Maguire
escribió, en este artículo, unos apuntes donde demuestra que, bajo el pretexto
de los “Derechos humanos”, se esconde una maniobra de la pérfida política
imperialista yanky. En realidad, los “derechos humanos” están al servicio de
las multinacionales, de los bandoleros marxistas, y de la degeneración
“progresista”. Es una nueva modalidad para
agredir cínicamente a las naciones americanas. Sus promotores son vecinos
indeseables.
(A continuación
un extracto del artículo publicado en Informaciones sobre la Masonería, Nª 14,
1983).
Patricio
José Maguire.
Escribió
sobre:
LOS GANGSTERS YANQUIS Y LOS DERECHOS
HUMANOS
Descarado
reconocimiento yanqui de su intromisión en todos los países del mundo y en la
Argentina.
El gobierno yanqui, presidido
nominalmente por un actor de cuarta
categoría como Reagan, cuya candidatura
triunfó gracias al apoyo de todos los malvivientes, que son mayoría en Estados
Unidos, encabezados todos por el célebre Frank Sinatra sindicado como el “capo”
de la “Cosa Nostra”, han tomado por sí y ante sí la función de gendarme
guardián de los “Derechos Humanos” en todo el mundo.
Como consecuencia se consideran con
derecho de inmiscuirse en las cuestiones internas de todos los demás países.
Hubiera debido comenzar por poner orden
en su propia casa donde ningún ciudadano osa transitar por las calles después
de determinadas horas sin correr el riesgo de ser brutalmente asesinado, y
otros aspectos de esa corrupta democracia, como el aborto legalizado, criminal
acción condenada por el Papa como genocidio, sin mencionar los raptos,
violaciones, estafas, cohechos, sobornos, “protección” de ciudadanos por los
gángsters, discriminación racial, mantenimiento de 1400 convictos sentenciados
a muerte durante años en la celda antes de conducirlos al patíbulo. ¿Y estos
degenerados se atreven a denostar a Torquemada!
La cuestión de los “derechos humanos”
comenzó a esgrimirse como un factor más en las relaciones internacionales luego
de la última guerra mundial. Entonces fue impuesto por la presión del sionismo
y durante veinticinco años consistió solamente en la defensa de los intereses
de los judíos sionistas de todo el mundo. Los hebreos sionistas se consideran
una raza superior, intocable, cuyos miembros están obligados a conservar la
pureza de su sangre cuidando de no contraer matrimonio fuera del núcleo racial.
[Como no quiero terminar mi
vida como refugiado palestino, omito dos párrafos del artículo del señor
Maguirre, pues pareciera entenderse que en él pone en duda la integridad del
sagrado dogma de la nueva iglesia universal: el Holocausto. Continúo con el
artículo]:
Como
consecuencia de la presión judía se establecieron en los convenios de la UN clausulas
condenando la violación de los derechos humanos. Durante largos años esas
cláusulas sólo estaban dirigidas a favorecer a los sionistas, quienes pudieron
esquilmar a sus anchas a todos los países del mundo, asesinar a miles de
árabes, e incluso a todos aquellos que se opusieran a sus siniestros designios,
como por ejemplo, cuando asesinaron a casi cien altos oficiales ingleses con
sus mujeres e hijos en la voladura del hotel Rey David de Jerusalem, operación
planificada y llevada a cabo por el máximo terrorista de todos los tiempos,
Menahem Beguin. Claro que este hecho podría ser considerado bajo otra óptica,
por cuanto Beguin es un “darwinista”, es decir, adhiere a la teoría del célebre
Darwin, y que ha hecho carne en los ingleses: el hombre desciende del mono, es
decir, es una bestia, ergo Beguin no mató a seres humanos en la masacre del
hotel Rey David sino a simples bestias irracionales como los ingleses. Otra
cosa es cuando se trata de los árabes. Estos son seres humanos, pero para
Beguin y los sionistas esto no cuenta, por ello hace sólo unos meses las tropas
de Beguin rodearon el campamento de Shatila en el Líbano y masacraron sin
piedad a ancianos, mujeres y niños, abrieron sus vientres desparramando sus
entrañas, desfiguraron los rostros de sus víctimas a golpe de culata de sus
fusiles, cortaron la cabeza de infantes
recién nacidos para exponerlos en picas, y para terminar lanzaron una jauría de
perros hambrientos para que cebaran su hambre con carne humana. Estas “hazañas”
le merecieron a Beguin el otorgamiento del premio Nobel de la Paz, concedido
por el Congreso de homosexuales de Noruega. Claro está que esto, a los ojos de
los gangsters yanquis no constituyó una violación de los derechos humanos, y
Beguin se abraza continuamente con los componentes de la banda de gansgters de
la Casa Blanca.
