Del Padre Curzio Nitoglia,
Extraje estos párrafos dedicados a la “Libertad religiosa”; esta “libertad” significa que el Pueblo, el Estado y la Iglesia carecen de religión. Fueron escritos en: “El poder oculto de las Altas Finanzas en el Mundo Moderno” (Capítulo IX, pg. 4). Destaco especialmente estos conceptos de inquietante actualidad, considerando la abulia de los católicos, --incluyendo al clero--, en defender la soberanía espiritual de N. S. Jesucristo sobre los Estados.
Si
no reina Cristo en la Nación, ésta se va lentamente descristianizando, imperando en la sociedad un liberalismo de un
extremado egoísmo individualista, que disfrutan los poderosos, repudiando el amor al prójimo predicado por Jesús,
fundamento de la Justicia Social.
“Lamentablemente
hoy la falsa doctrina de la separación entre Iglesia y Estado ha entrado y ha
contaminado también el ambiente eclesial (cf. Digniitatis humanae, 7/XII/1965).
Es interesante lo que escribió San Francisco de Asís sobre la “libertad
religiosa”: “Si el clero se atreve a
impedir la salvación del Pueblo, a Dios le
corresponde vengarse. Él le pagará como se merece, en el momento oportuno”
(Espejo de Perfección, cap. 54.). Ahora bien, la libertad religiosa habiendo
establecido la separación entre la Iglesia y el Estado (como se lee en el papel
“cateconico” (de Kathekau, es decir: el que frena; II Tes.II, 3,4) no ayuda e
incluso impide la salvación de las naciones, de
los Pueblos y de los Estados, contentándose sólo con la salvación de los
individuos, como si el hombre no fuera
por naturaleza un animal sociable” (Aristóteles y Santo Tomás) y, por tanto, la
sociedad civil, que es un conjunto de varios individuos, debe dar a Dios el culto que merece. Ciertamente el
neo&theo conservadurismo han contribuido a difundir esta mentalidad
liberal, laicista y separacionista, entre el poder espiritual y el temporal así
como abstenerse en la intervención estatal en el campo financiero, que impide
la evangelización y cristianización de los
pueblos, que ahora son “neutrales” y “laicos” en materia religiosa
también por voluntad del “clero”,
modernista y católico liberal…” […] Como Cristo había mandado a los Apóstoles:
“Id y predicar a todas las Naciones”(Mt, XXVIII, 19), no sólo a particulares.
“Una vez más, para Santo Tomás de Aquino, es la rebelión
social y pública de las Naciones contra Cristo y su Iglesia la que elimina el
“obstáculo” que frena el Anticristo final…+
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