Camila
una
telenovela rosa
En la
remota heroica época, ya olvidada, de la Confederación Argentina, vivió y murió fusilada justificadamente, con el consentimiento familiar, una mujer casquivana,
llamada Camila O´Gorman. Fue por traición a la Patria y escándalo sacrílego; --
pues en ese entonces la Justicia enjuiciaba también a los delincuentes de “guante
blanco”… --así fuesen ingleses-- .
Ella
pertenecía a una familia irlandesa --los
O´Gorman-- que ejercía notoriamente el espionaje político en favor del
imperialismo británico; seguramente participaba
la hija, activa o pasivamente . Como todos los comerciantes ingleses que
trabajaban en Buenos Aires.
Además,
sus hábitos sociales y políticos chocaban en la ejemplar sociedad criolla de
ese entonces, donde, en medio del espíritu patriótico ante el bloqueo
imperialista, brillaba el pudor femenino, se combatía la indecencia pública, y
el pueblo entero respetaba la moral cristiana.
El bloqueo ofensivo y prepotente, era un baldón que regulaba y ordenaba
la vida en la ciudad, movilizada libremente para resistirlo y derrotarlo. Los
habitantes se sometieron a una disciplina marcial, propia del estado de guerra,
vigilando la conducta del enemigo inglés, para impedir acciones que hubieran
podido enfriar el fervor patriótico criollo. Es así como, se unieron, unánime y espontáneamente al
Restaurador para defender la Soberanía nacional, hasta triunfar clamorosamente,
cosechando el odio inglés hasta nuestros días.
En esa situación tan dolorosa, esa
mujer, de mala fama, se fugó hacia
Corrientes, amancebada con un cura español apostata y ladrón ¿Por qué se
fugaron? ¿Un amor apasionado los trastornó? ¿Por qué buscaron un destino lejano
y peligroso? ¿Por qué no viajaron más sencillamente a la Banda Oriental, donde
los recibirían alborozadamente como a mártires de la Dictadura “sangrienta”,
comenzando el mito de la historia rosa? ¿No pensaron que un día se mirarían a
la cara y verían a un ladrón y sacrílego y a una inestable traidora? ¿Un
resentimiento por fracasos personales los impulsó a cortar amarras brutalmente?
¿Una pasión política para aliarse con los unitarios o los ingleses?
Ahora bien, hagamos un paréntesis para mejor entender esta historia
embrollada e interesantísima. Allí es donde se descubren el fraude y
los embustes históricos incluidos en la llamada Historia “oficial”, perpetrado
contra el pueblo argentino por los gobiernos liberales ,que desde entonces nos dejaron
sin raíces verdaderas.
El cura
apóstata y sacrílego robó las joyas de la Iglesia , que el pueblo donó con sus
limosnas. Cometiendo doble pecado , suficiente para originar un profundo
malestar popular. ¿Cómo pudo apoderarse de ellas? Ese robo, hábilmente
consumado fue programado cuidadosamente, para que nadie lo advierta.
Tengamos
también en cuenta que el cura español no tenía ningún vínculo sentimental con
la Confederación , sino más bien resquemor. O quizá haya tenido algún
acercamiento con los ingleses, pues una fuga a un lugar lejano, no se programa
de buenas a primeras súbitamente, sin una acreditación de fidelidad al enemigo,
que bien se la pudo otorgar O´Gorman.
Obviamente
su traición a la Iglesia lo desacreditó totalmente en Buenos Aires, pues
semejante cura no puede disimular la pérdida de su fe ante los ojos perspicaces
de los fieles. Su única salida era unirse a los unitarios o a los ingleses. Era
un renegado, sin relaciones humanas, que encontró la imbécil que podría propiciar
su fuga.
El cura,
que en definitiva era el personaje principal de la “telenovela”, caló la
ligereza moral de la Camila, la tentó y le urgía que se encuentren en la
Iglesia, para planear la huida de ambos.
De haber estado enamorados como Dios manda, él debió aconsejarla y
orientarla para el bien de ella, como hace cualquier varón con su amada,
protegiéndola más que a sí mismo. Pero nada, ambos, emparejados, estaban
dominados por un resentimiento contra todo y contra todos, que se infunde a los
que cometen actos deplorables.
Pero
¿ella lo tentó a él o él a ella? Ella, a su vez, seguramente advirtió que el
cura carecía de moral acendrada y vocación firme, y que podría ser un buen
compinche, por ser de su misma calaña.
La
Camila al enterarse del robo ¿reaccionó negándose a compartirlo para no estar
complicada? De ninguna manera, ella lo consintió, partiendo muy ufana del brazo
del amante. Ahora bien, si necesitaban dinero para huir ¿Por qué ella no se lo
pidió a su padre, que seguramente tenía un buen pasar? ¿Por qué no se lo robó
al padre, como actuaría alguien con, al menos, mínimos resabios morales, para
no escandalizar, y que el delito quede en familia?