Pero
Estados Unidos dominado por el lobby” (grupo de presión) sionista, que tiene a
sueldo a la mayoría de los diputados y senadores,
gobernadores, secretarios de Estado, al Pentágono y al FBI, sin mencionar a la CIA,
ha descubierto repentinamente que con el cuento de los “derechos humanos”
pueden inmiscuirse en los asuntos
internos de cualquier Estado, especialmente si en él se coarta la libertad de
los sionistas para cometer cualquier clase de fraudes, usura, contrabando,
controlar al Gobierno, dirigir su política económica, etc.
Esta política ha sido claramente definida por el hebreo sionista, con
frondosos antecedentes en el campo narco-tráfico –como veremos en esta edición-
mister Elliot ABRAMS, quien se desempeña como “Secretario de Estado Adjunto para Derechos Humanos y Asuntos
Humanitarios”, en un reciente discurso pronunciado en la mesa redonda
Oriente-Occidente, celebrada en Nueva York el 10 de abril último. Poseemos un
ejemplar distribuido por el Servicio Cultural de la Embajada Gangster en Buenos
Aires. Entresacamos algunas frases
demostrativas de la mentalidad gangsteril que informa al gobierno yanqui: “dijo que Estados Unidos a veces se ve
obligado a pesar suyo a apoyar regímenes que abusan de los derechos humanos,
porque pensamos que su reemplazo sería mucho peor para la causa de los derechos
humanos”… “la resistencia del comunismo debe ser una parte central de toda
política sensata sobre derechos humanos”. Por eso los gangsters toleraron
auspiciaron y consolidaron en el poder a la dinastía de los Somoza, por cuanto
estos permitían que la empresa yanqui United Fruit -cambió su nombre
recientemente por United Brands en un intento de hacer olvidar la sangrienta
fama de esta empresa- esquilmara durante
décadas sin misericordia a la población de Nicaragua. Ya veremos en otra sección
como la United Fruit es una empresa de judíos sionistas ligados al submundo
criminal y del narcotráfico de los Estados Unidos. Toda América Central fue
brutalmente esquilmada por esta empresa yanqui durante un siglo. Hoy, ante
la rebelión de los pueblos los gangsters yanquis pretenden
imponer su teoría de los “derechos
humanos”, muestra del cual lo percibío el Santo Padre durante su reciente
visita a Guatemala, donde el presidente de ese país, miembros de una de esas
sectas “cristianas” propagadas por
la CIA, hizo colgar de la horca a varios condenados a muerte por razones
políticas en momentos del arribo del Papa.
