lunes, 27 de febrero de 2023

 

¡SEÑOR, DANOS EL MILAGRO

DE UN CAUDILLO CRIOLLO!

 

“… Cuando en un gran pueblo la turba es levantada por la sedición, y cuando el feroz espíritu del inmoble vulgo hace ya volar las piedras y las encendidas teas, y todo se convierte en arma para su furor, si de pronto aparece un hombre grave, famoso por su virtud y su saber, todo se calla. Los oídos le prestan atención, sus palabras dominan las mentes, ablanda los corazones…” (La Eneida).

 

Mucho más grave es  nuestra actual situación política, y más apremiante la necesidad que surja un Caudillo criollo que haga justicia,  pues el descalabro subversivo está organizado por el mismo Estado servil que gobierna.

 

 Pero ni aún exhibiendo capacidad , honestidad y patriotismo, los liberales, admitirían un Caudillo probo, sabiendo que de un plumazo acabará con la corrupción que les permite a ellos seguir mintiendo, entregando y robando.

 

En consecuencia, repudian escandalizados al  autor del texto citado como un delirante poeta romano que tuvo la osadía de alabar la aparición de un Caudillo, en su  libro llamado “La Eneida --“el poema nacional romano”--, inspirado en acontecimientos ocurridos hace unos miles de añitos,  cuando Eneas, el Caudillo inspirado por los dioses, dirigió esforzadamente a los  troyanos, salvados del incendio de su ciudad, a través de un  periplo por el mundo mediterráneo, para fundar la Patria anhelada, la ciudad magna : Roma.

 

¡Anhelaban los troyanos llegar a la  Patria lejana y amaban al Caudillo que los conducía a ella! Tanto como  nosotros, sus émulos modernos, viajamos a en busca de la remota esperanza de  que un Caudillo, patriota como fueron los federales, reencuentre algún día  nuestra Patria argentina, ahora oculta bajo montones de inmundicia liberal: la representación por partidos políticos,  la soberanía popular,  la división del poder en tres , la globalización y el imperialismo usurario. ¡Acabando, principalmente,  con la inmoralidad, la incompetencia, la irresponsabilidad y el cipayismo!

 

Mientras tanto,  nuestros filántropos protectores de la UNESCO, deben sacar de circulación la lectura de “La Eneida”, pues sería uno de los libros  indispensables para salvar a la juventud  de la ignorancia auspiciada por el liberalismo, y podría contener textos totalitarios, capaces de  despertar instintos malignos, y hasta repudiar a nuestros honorables ‘próceres’ y virtuosos políticos…

 

 

 

¡¡¡SEÑOR, DANOS UN CAUDILLO!!!

¡¡UN ENEAS CRIOLLO, COMO FUÉ  DON JUAN MANUEL, QUE NOS DIRIJA A LA PATRIA SOÑADA!!

(AUNQUE NO LO MERECEMOS).

 

 

 

 

 

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