El pobre
prestigio de la familia, quedó enlodado por el suelo al circular la noticia de la
fuga con el apóstata y ladrón, escandalizando a toda la ciudad. La Camila dejó a su familia en situación políticamente
delicada, por lo que deducimos que inmediatamente el padre se habrá presentado
ante el Gobernador, que se conocía por su comprensión, inclusive con sus
enemigos, como demostró cuando perdonó a Lavalle y Paz, pidiendo lenidad por su
hija.
Pero
como es sabido, el perdón se concede al arrepentido. Y así la familia se encontraba
en una coyuntura: ¿Aceptaría el justo castigo a su hija para continuar con su
normal vida de espionaje y traición al pueblo que le permitía vivir en paz? Porque
el castigo paliaría el resentimiento popular al alejar sospechas de estar confabulado
con ella; la que le hubiera permitido comunicarse personalmente –por medición
de su hija—con sus paisanos, los piratas de siempre.
¿O, en
caso contrario, habrá pedido clemencia, comprometiéndose a abandonar sus actividades
delictivas de espionaje, traicionando, entonces, al Imperio británico ? Esta
opción es casi imposible, considerando la mentalidad anglosajona calvinista que
vive para acumular dinero y poder. En
fin, nunca se sabrá lo tratado entre O´Gorman y don Juan Manuel (si es que
realmente se reunieron); pero es evidente que el inglés optó por el castigo a
su hija.
La
Historia “oficial” mentirosa y politizada disimula y soslaya la extrema gravedad
de este robo sacrílego compartido, estando el país en guerra. Ella protagonizó el libreto de una “telenovela” rosa, --integrada en la Historia
“oficial” argentina— como historia
verdadera, para ser usada como anzuelo para que la sensiblería del pueblo
engañado la elogie, la llore y simpatice con el lagrimoso “romance” de la
traidora y del chorro.
El fusilamiento de la Camila no
le interesa absolutamente a los masones.
¿Por qué no se escandalizan de sus propios crímenes, más numerosos que los del
federalismo? Esta telenovela se actualiza en nuestros días con el sólo afán de
infamar el prestigio prócer de don Juan Manuel de Rosas. Porque es legítimo,
justo y necesario infamarlo, por animarse a derrotar al imperialismo masón y
protestante inglés. ‘Osadía’ que no perdonan ni los masones nativos ni los
ingleses.
Infamar es un pecado gravísimo condenado por la Iglesia, y humanamente
una canallada cobarde; pese a eso la masonería, tras el pretexto de defender a
esa pobre muchacha defiende al imperialismo inglés. Y para que los niños
estudien la historia falsificada, y aprendan a odiar al Restaurador y
aficionarse a los ingleses .En Argentina
a los traidores se los ensalza y jamás se los enjuicia. Tampoco a los ladrones
de bienes públicos que siguen vivitos y coleando hundiendo el país.
Hoy día la Camila es la predecesora y paradigma de todas las malas
féminas que pululan en los puestos de la política nacional. Hay cientos de ellas,
egoístas y ambiciosas, incapaces de amar verdadera y cristianamente. Y el cura
español lo es de los ‘modernistas’ que cuelgan la sotana. Todos
ellos sólo buscan su falsa grandeza personal,
aunque deben repudiar a Dios, la Patria y la Familia.
Escribió Luis Alfredo Andregnette Capurro respecto a la gravedad del
espionaje británico:
“El complot que
llevaría a Pophan a ocupar la capital de nuestro Virreynato tenía data de años,
jugando siempre importante papel Mr. White. Sus amistades fueron claves. Según
Florencio Varela, White “tuvo negocios poco
honrosos” durante su permanencia en la India. Varios de ellos con el
apoyo del Comodoro ´Sir’ Popham. En esos tiempos conoció y trabó amistad con
Esteban Perichon y su esposa Juana Vandeuil. Una hija de estos, la joven Ana,
casó con un contrabandista irlandés de nombre Tomás O´Gorman. Ya residentes en
Buenos Aires desde 1804, don Tomás vuelve de Europa acompañado del capitán
irlandés James Burke, quien revistaba como prusiano pero en realidad venía con
mandato del duque de York para contactar una posible intervención británica. Burke
con el apoyo del círculo O`Gorman and White, fundó centros de captación y
espionaje en su casa y en la de O´Gorman. En la posada de los Tres Reyes se
fundó la primera logia. Allí se reunían diferentes personajes entre los que se
destacaban los miembros de la Sociedad Literaria y Patriótica como Juan José Castelli y Miguel de Azcuénaga. Ana Perichon de
O´Gorman resultó un fuerte atractivo para conseguir información. La más importante
noticia que obtuvo para White fue la llegada de una importante cantidad de oro
y plata desde Potosí y Perú”…
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