Claro está que
si el actual gobierno de Nicaragua hubiera permitido que la United Fruit
continuara explotando al pueblo, dicho régimen sería democrático y defensor de
los derechos humanos… sionistas. En cambio el gobierno yanqui mantiene en su
trono al hijo de “Papá” Doc Duvalier, en Haití, donde reina hace quince años
luego de suceder a su padre quien reinó durante más de treinta, país donde la
cabeza de los opositores es cortada con la misma facilidad que una caña de
azúcar. ¿Y qué diremos del defensor de los “derechos humanos” de las Filipinas
quien lleva sobre sí centenas de miles de asesinados, con lo cual dio seguridad
y ganancias usurarias a las inversiones yanquis? ¿Y para qué nos vamos a
referir a Irlanda del Norte, donde los católicos son brutalmente asesinados,
discriminados en sus empleos, encarcelados y tan brutalmente torturados en
horribles mazmorras que los presos prefieren dejarse morir de hambre sin que
los gangsters yanquis muevan una pestaña? Claro que son irlandeses, católicos y
pobres, y sus contrincantes son ingleses, protestantes y millonarios. Los
derechos humanos están a favor de estos últimos. Sería interesante que el
embajador yanqui-judío, Schlaudeman, procurase un rato libre en sus intrigas
con políticos traidores argentinos buscando la desestabilización de este
gobierno y la anarquización del partido peronista, para favorecer a su íntimo
socio en la intriga contra la Argentina durante la guerra de las Malvinas, Dr.
Alfonsín, e informar cuán es el pensamiento y actitud de su gobierno con respecto a los casos que
hemos señalados: Haití, Guatemala, Filipinas e Irlanda. ¿O es que los “intereses y deseos” de mil kelpers
borrachos merecen más atención de los yanquis que los habitantes de esos países
mencionados, a los cuales podríamos agregar el asesinato en masa y demás serie
de horribles maldades de Beguin en la zona ocupada de los países árabes y
libaneses? ¿Es que dos millones de palestinos, expulsados y robados de todas
sus propiedades no tienen derechos humanos?
Esta es otra frase demostrativa de la soberbia y
prepotencia de los gangster que se consideran “patrones del mundo”: “Según
mi criterio, la política de derechos humanos de Estados Unidos tiene dos
objetivos especiales: mejorar las condiciones de los derechos humanos en gran
número de países en todo el mundo, a fin que se beneficie el pueblo que vive en
esos lugares; y hacer patente la continua adhesión de los Estados Unidos a la
causa de la libertad en el mundo”. Aquí se descubre el verdadero objeto de
la política gangster: la libertad,
que no significa otra cosa que libertad para las multinacionales, para que la
prensa “libre” publique únicamente lo que ellos desean, para que se encarcele a
los opositores de la “libertad” para que se esquilme a los pueblos abrumados
por enormes deudas que los banqueros supercorruptos, como los de Argentina,
Brasil, México, etc., para luego imponer una política de hambre por intermedio
del Fondo Monetario Internacional. Esta es la única libertad que entienden estos
hijos de Al Capone, Lucky Luciano, Meyer Lansky, Bronsfman, y demás jerarcas
del hampa anglosajona.
Si los derechos humanos deben ser supervisados, ello
correspondería a organismos internacionales constituidos por países, todos en
un pie de igualdad, tal como exige la democracia, y no con superpotencias que
opongan derechos de veto que ellos mismos se arrogaron, como consecuencia de la
fuerza bruta que demostraron poseer en mayor cantidad que sus derrotados.
¿Quiénes son los Estados Unidos para arrogarse por sí y ante sí el derecho de
determinar quiénes violan los derechos humanos y castigar a los supuestos violadores?
Más adelante manifiesta el gangster Abrams: “Consideramos que donde existen buenas
relaciones entre un gobierno extranjero y el gobierno de los Estados Unido, y
nuestra influencia es considerable (porque tienen sobornados a los
gobernantes traidores), debemos utilizar
la misma mediante canales diplomáticos (es decir pagar en dólares en cuenta
reservada en Suiza). Entre las ventajas
de esta vía figuran el cuidadoso control que podemos ejercer sobre la misma; el
hecho de que las cuestiones sobre la arrogancia o el neo-colonialismo
norteamericano, o la susceptibilidad de un gobierno extranjero respecto a la
presión pública o de su propia soberanía, quedan muy reducidas; y el hecho de
que evitamos el contribuir inadvertidamente a cualquier campaña encaminada a
desautorizar o desestabilizar al gobierno en cuestión”…
[…] ¿EXISTE UNA FUNCIÓN NORTEAMERICANA EN LAS NEGOCIACIONES
ENTRE LA MULTIPARTIDARIA Y LOS MILITARES?
