animales, el alma inteligente, las mujeres bonitas, y tantas y tantas cosas más que le podrían alegrar la vida. Los sentidos desestiman la Belleza de los seres, y la vida se torna gris; haciéndosele difícil encontrar y agradecer al Creador.

6º paso: Sin personalidad, careciendo de inteligencia crítica, su proceder está determinado totalmente por la TV, vocera del Estado totalitario socialista, liberal o comunista, quedando a merced de la ingeniería social que, mediante estímulos instintivos, (Pavlov), puede someterlo absolutamente.

7º paso: Pero no todo está dicho, pues la ingeniería social, por medio de la psico-política perfeccionará, incansablemente, nuevos métodos coercitivos para controlar inclusive, la vida íntima de los que los acatan ciegamente, uniformando vestidos, pensamiento, dinero, entretenimientos, sexo, horas libres, etc. Serán convertidos en algo menos que esclavos, en pura materia disponible. En una cosa, en muertos vivos.

8º paso: La ficción de la película ‘1984’ se está haciendo realidad. Ella finaliza cuando el protagonista, en medio de las turbas domesticadas y postradas, comienza a desgañitarse, con el último aliento que le queda, vivando al Gran Hermano, el mismo que lo vejó y  humilló por el terror.

Esta asombrosa y absurda reacción humana, de besar el látigo del opresor, podría explicarse recordando que aparece ante casos de penurias extremas, de miedo alienante, de aterrante inseguridad social, de agresión del Estado. De manera que sólo le resta vivir movido por su instinto de sobrevivencia.

Epílogo mormónico: aunque parezca descabellada esa relación entre agresor y oprimido, ilustrada en la película, la misma es real; y muy bien aprovechada por los depravados sexuales y corruptos políticos. 

En la siguiente noticia, proveniente del paraíso de la democracia y la libertad, se manifiesta flagrante, demostrando que algunos mormones  practican pedofilia e incestos, obedeciendo mandatos religiosos del Jehová mormónico, con el consentimiento de los padres de las pequeñas víctimas.

Estos extremos de inmoralidad lo pueden aprovechar convenciendo a la gente que el estado de inseguridad y miedo es normal, por lo cual agradecen a los abusadores que les ofrecen amparo contra esa inseguridad que ellos mismos impusieron. A continuación una noticia proveniente de USA:

 “La policía de Texas allanó, en 2008, un rancho perteneciente a la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, que mantiene en todo su rigor la enseñanza que ‘recibió’ J. Smith sobre la ‘santidad’ de la poligamia, rescatando a 416 niños, de los cuales 139 eran niñas madres… Al arribar la policía al lugar se estaban celebrando ‘matrimonios espirituales’ dentro del mismo templo, entre hombres maduros y jovencitas de 15 y 16 años. Finalizada la ceremonia las jovencitas eran llevadas a habitaciones especialmente preparadas para consumar sexualmente el ‘matrimonio’. Estas jovencitas vivían realmente encarceladas, violadas y golpeadas, obligadas a vestir como en la época de Smith, con vestidos largos, cabello recogido, zapatones toscos para dificultar la huida. La hostilidad de los ‘elders’ persuadiéndoles machaconamente sobre la corrupción del mundo exterior al rancho, debida principalmente a la cruza con la raza negra, les creaba un estado mental de inseguridad, traumas aterrorizantes, que asumían refugiándose, paradojalmente, bajo la protección de mismo ‘elder’ agresor, representante del poder y del control absoluto… se sometían así para recibir la aprobación e inclusive el afecto del abusador…”.

 

 

 

 

 

 

 

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