domingo, 8 de octubre de 2023

 

 EL VERDADERO ANARQUISMO                                          NO ES EL SOCIAL/COMUNISTA                                         SINO EL LIBERAL/LIBERTARIO/ CAPITALISTA/OLIGÁRQUICO…                                                                 

El liberalismo/libertario permitirá el establecimiento de un poder anarquista, globalizador, evolucionista, oligárquico, racista y totalitario, cuya doctrina es el libertinaje absoluto a ultranza. Un anarquismo sólo para que una oligarquía plutocrática domine el mundo, sin respetar leyes morales o jurídicas de ningún tipo que puedan coartar su expansión ilimitada hasta un pretendido e imposible endiosamiento. O sea, un anarquismo imperialista ; contra  la Soberanía nacional y contra el Bien Común.                                                                                                           

Al tiempo que acentuará –ya está en proceso--, la involución del resto de los mortales esclavizándolos como parias animalizados solitarios e indefensos .    El pueblo será sometido a la miseria y el deshonor, mientras  todos los políticos liberales y cipayos que lo apoyan y lo han traído, participan en distinta medida del anarco/ capitalismo.

Pero estos anarquistas capitalistas que creen actuar desechando todas las normas, están subyugados y dominados, aunque les pese, por un poder más oculto y secreto que el de ellos mismos, que los conduce con una ambición diabólica. Y cuando se consideran más allá del bien y del mal, cuando creen poseer el poder supremo en el mundo, cuando parece cumplirse ciertas profecías de dominio mundial, entonces ¡Oh ironía! es cuando estos “Prometeos” estarán absolutamente esclavizados bajo el poder del Príncipe de este Mundo.

Mediante la instrucción escolar y el machaqueo periodístico, algunos principios de esta teoría liberal/libertaria ya cundió entre todos los ciudadanos liberales, de todos los niveles, rigiéndose actualmente las relaciones sociales por esa idea catastrófica y anti-cristiana, que sólo busca la utilidad personal.

Desgraciadamente estamos en vísperas de que la mente desquiciada de un candidato a presidente –inmerso en el contorno del siniestro cipayo Caballo-- pueda legalizar y aplicar el destructor anarco/capitalismo como panacea nacional, que desembocará inevitablemente en la pérdida de la poca Soberanía que queda y el acrecentamiento de la mucha miseria popular.

A continuación algunos párrafos del artículo del Padre Nitoglia: “ANARCO/CAPITALISMO, exponiendo las consecuencias morales, religiosas y políticas, para que muchos inadvertidos se enteren que, con las confusas, absurdas y peligrosísimas ideas del diputado Milei , autodefinido como liberal libertario, o sea plenamente anarco/capitalistas, nuestra Patria inevitablemente colapsará ; si Dios no dispone lo contrario.  

 

ANARCO/CAPITALISMO.

 

El profesor Pierre Lemieux, de la Universidad de Quebec en su libro “Du lliberalisme à l’anarcho-capitelisme” escribe: contrariamente a lo que se piensa comúnmente, existe otra tradición anárquica que no es socialista, sino individualista y liberal. Fue difundida en los siglos XVII y XIX por algunos teóricos como Wulliam Godwin, Benjamín Tucker, Auberun Herbert; Lysander Apooner y otros. Este anarquismo liberal/capitalista de “derecha” sostiene que los intereses egoístas e individuales del hombre son aprovechables sólo cuando son ejercidos en plena libertad, sin ninguna coerción estatal o socialista. De manera que proponen reemplazar al Estado con una total libertad comercial y de intercambio. Estableciendo así que el verdadero anarquismo es el liberal/capitalista y no el social/comunista.

Este anarquismo financiero de “derecha” elitista, tecnocrático y capitalista, que puede denominarse: liberal, liberista, libertario y libertino, promueve la revolución financiera incruenta que, --iniciada en Gran Bretaña en el silo XIX, luego en USA en el XX, y en el siglo XXI en   Israel con el neo-sionismo de Netanyahu, domina actualmente la mitad del mundo, con intención de apoderarse de la otra mitad (Rusia de Putin y Medio Oriente), que todavía resiste.

El anarquismo de izquierda descuidó voluntariamente el aspecto económico-financiero para basarse prevalentemente en el social/político.  Esto los llevó a pretender una sociedad libre, sin injerencia estatal, mediante la revolución violenta social y política , pero sin éxito. 

