EL PROTESTANTIMO, AL SERVICIO DE LA POLÍTICA IMPERIALISTA
SUBVERSIVA.
Tras la llegada de pastores con pretensiones políticas a nuestro país,
asoma sus garras el imperialismo. Penetran los dos sucesivamente, con una
intención concorde: pastores, que preparan el camino, e imperialistas, que
irrumpen fácilmente. Esta invasión es una peste que se pega al cuerpo nacional,
sin aparecer fuerza que lo limpie.
Históricamente así sucedió y sucederá siempre, pues al repudiar la
autoridad de la Iglesia las atomizadas sectas protestantes quedaron sometidas a
la autoridad del Estado. Y como el Estado liberal deriva en un Estado progresista
subversivo, inclusive marxista, el protestantismo, en definitiva, queda
apresado por él, apoyando necesariamente su política devastadora.
La Iglesia exigió independencia de poderes, con la subordinación espiritual
del Estado. Pero las sectas están sometidas al poder espiritual y político del
Estado donde se desarrollan. Nunca protestaron contra el bolchevismo ni
contra el imperialismo anglo/yanqui,
mientras el Estado no las autorizara.
La experiencia histórica demuestra que, obnubilados por la suprema demagogia
del ‘Libre Examen’, los “santos predestinados” protestantes han tenido siempre
la obsesionante inclinación, tras una máscara formalista y conservadora, de promover y apoyar políticamente todos los
movimientos subversivos contra la
Cristiandad, la cual es la
sociedad inspirada y fundada en los
Evangelios de Nuestro Señor Jesucristo; única valla contra el imperialismo.
A poco de comenzada la ‘Reforma’, Amsterdam, la ciudad judía y protestante,
enviaba de contrabando tanto espías políticos como agitadores religiosos;
inclusive millares de impresos obscenos
e irreligiosos a los países católicos. En Alemania, las sectas protestantes se
difundieron apoyadas por los príncipes, que las avasallaban y utilizaban de
acuerdo a sus designios políticos. En Inglaterra sucedió y sucede de la misma
forma; el anglicanismo, era y es como una oficina burocrática del Estado, que lo
maneja, supedita y financia; y que sólo se soporta para avalar al imperialismo.
De la misma manera en USA, donde las
sectas calvinistas de los ‘Padres peregrinos’ gobernaron autocráticamente. Luego, con el mismo ‘espíritu’, los ‘santos
predestinados’ creyéndose dueños y señores del universo, con sus acostumbradas usurpaciones
y violencias, pretenden acrecentar su dominio sobre el mundo, utilizando a los ‘ pastores’ para ablandar la resistencia
de los pueblos, a fin de sojuzgarlos vandálicamente.
Los aliados, durante la segunda guerra mundial, en fin, permitiendo la
invasión bolchevique para acabar con el catolicismo en Europa oriental …; mientras
Roosevelt, con un cinismo asombroso, aseguraba que ”ponía la libertad y la independencia de los pueblos
por encima de todo”.
Las citas podrían aumentarse, demostrando que las sectas son el “caballo de
Troya” del imperialismo. Al respecto, es recordable, además, la presencia de jerarcas eclesiásticos y políticos
ingleses en la España roja en 1937. Allí, en el momento más trascendental y
glorioso del siglo XX, cuando Europa parecía caer irresistiblemente en poder de
Stalin, los protestantes apoyaron la barbarie comunista. No sólo Attle visitó
España, saludando con el puño izquierdo
, sino el deán de Canterbury, doctor Johnson,
-acompañado con su comitiva, y por la duquesa de Arthill- , el cual expresó
públicamente estos asombrosos principios
teológicos, mientras el odio de comunistas y masones asesinaba millares de católicos : …”Esto es religión, porque en España
hay religión. Una religión consciente, inspirada en el cristianismo e incluso,
si alguien niega la existencia de Dios, no tiene importancia, lo único que
tiene importancia es lo que con sus corazones, lo que con el espíritu los de la
España leal quieren decir”. (España en llamas”, ed. Acerbo).
Confirmando el párrafo anterior, el profesor Jordán Bruno Genta mencionó en
una conferencia sobre Monseñor Tiso, el mártir eslovaco, (pronunciada el 23 de
abril de 1949, en la Acción Católica Eslovena), el apoyo de la jerarquía
protestante a su asesinato, con estas palabras, que deberían memorizar todos los
incipientes e inexpertos políticos de buena fe que buscan alianzas con los
protestantes:
[…] “ Continúo con la conducta de
los jerarcas y pastores de las Iglesias protestantes de Checoeslovaquia.
Reunidos en Praga acaban de adherir públicamente al régimen comunista presidido
por Gottwald. No se trata, como pudiera creerse ingenuamente, del planteo de un
‘modus vivendi’, sino de una adhesión incondicional y del ofrecimiento de la
más amplia colaboración, en mérito a que el Comunismo resulta ser nada menos
que “la realización de las exigencias cristianas”, tal como nos venía
anticipando el Reverendo Hewlett Johnson, Dean de Canterbury, en su apología
del poder soviético.
En rigor, no estamos
frente a una inconsecuencia, a una traición de último momento. Más bien, la
inconsecuencia y la traición estuvieron en el principio, en tiempo de Lutero y
de Calvino, cundo lo protestantes rompieron la unidad espiritual de Europa,
negaron la autoridad de Roma, consagraron el libre examen sin limitación y los derechos de la incompetencia para
cuestionar la Palabra de Dios. Todas las otras rupturas de compromisos, todas
las otras negaciones del principio de autoridad, todos los otros votos
quebrantados, no son más que añadidura y lógica consecuencia de la deserción
inicial.
No puede sorprender,
entonces, que el Reverendo Hewlett Johson, complete la secularización del
cristianismo, presentando a Jesús como un trabajador y un precursor sentimental
de la lucha de clases y del comunismo que Marx, Lenín, Stalin y Gottwald han
realizado científicamente.
Hasta aquí lo hechos de
los liberales, masones y protestantes frente al comunismo…”+
Nota del blog: En los
próximos días publicaré íntegramente la apasionante conferencia del profesor
Genta dedicada a ensalzar la santa personalidad de Monseñor Tiso.
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