martes, 21 de septiembre de 2021

 

Dilapidando la riqueza nacional.

En unos pocos años de gobierno, los honorables electos, con la incompetencia, irresponsabilidad e impunidad acostumbradas, cometen tantas barrabasadas desatinadas, tantas corruptelas, sobornos, coimas y fraudes, que su intervención resulta plenamente inútil y antipatriótica. Son ni más ni menos que empleados del gobierno o de los Partidos, que actúan de acuerdo a sus mandantes, pero no representantes del pueblo.

 Es tan grave y conocida la corrupción de los poderes legislativo y judicial, que para mantener una llamita de esperanza en el pueblo, eludiendo su justa indignación, emplean artilugios para mantenerse en el poder.

Las estratagemas se inventan de acuerdo a las circunstancias, con el mismo fin: distraer, confundir, engañar al pueblo para que no recapacite sobre el estado político deplorable en que vive; provocada por ellos. La más frecuente consiste en llamar a elecciones con una frecuencia indignante y absurda.

Además del gasto exorbitante utilizado para organizar las elecciones, hay una cáfila de cientos de miles de esos candidatos que asumen su puestito con angurria de hambrientos, y lo abandonan rebozando prebendas, cobrando jubilaciones de privilegio.

Agreguemos que en estos dos últimos años el gobierno despilfarró una disparatada cantidad de dinero para paliar la pandemia famosa, por haber estado organizada desvergonzadamente con intenciones políticas.

Cualesquiera de estas maniobras paralizan la economía del país; mantienen al pueblo sometido, insuflándole obediencia al Estado democrático totalitario; con preocupaciones que lo atormentan, con miedo irracional; lo encanallan con ejemplos deplorables; le embrutecen las relaciones sociales, etc.

El país, al borde del abismo, quebrado anímica y financieramente, aguanta, pero a costa de la creciente miseria popular y la pérdida de nuestra dignidad y soberanía nacional; que ya están por el piso. ¿Puede un país soportar tal derroche?

¿Es razonable el despilfarro de millonadas considerando que ese gasto se podría razonablemente reducir? ¿No tienen vergüenza- ¡no la tienen, por supuesto!- en  no emplear tantísimo dinero en obras imprescindibles, en ofrecer trabajo digno? ¿En armar convenientemente a las Fuerzas de seguridad? ¿En ofrecer créditos a muy bajo interés?...

¿Cuándo acabaremos con este ataque al Bien Común y a la Soberanía nacional? ¿Cuándo expulsaremos esta ‘democracia’ fraudulenta donde los intereses del Bien Común nada tienen que ver? ¿Cuándo despertará el pueblo, repudiando la propaganda del periodismo pagado por el gobierno, que lo confunde ocultándole la verdad principal de los acontecimientos? ¿Cuándo los sindicatos, cuándo la jerarquía religiosa, cuándo los empresarios, cuándo las FFAA, cuándo los jubilados gritarán ¡¡¡BASTA!!! ? ¿Cuándo los hambrientos, desposeídos y subsidiados, rechazando la trampa de las izquierdas, para no caer en lo de Cuba o Venezuela gritarán ¡¡¡BASTA!!!

¿CUÁNDO AFLORARÁ EL PATRIOTISMO DE LOS ARGENTINOS?

1 comentario:

  1. Si para salir de las trampas de las izquierdas, la oferta es el mas vil liberalismo. Apátrida, masón y materialista, cuyo único norte es la entrega y sumisión al imperialismo anglosajón/sionista, menuda elección le queda al pueblo.

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