De esto se deduce la importancia de la alta finanza, cuyo poder sobrepasa --y mucho-- el de la política en la obra de subversión mundial.  Dirige a los gobiernos y decide su suerte, y se sirve de los gobernantes como si fuesen mayordomos, para concretar sus designios de dominio mundial; sin descuidar la revolución intelectual, pues la subvenciona (Escuela de Frankfort  y el “Estructuralismo” francés del ’60)  para subvertir con la violencia, si fuese necesario, el orden civil natural, individual, familiar y social.

Pierre Lemieux esquematiza diciendo: la extrema “derecha” libertaria a partir de la segunda mitad de los ’50, aparece con la famosa Escuela de Chicago y su líder Milton Friedman, premio Nobel de economía en  1976. En la misma dirección “derechista”, pero algo menos radical, se encuentra a partir de los   ’40 la Escuela Austríaca (nacida en los primeros años del ‘900) del liberalismo clásico inglés, sintetizada y reformulada por F. von Hayek, premio Nobel en economía en 1974 ,  formado en la escuela  (más filosófica/liberal que económica/liberista) de Adam Smith, David Hume, Alexis de Tocqueville…

Un poco más a la izquierda, también perteneciente a la Escuela Austríaca, aparece Ludwig von Mises, nacido en la Viena del ‘900;  posteriormente también von Hayek se inclinará algo más a la izquierda de Mises .            Según la Escuela Austríaca toda intervención económica del Estado es ineficaz; mientras que la Escuela de Chicago sostiene de manera más radical que el libre mercado ofrece mucho más eficazmente beneficios de los proporcionados por el Estado.

Si para Aristóteles y Santo Tomás el hombre es un “animal social “zoon/politikón” para los liberistas es un animal liberal y comerciante.

[…] Robert Nozick, ideólogo de la sociedad sin Estado, es uno de los máximos representantes del neo-liberismo o anarco/capitalismo . Éstos se definen no sólo liberistas sino liberales/libertarios. Ésta postura es la última consecuencia lógica del liberismo económico, hijo del liberalismo político, y nieto del libertinaje del ‘700.  El libertarismo es, entonces, sinónimo de anarquista: son los exponentes radicales del liberalismo.

Aclaramos que anarquismo significa sobre todo, autonomía y el primado de la libertad absoluta del individuo, viviendo en una sociedad sin Estado, reemplazado por la libre asociación de los individuos.

Existen dos ramas del anarquistas: a) los anarco/comunistas, mayoritarios en Europa, que suplen la ausencia del Estado con el colectivismo igualitario; y  b): los anarquistas/individualistas, que son mayoría en USA y Europa, según los cuales la ausencia del Estado es consecuencia del individualismo liberal y libertario del libre mercado. Esta segunda corriente, anarco/capitalista es la más coherentemente anárquica. El comunismo es estatista, mientras que el liberalismo individualista exige su total eliminación.

El libertinismo es sinónimo de descuidar la Fe, de irreligiosidad e indiferencia, sin llegar al  ateísmo militante (especie de anti-Fe, típica del bolchevismo y del anarquismo izquierdista). Los libertinos no están contra Dios, al que ni siquiera combaten, lo ignoran. El libertinismo es hijo del naturalismo antiguo y luego renacentista, del estoicismo y del epicureísmo, del escepticismo relativista y de las transgresiones morales.

Para los liberistas puros, el liberismo es bueno en cuanto concede libertad de hacer lo que se quiere. Consideran la utilidad, la conveniencia, como la esencia de la libertad… No admiten ningún límite a la actividad individual y ninguna intervención del Estado en materia económica.

El resultado de este libertarismo es deliberadamente anárquico, o más bien anarco/individualista, basado en el libre mercado y el primado de la economía. Estos liberistas anarco/capitalista prefieren la revolución conservadora inglesa a la progresista francesa; el individualismo irracionalista de tipo anglosajón al individualismo racionalista francés. Se encuentran en buena compañía con E. Burke y Russel Kirk. Comprenden a Prometeo, el semidios que robó el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres.

Augusto Del Noce intuyó bien que tras el derrumbe del comunismo soviético el gran peligro para la humanidad sería el de la sociedad liberal/tecnocrática/consumista/libertina y libertaria. Habló de un totalitarismo de nueva naturaleza más actualizado y capaz de ejercer un dominio absoluto mayor que el de las épocas pasadas: el Súper-Partido-Tecnocrático. (Cristiandad y Laicidad). La causa de la irreligiosidad del mundo actual se encuentra, según Del Noce, en el pan-tecnicismo; o sea, en el agnosticismo de matriz empirista británica.

