¿Quién será el Presidente?
Casi imposible de adivinar. Porque se trata de adivinar, no hay
consideraciones racionales que valgan. Los comentaristas políticos del Régimen
cuando entrevistan a los candidatos (siempre y únicamente a los favorables al
Régimen) muestran cara de seriedad y circunspección, como si hablasen con
personajes de enjundia moral e intelectual. Unos y otros macanean
de lo lindo; son actores consumados que representan su papel demagógico para
engañar al pueblo.
Como con ninguno de estos charlatanes
podría -el incauto que aún vota- elegir
presidente confiable, me propuse, como último recurso, semblantear a los
bufones de las urnas, tal como hace cualquier ciudadano despierto, con este resultado:
todos, sin excepción son vividores, sin Dios ni Patria. En ningún rostro leí un
compromiso sincero, grave, trascendente, en consonancia con la gravedad de la
situación nacional e internacional. Ni una pizca de vergüenza. Ninguno
exigiendo la condena de los ladrones públicos; ninguno hablando de honor
personal y soberanía patria. Declaraciones
fingidas, mentirosas, expresando la esencia
misma de la democracia partidista.
* La Bullrich, marimacho gruesa, alcoholizada y angurrienta, se pelea con
los hombres defendiendo a su pareja circunciso. Además de ser terrorista tira
bombas … (y chorra --un bolsón con dólares descubiertos en su oficina-- según difundieron
canales alternativos). ¿Habrá aprendido en el monte el arte de gobernar? (al
menos aprendió el arte de los sofistas).
*Massa, llorón como Fernández, nos dejará llorando a nosotros: tristes, amargados,
miserables. Habitualmente va ir a llorar y golpearse el pecho frío, directamente
al Templo mormónico y masónico de Wall Street, donde es fiel devoto. Si no
accede a la presidencia en las próximas elecciones, podría ser candidato
apropiado a mucamo en la Embajada yanqui, si no lo expulsan con una patada en
“quél posto”.
*Y por fin el mesías esperado, el hijo pródigo de Israel, payaso como
Zielinsky, un bululú que se jacta de ser “anarco/capitalista”, para asustar a
la burguesía y entusiasmar a la juventud “maravillosa”. Pues bien, al
semblantear a Milei, de verlo, nomás, su rostro me repugna; y cuando se hace el
gracioso o el iracundo, me da miedo por el porvenir de la Patria, por todos. No
puede disimular una sonrisa de niño absorto con juguete nuevo, una sonrisa exultante
por lograr la grandeza que ansiaba; su grandeza personal. Sospecho que lo
promueven fuerzas siniestras, algo muy feo y peligroso.
¿MILEI es judío? Actúa como si lo fuese. Se contradice,
alguna vez dice algo, otras lo contrario. Actitud típica de quien quiere
desorientar para no afirmar su verdadero pensamiento. Su veneración por el
Estado usurpador, criminal y totalitario del cercano Oriente, parece brotar
desde su sangre sionista. Tanto como su adhesión al imperialismo yanki, azote
bélico de las naciones.
Su amistad en ideales comunes con Caballo y sus adjuntos;
el simbólico abrazo con la estalinista Bergman; su empleo con el super oligarca
judío Elsestein (¿?); la afirmación concluyente frente a sus cófrades hermanos
de logia: --ustedes ganen dinero, pues son benefactores de la sociedad, que yo
eliminaré cualquier traba del Estado que limite su engrandecimiento… -- (a
costa del pueblo).
*La vedette judía Bergman, con su insultante y desafiante ¿soy comunista y
qué? también quiere asustar a la burguesía;
mientras baila al compás de los capitalistas del norte. Porque: ¿Quiénes financian el insólito
derroche de su abrumadora campaña, entre afiches callejeros y la TV? ¿Quiénes arriesgan una enorme inversión en
una candidata de orden inferior? ¿Acaso la están maquillando para futura
“primera dama”, una nueva KK?
El tema dialéctico que utiliza en su campaña es tan falso como ella: la
agresión de Morales al pueblo jujeño. Pues bien, considero a los radicales una
de las pestes que están matando al país, pero nobleza obliga; y para no dar
vueltas innecesarias diré que Morales tuvo la osadía de encarcelar a una
delincuente ladrona de dineros públicos y violadora de las tradicionales
virtudes jujeñas. Hizo justicia. Actitud que deberían imitar los políticos de
la gran “Ubre”. Con Morales, al menos, hemos tenido la surte de vivir unos añitos
en orden y paz social, luego de haber soportado las insolencias de las bandas alborotadoras
dueñas de las calles.
Los mandantes de dicha ¿y qué?, “pasionaria” de entre casa, quedaron con la sangre
en el ojo, pues la paz y el orden es la muerte del comunismo, y se vengaron organizaron
esas ridículas revueltas, promocionadas, como siempre, por el periodismo, y
ejecutadas por profesionales de la subversión, que llegaron de afuera, limitadas
a un par de cuadras: tirar unas piedras
y quemar cubiertas, creando una escenografía espeluznante para las imágenes de
la TV.
La masa de los maestros, ignorantes
de ser compañeros de ruta, desfilaron pacíficamente pidiendo sus justos reclamos.
Todo esto lo presencié personalmente en medio de la “batahola” de corso
carnavalesco ejecutada por “chicos traviesos”.
Y dejando de lado las críticas al gobierno de Morales, la Bergman debe saber
que, pese a la machacona campaña para meter el comunismo en Jujuy, los
argentinos no queremos ni a capitalistas
ni a comunistas. ¿Por qué no prueba en Israel?
Estamos en manos de gentuza despreciable, pero también en la de Dios; qu todo lo puede, y esto es bueno.
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