[Luego
de enumerar a varios personajes políticos traidores que, durante la guerra de
Malvinas, sostenían tratos amistosos con los yanquis, cuando ya estos se habían
aliado a los ingleses, como Alfonsín, Allende, Abelardo Ramos, peronistas, etc,
continúa]:
En estos párrafos está confesada la abierta intromisión
en los asuntos internos de nuestro país, sin que el gobierno, ni ciertos
“maricas” de la Cancillería hayan adoptado las medidas consignas de un país
soberano. El propio anarco-gallego Iglesias Rouco, de “La Prensa” acusó a
Alfonsín de recibir subsidios del sionismo judío, que es decir de Estados
Unidos, y además en otra ocasión lo señaló como uno de los concurrentes a
entrevistas secretas con el hebreo-sionista Schlaudeman, el embajador yanqui.
El Dr. Alfonsín debiera informar al pueblo, ya que pregona tanto de demócrata,
cuáles fueron los resultados de sus conversaciones con Schlaudeman, y cuánto le
dio éste, además de las directivas para actuar en la multipartidaria. Todo esto
durante plena guerra de las Malvinas, y cuando ya los gángsters se había
pronunciado en favor de los piratas ingleses. El Sr. Jorge Abelardo Ramos y el
Dr. Alende, éste de la Multipartidaria, conocen mucho de estos entretelones,
mucho más de lo que se atreven a decir el público.
[…] Se olvida el judío Abrams que fueron los yanquis,
desde el Pentágono y Rockefeller desde la banca yanqui, quienes empujaron a los
generales liberales a derrocar el gobierno de Isabel de Perón. Se olvida que
fueron Rockefeller y los personeros de
la CIA quienes mantuvieron a Martínez de Hoz en su sitial de dictador
económico, y que los grandes órganos de prensa liberal yanqui elogiaban su
conducción económica, y jamás se ocuparon
ni de los muertos de ninguno de los dos bandos ni delos desaparecidos,
ni de los miles de presos, sino que tan sólo se preocupaban de llevar a la
industria nacional a la bancarrota, coimear y hacer toda clase de negociados
con la “patria financiera”, y endeudar al país con una deuda sideral, que ahora
los economistas, -verdaderos abortos de Rockefeller- de la multipartidaria
pregonan con toda convicción que hay que pagarla, y para pagarla hay que
renegociarla, y la renegociación deja
una pingue ganancia para los renegociadores del tres por ciento, lo que suma
más de un billón de dólares que se pasan bajo la mesa y no se contabilizan.
Luego el judío Abrams se refiere al empeño “de los Estados Unidos por afrontar los
problemas sobre derechos humanos”, olvidándose de la terrible masacre de Nagasaki e Hiroshima,
de la explotación inhumana de Centroamérica y el Caribe durante más de cien
años, de que el gobierno yanqui prohibía la entrada a ese país de los que huían
ante el avance comunista en Camboya y permitían que barcazas sobrecargadas de
seres indefensos fueran presa de las tormentas y se ahogaran por miles antes de darles refugio en sus
inmensos territorios casi deshabitados; se olvidan que media Europa fue entregada a la voracidad
comunista con la total anuencia yanqui, se olvidan de las masacres de los israelíes, etc.
El cinismo de Abrams llega al colmo cuando manifiesta:
“Cuando los norteamericanos se preocupan
por corregir algo INMORAL, están dispuestos tradicionalmente a laborar y
sacrificarse para lograr sus ideales”. Jamás ningún funcionario de ningún
gobierno imperialista puede haberse expresado con mayor cinismo: UN YANQUI
PREOCUPÁNDOSE POR CORREGIR ALGO INMORAL, cuando son los inventores, los
propagadores de cuanta inmoralidad conoce el mundo e imponen esa inmoralidad a
todos los países haciendo derrocar al gobierno que ose enfrentar la ola de
corrupción. Por hoy basta.*
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