Del Noce advirtió la enorme peligrosidad del liberalismo, hijo del libertinismo del ‘700 , actualmente más radicalmente a-religioso que el ateísmo marxista por ser eminentemente agnóstico, y por haberse convertido en el siglo XX en un fenómeno de masas, mientras que en el XVIII era elitista. La ideología del mundo liberal desoye la Trascendencia derivando en la secularización nihilista de la sociedad opulenta, donde la única verdad válida es la producción y el consumo, que conduce al relativismo integral.                                   

El liberaismo es la consecuencia económica de la filosofía llamada subjetivismo cartesiano y, sobre todo, sensismo o empirismo, la cual considera al hombre como un animal que sólo posee una conciencia sensible, y no  la intelectual, que sobrepasando los fenómenos contingentes descubre la sustancia de las cosas.

Esta filosofía, surgida en Inglaterra con Hume, Hill, Spencer hacia fines del XVIII  se desarrolló en el XIX. Tenía el propósito de concluir con la metafísica, y condujo por medio del pragmatismo de James, al “pensamiento doble” de Popper. Tanto como el materialismo marxista, niega la espiritualidad del alma humana y su poder de descubrir la realidad sobresensible, degradando al hombre como similar al animal, con la consecuencia lógica en economía, que obliga a trabajar, producir y consumir. Sólo hay una diferencia entre liberal/liberismo y materialismo histórico/dialéctico social/comunista, que son dos tipos de materialismo: el primero es materialismo para el mundo capitalista, y el segundo para el proletariado. Pero como ambas parten  de fundamentos falsos también lo son sus consecuencias económicas: lo mayor no viene de lo menor.

Además, mientras el subjetivismo egoísta del liberismo tiene proclividad a la injusticia social ; el social/comunista proclama luchar por la justicia social, pero en realidad produce la más negra de las miserias, basándose en el odio, la envidia y los celos entre las clases sociales. Los dos sistemas tienen una diferencia sólo accidental ; y una oposición relativa entre individualismo y colectivismo, pues ambas dan prioridad a la economía y al bienestar material.

P. Lemieux se pregunta si puede pasarse del liberalismo a la anarquía, y le responde Raymond Ruyer asegurando que el anarquismo es el liberismo cumplido y realizado, mientras que el socialismo es un sentimentalismo que queda a mitad de camino.

R. Nocick (Anarquía, Estado y Utopía) radicaliza la teoría del Estado como ‘guardia nocturna’, de los liberales clásicos del s. XX derivada de la teoría del ‘Estado mínimo’ o ‘mini-arquía ’ ; y critica a la democracia como un falso liberalismo, que convierte al individuo en esclavo de la mayoría, o sea de la masa. De hecho, entonces, como el liberalismo significa la libertad de todos y de cada uno, la democracia no es la libertad del pueblo sino el poder de la masa sobre el individuo, de todos sobre los individuos. La verdadera libertad, dicen, es el individualismo absoluto, de todo ente, de toda ley  y  de  la mayoría. (  De Dios y la moral natural objetiva) .

El liberal, siguiendo a Alexis de Tocqueville, opone la libertad del individualismo absoluto al poder del pueblo o de la masa, siendo profundamente elitista y anti-democrático. De la élite de la nobleza se pasa a la élite del capital, desde que el capitalismo norteamericano ha reemplazado al sacerdote/filósofo/caballero medieval.

El liberismo, por tanto, acusa al democratismo roussoniano como anti-liberal. Según la democracia moderna roussoniana la mayoría tiene el poder de hacer todo lo que quiere, siendo la misma fuente del ‘derecho’.

Emilio Faguet un crítico literario liberal de s. XX, escribió (El Liberalismo) :     “El liberal cree en la libertad del individualismo absoluto ; el democrático en el poder de la mayoría, que puede oprimir la libertad del individuo absoluto.  Así es como el poder de la masa ocupó el lugar del poder real.

 R. Nozick retoma este tema diciendo “la naturaleza de la democracia consiste en el poder, o mejor, en el derecho de propiedad del pueblo sobre el individuo. La democracia es así en realidad una verdadera dictadura de la mayoría, semejante a la del proletariado”.

