La libre navegación de los ríos argentinos.
La libre navegación de los ríos fue un intento para desmembrar la
integridad territorial argentina, planteado durante el gobierno del general
Rosas. Los unitarios pretendían, por supuesto, que las flotas sitiadoras del
puerto de Buenos Aires, penetren libremente al interior del país, vía Paraná,
comerciando directamente con las provincias litoraleñas; obviando los altos
intereses nacionales de la Confederación. Como no podían contra Rosas, a los
imperialistas los movía una intención política solapada, vigente aun hoy día: . desmembrar el territorio nacional, para
dominar fácilmente un conjunción de pequeños Estados indefensos.
La excusa que argüían era simplemente comercial, pero ocultaba intenciones
políticas. Los comerciantes mesopotámicos inescrupulosos, actuaban de acuerdo a
lo escrito en una carta, citada por Irazusta, del secretario de Estado
mendocino dirigida a Baldomero García, el 13 noviembre 1845: “Los comerciantes… no se fijan si el
gobierno debe conservar su dignidad aun a costa de los mayores sacrificios. Lo
que quieren es que haya comercio; nada les importa lo demás”.
Además, el peligro político estaba latente. Lo comenta don Vicente Sierra
(Historia Argentina t, IX, 445 sgs.):
“Dichos ríos eran rutas que las unían a todo el mundo, por lo mismo una
tentación de autonomía y hasta de total independencia del resto de la
Confederación, puesto que el localismo era para ellas un sentimiento tanto o
más agudo que el nacionalismo”.
Esos cipayos, teniendo grandes intereses personales, comerciales y
políticos en juego, exigían la libre navegación internacional. Como es sabido,
incluso Urquiza se enriqueció exorbitantemente comerciando pérfidamente con los
unitarios de Montevideo, proveyendo carne fresca a los buques que sitiaban el
puerto de Buenos Aires. Si este personaje traicionaba a la Confederación, todos
los comerciantes se sentían justificados para imitarlo.
Don Juan Manuel, acompañado de Arana, se opuso terminantemente con su diplomacia estrictamente nacionalista, no porteñista sino nacionalista, pidiendo sacrificios personales hasta el fin del bloqueo. Él, sus colaboradores y los patriotas que lo seguían a muerte tenían una visión nacionalista de la política argentina, que los impulsaba defender la Patria sobre todos los intereses personales mezquinos.
El profesor Genta (Correspondencia entre San Martín y Rosas
1950, pg.10) dice que, como correspondía, Rosas se atuvo a los Tratados
vigentes:
“El Convenio Arana-Southern en su artículo
primero, establece que el gobierno inglés se obliga a evacuar definitivamente
la isla de Martín García, devolver los buques argentinos de que se había
apoderado y a saludar el pabellón de esta Nación con una salva de 21 cañonazos;
y el artículo cuarto, reconoce que la navegación del río Paraná es interior y
que está por lo tanto sujeta únicamente a las leyes y reglamentos de la
Confederación Argentina; y reconoce que la navegación del río Uruguay es común
y está sujeta a la reglamentación de las Repúblicas fronterizas del mismo”
Luego de Caseros triunfa el espíritu masónico entregando la soberanía
nacional, al caducar la diplomacia argentinista. Comenta don Julio Irazusta
(Ensayos Históricos, ed. La Voz del Plata, pg.29):
“…irreparable fue
la pérdida sufrida por el espíritu nacional al faltar entre sus representantes
más calificados quien recogiera en un sistema intelectual coherente las
enseñanzas deducibles de la diplomacia de Rosas, tan admirable en su firmeza
como por su irreprochable base de confraternidad inter-americana y justicia con
todas las naciones”.
Actualmente, podríamos sintetizar este problema diciendo: manos delictivas continúan
ofreciendo sobornos corruptores, para acentuar su predominio sobre el país,
exigiendo la libre navegación; y las manos delictivas del Régimen ansían
recoger dólares a manos llenas, bajo poncho, aun a cambio del despedazamiento
del país. Los personajes se suceden, y la tozuda traición liberal se repite,
hoy como ayer.
*Nota: El camarada Alejandro Biondini, de Frente Patriótico, publicó en su
canal una charla con datos y una interpretación nacionalista muy interesante
sobre este tema.
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