EL ODIO
DE UN ‘SANTO’
¡NOTICIA
DE ÚLTIMO MOMENTO!
Las
palabras que comentaré de Pablo VI
fueron emitidas hace casi medio
siglo, el 1º/12/1974, y publicadas por el diario Pregón de Jujuy. Pero
considerando que las mismas ideas
discurren y se están desarrollando
lentamente desde hace unos siglos
siempre en la misma perversa
dirección, son plenamente actuales explicando el deterioro del Vaticano.
Dijo Pablo VI : “ Lefebvre debe retirarse a reflexionar , dado su
estado psicológico, porque en lugar de dar la respuesta adecuada, el prelado rebelde persiste en el
error…, lo ponemos fraternalmente en
guardia contra sus presiones de las que podría ser objeto por parte de
quines querrían colocarlo en una posición insostenible… espero que de signos de
adhesión franca a todos los textos del Concilio Vaticano II, la aceptación
de las decisiones del Papa, la aceptación de las decisiones del derecho
canónico , el cese de las acusaciones personales contra el Papa y sus colaboradores, el respeto a la
responsabilidad de los obispos en sus diócesis y abstenerse de iniciativas
contrarias a los términos de la declaración”.
El odio
de un ‘santo’. ¿Pero es que los ‘santos’ odian? Si son ‘santos’ liberales
parecería que sí. Luego del Vaticano II, ya no más solapadamente sino a cara
descubierta los modernistas comenzaron a denigrar vehementemente a los que
sostenían
Pues
bien, considerando la actuación episcopal y papal de Pablo VI no es lógico pensar, cuando denunció que el
humo de Satanás había entrado en
Y
obviando la "Humanae Vitae", - acto insólito de su pontificado-,
declaró que el culpabra fue el enemigo
del mundanismo liberal del Concilio, fue un Obispo de ortodoxia fehaciente , que
acusaba sus errores . Fue Monseñor
Lefevbre.
Sin argumentos valederos ,
Pablo VI creyó oportuno , para
sacárselo de encima , injuriarlo públicamente de demente, o al menos de paranoico , aconsejando a Monseñor Lefevbre retirarse a “ un sitio tranquilo para
reflexionar , dado su estado psicológico ”.
Pablo VI cometió una vileza,
-característica del "espíritu del Vaticano II-, sin estudios médicos
apropiados, acusando públicamente de
insensato , un débil de espíritu incapaz de resistir malvadas
influencias, al borde de un proceso
de excomunión ; un ser
insignificante con el que no se podía
cruzar palabra alguna.
¡ Que no piense ! ¡ Y obedezca ciegamente! ¡Que repudie
la tradición milenaria! El estado
actual del Vaticano demuestra quién hubiera debido dejar de pensar para no caer en el extremo de degradación.
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