También criticó a la democracia el liberal Benjamín Constant diciendo que el individuo tiene  poder para poner vastos límites al Estado, resultando un Estado limitado sólo a castigar crímenes y agresiones. Sólo así el Estado no obstaculizará la libertad individual

P. Lemieux explica que neo-liberalismo concibe al Estado como una entidad que debe impedir que la libertad del individuo sea violada por otro. La libertad del liberalismo es así considerada sólo negativamente, impidiendo las agresiones. En cambio, positivamente, la libertad es la facultad de elegir el mejor medio para llegar al fin, que no es el mal sino el Bien. El objeto de la libertad humana es sólo el Bien, y si por error elige un mal, lo hace pensando que es un bien aparente, mientras es un mal real. (Santo Tomás).

Contra el estatismo absolutista, la sana filosofía enseña que la Sociedad no es el Fin absoluto, donde los ciudadanos serían ordenados a ella como si fuese su Fin último. La Sociedad debe ordenarse al Bien Común de los ciudadanos, pues en cuanto hombres dotados de alma espiritual, y creados a imagen y semejanza de Dios es ontológicamente superior a la Sociedad.

Contra el individualismo liberal la recta razón enseña que la autoridad política tiene la obligación de defender los derechos del ciudadano; y que el hombre considerado como ciudadano es una parte de la Sociedad, y por tanto moral y políticamente inferior a ella. La autoridad política no debe absorber, sino proteger los derechos de la persona y de la familia, y sólo debe intervenir cuando el ciudadano y la familia necesitan ayuda. (principio de subsidiariedad).

El ciudadano como parte de la Sociedad está moral y socialmente subordinado al todo (especie humana y sociedad civil). Pero la Sociedad está metafísicamente subordinada a la persona humana racional, libre e inmortal, que tiende y se ordena a Dios. La Sociedad debe ayudar a que la persona humana tienda a Dios con inteligencia y amor, y no impedirlo con leyes falsas e injustas.

La sana filosofía rechaza tanto a la teoría liberal, que da valor absoluto a la persona humana, considerando superior al Estado; así como el estatismo totalitario afirma la superioridad del Bien público sobre el Fin último sobrenatural. Privándolo del orden sobrenatural, al hombre le queda como Fin de su vida acatar los intereses del Estado absoluto.

[…] San Pablo, divinamente inspirado, retomó la doctrina de Menenio Agrippa, narrada por Tito Livio (“Así como si Senado y Pueblo fuesen un solo cuerpo, las desavenencias los deterioran, y con la concordia viven en buena salud), y la aplicó a la sociedad religiosa, la Iglesia: “Muchos son los miembros pero uno sólo el cuerpo. El ojo no puede decir a la mano: “No te necesito”; ni la cabeza a los pies … Así es como lo miembros aparentemente más humildes son los más necesarios; pues Dios dispuso que no hubiese desunión en el cuerpo, de manera que el sufrimiento de uno repercute en los otros. (1 Cor. XII 4,20).

Por el contrario B. Constant (De la liberté chez les Modernes) niega que la sociedad humana pueda parangonarse al cuerpo humano, desdeñando el “antropomorfismo social”. El mimo P. Lemieux dice; “la sociedad civil no tiene ninguna semejanza con el organismo animado. La sociedad es solo un conjunto de relaciones entre los individuos, cuyas razones son puramente subjetivas”.

Además, los  filósofos neo-liberales consideran violencia sólo a la física;  no  a la psicológica. Pero ésta es la verdadera “manipulación mental” que se viene aplicando masivamente en esta sociedad liberal y hedonista moderna y contemporánea por medio de la propaganda y la publicidad “pacífica” que difunden los medios, de la música rock, de las publicaciones “rosas”, de la televisión y últimamente de cierto internet.

Esta campaña está bien estudiada por Adorno y Marcuse, de la Escuela de Frankfort, junto con el “estructuralismo francés” que considera al hombre un “animal salvaje” (Levi-Strauss), cambiando real e intrínsecamente la mentalidad del hombre contemporáneo de manera exacerbada a partir de 1968. 

Actualmente la libertad mental y psicológica es mucho más importante que la física.  Una persona aun estando presa en un “gulag” puede mantener su propia identidad cultural, espiritual y moral; y puede perderlas en su propia casa bombardeado por la propaganda psicológica. El totalitarismo comunista produjo mártires y filósofos (V. Solgenitsin) mientras el hedonismo liberista produce normalmente seres embrutecidos mental y moralmente, que viven físicamente en libertad.

R, Nozick explica que no se puede pretender racionalmente ser víctima de agresión o coerción, si sólo está influenciado pacíficamente en el modo de proceder o no proceder, de hacer esto o aquello. La libertad para los liberistas es, en consecuencia, sólo ausencia de violencia física. La violencia liberal (por ejemplo: convencer a una mujer que tiene el derecho a abortar, que la droga, el suicidio, la eutanasia, son derechos de quien quiera evadirse de la realidad),  pluralista, pacífica, psicológica es buena y lícita; mientras se condena la autoridad que impide físicamente al prójimo hacer un daño (por ejemplo el padre que impide al hijo drogarse o cortarse las venas).

Estas son las conclusiones absurdas a que se llega partiendo de los principios contradictorios del neo-liberalismo anárquico, que pese a su irrealidad son las leyes que tienen vigencia en nuestra sociedad. Estas derivan de la confusión lógica de poner el medio (la libertad) como fin (el bien), rechazando el principio de identidad y no contradicción.

Los neo-liberistas rechazan que el Estado tenga derecho de limitar la libertad individual. B. Constans dijo;”la libertad es el triunfo del individualismo sobre la autoridad y sobre las masas”. En resumen, el liberalismo individualista se opone a la autoridad de la sociedad civil como es considerada por la recta razón elevada a sana filosofía por Aristóteles y Santo Tomás, y contra la democracia en cuanto despotismo de las mayorías sobre el individuo. Por la segunda razón el neo-conservadorismo estadounidense influye sobre la mente de las elites “tradicionalista” o mejor teo-conservadoras tipo José de Maistre, admirado por Edmundo Burke. Atención, entonces, no confundir liberalismo con democratismo, pues se puede ser sin inconveniente liberal y anti-democrático.

Lemieux acentúa el elemento subjetivista y cartesiano del liberalismo: “ La sociedad se explica desde un punto de vista subjetivo. Hayek decía que el hombre considera las cosas como cree que ellas son, y no como son real y objetivamente, según enseña la metafísica. Así debe entenderse la economía, cuyos beneficios dependen de considerar subjetivamente el libre mercado regulado por los precios, que varían según la opinión humana.

En definitiva, no es la inteligencia ordenadora la que genera la libertad, sino   ésta genera el orden social. Hayek, de la escuela de David Huma, Johm Loocke, Adam Smith y Edmundo Burke es quizás el máximo representante de esta escuela que Lamieux define como “sociedad auto-reguladora, o sea de un orden social espontáneo y auto-regulado”.

Como se lee la doctrina kantiana de la moralidad individual autónoma y subjetiva es aplicada por Hayek a la sociedad (dejar hacer, dejar pasar y todo andará bien), pues para Kant no es Dios quien da al hombre la moral  individual objetiva, ya que se da a si mismo las leyes que lo van a regir. Así, para Hayek no es Dios quien regula la ciudad y la sociedad civil con una moral social natural, por ser el hombre un animal racional y social por naturaleza; sino que el individuo libre absolutamente de cualquier ley y de toda entidad trascendente se autorregula espontánea y libremente, y de esta espontaneidad nace la sociedad libre y ordenada. O sea de lo menos perfecto surge lo más perfecto, por evolución darwiniana “espontánea” y “creadora”

Esta sociedad ideada por Hayek sugiere fuertemente los cuadros de Picaso, que se hace llamar pintor, metiendo espontánea y libremente colores aquí y allá, generando un diseño muy bien des-ordenado.

El mimo Hayek reconoce que “los teóricos liberales como Adam Smith fueron darwinianos antes que Darwin”.

Santo Tomás de Aquino explica magistralmente que el orden implica siempre relación a un principio o causa que ordena (S. Th. II-III, q.26-a.1). El orden no es una invención de la fantasía, un principio artificial añadido a la naturaleza de la creación, pues depende de la Inteligencia ordenadora (III De Coelo, lez. 6). La naturaleza creada contiene en sí el orden de la Causa primera incausada que la produjo o creó ex-nihilo; el cual siendo el Orden mismo por esencia, sin ningún desorden, actúa tal como es (C. Gentiles L.II, cap. 44),           poniendo  el bien del orden  universal en su propia criatura. Por tanto todas las partes están en función de la totalidad ( S. T. I ,  q.65, a  .2  ) .                               El desorden es esencialmente un mal o privación de orden y de bien  .                      El orden es una finalidad que Dios puso en la creatura y no fruto de la espontánea libertad humana. 

Si la democracia moderna se refiere a los “Derechos del ciudadano” (Revolución Francesa 1789), el liberalismo británico se refiere  a “los Derechos del individuo absoluto” (Revolución inglesa 1649/88). Para los neo-liberistas la Revolución francesa representa un abuso totalitario de la mayoría sobre la minoría y sobre el individuo. Mientras la Revolución británica y la estadounidense (1776) serían la verdadera Revolución libertaria del individuo respecto al Gobierno o a la autoridad y a la masa o mayoría .   (R. Noick). 

Éste siguiendo a Locke, dice que todo individuo no sólo es distinto a todos los demás, como enseñan Aristóteles y Santo Tomás, sino que, además debe vivir separado de los demás, por ser a-social, sólo con su vida individual sin mezclarse con los demás.

Además, según Nozigk y los mini-estatistas, la razón de ser y el fin de la existencia humana es el propio individuo y no el Ser Trascendente. Por lo tanto el individuo tiene una dignidad absoluta e inviolable, o sea infinita, lo cual significa que la criatura es su propio creador. El individualismo liberal es una suerte de panteísmo libertario.

Para ellos el Estado, Dios y la Iglesia son entes que no existen o no conocen su existencia, de los cuales no hay que preocuparse, como si no existieran. Surge de desto el origen occamista y nominalista del individualismo liberal.

En próximos artículos escribiré que el anarco/capitalismo está en el origen del problema de la hora presente: el neo/conservadorismo sionista y estadounidense.+

 

Don Curzio Nitoglia.

1º agosto 2014.

 

Ahora un cuentito del blog, para entretener la velada: cierto día los amos del mundo, para salvar del descrédito a la democracia, causado por el hartazgo de los ciudadanos de ver las caras cínicas y afeminadas que exponen los políticos, buscaron entre la gente de la farándula y el deporte algún cómico desahuciado, como el ucraniano, insólito y extravagante, para presentarlo de candidato presidencial en la colonia del Plata, sabiendo que allí sería recibido gozosamente. Encontraron un tontiloco apropiado y lo promocionaron como al mesías esperado, que daría el poder al pueblo de los amos del mundo.

Luego le mandaron del 1º mundo un libreto que debía cumplir a rajatabla: -- vos tenés que interpretar el papel de un esquizofrénico, (lo que poco te va a costar), aparentando preocupaciones patrióticas; ¡y que arda Roma! ¡que nada deje en pie! Ya llegaremos nosotros a reconstruir esa tierra a nuestra conveniencia—.

Y el desquiciado comenzó con gritos y golpes de falsa indignación  a sugestionar a los televidentes prometiendo salvar al país con el apoyo de USA e Israel.  El Padre Nitoglia lo ha descrito perfectamente. ¡Que Dios salve a la Argentina de los anarco/capitalistas!

Y ahora la realidad:

El anarco/capitalismo se asentó en nuestra Patria con el apoyo popular. Su promotor retiene el as de espadas: se contradice, alguna vez dice algo, otras lo contrario. Actitud típica de quien quiere desorientar para no afirmar su verdadero pensamiento. Su veneración por el Estado usurpador, criminal y totalitario del cercano Oriente, parece brotar desde su sangre sionista. Tanto como su adhesión al imperialismo yanki, azote bélico de las naciones.

Su amistad en ideales comunes con Caballo y sus adjuntos; el simbólico abrazo con la estalinista Bergman; su empleo con el super oligarca judío Elsestein (¿?); la afirmación concluyente frente a sus cófrades hermanos de logia: --ustedes ganen dinero, pues son benefactores de la sociedad, que yo eliminaré cualquier traba del Estado que limite su engrandecimiento--… a costa del pueblo.

Estos hechos, y muchos más, la lectura del presente artículo del Padre Nitoglia, y todas las declaraciones del candidato, confirman la perversa política de un anarco /capitalista; absolutamente ajena a la de un patriota. El medio que emplea es aprovecharse de la confusión e ignorancia de los votantes, y su propósito, que se lee en su sonrisa cuando le anunciaron su éxito en las elecciones, es sentirse dueño de la Argentina. Y su gran negocio consecuente es entregar la Nación al imperialismo.  La perspectiva futura de la Argentina es deplorable, dramática; la de él, rebosante de dólares.

 

 

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