EL CUARTO PODER SE INCLINA ANTE
PLUTÓN.
A continuación, párrafos
tomado del libro de HENRY COSTON, “Con dinero rueda el mundo”, (pg. 299), donde denuncia el sometimiento del periodismo
comercial francés ante las multinacionales que lo bancan. En nuestra Argentina
la situación es más grave aún, pues, transcurridas varias décadas de
degradación política desde la denuncia de Coston, gobierna realmente el ‘CUARTO
PODER’, quien depende absolutamente, para su subsistencia, del dinero oculto, apátrida
e inmoral; a quien debe acatamiento.
Hace y deshace, mintiendo
y desinformando. Haciendo propaganda en favor Régimen liberal, mientras su
política esté sometida al gobierno mundial. Su táctica consiste en aparentar
una falsa oposición entre los partidos, para mantener al público entretenido,
como en una escena de marionetas, donde se ponen distintas caretas, mientras
quien mueve los hilos desde arriba es un mismo personaje. El sainete hace las delicias del público infantil, que ríe,
llora y aplaude …, como si presenciase una tragedia griega.
"Puede que se me pregunte:
”Lo que aquí se escribe, ¿porqué no lo leemos en la prensa? Jamás se hace
alusión en ella al poderío de los trust ni a la influencia de los financieros
internacionales…
No hay que sorprenderse
demasiado de este silencio. Como vamos a verlo, muchos periódicos se encuentran
bajo el control de grandes empresas, dominadas por la alta Banca. En otros, la
situación financiera es demasiado frágil para que su dirección se pelee con los
grandes clientes de la publicidad.
El presupuesto de
publicidad de los trusts y de los grandes negocios es enorme. Aún cuando se
hayan mostrado muy discretos en ocasión de una encuesta que hizo ‘Le Monde’ el mes de mayo de 1953, sobre
la publicidad de las grandes firmas, disponemos de algunos indicios. La batalla
publicitaria que libra el polvo de jabón
Omo con su competidor C.D.K., le
costó al trust holandés Unilever 1500 millones de francos, y
alrededor de 500 millones a la firma Lesieur.
Según una revista francesa de
hombres de negocios, una decena de casas consagran regularmente 250 millones
por año a la publicidad: Cinzano, Monsavon, Oreal-Dop, Perrier, Solitaire,
Palmolive-Colgate, Nestlé, Le Cagt, y Philips. El volumen total de publicidad
en Francia habrá costado en 1950 34 mil millones, y alrededor de los 60 mil
millones en 1952.
Sin este maná, que
representa lo esencia en las recaudaciones de los grandes periódicos, ninguno
de ellos podría subsistir. Únicamente esto puede explicar el silencio de la
prensa.
Pocos periódicos, y por
lo tanto pocos redactores y colaboradores escapan al dominio del dinero.
‘El escritor y el
periodista se dicen y se creen libres. No lo son. La libertad de expresión de
su pensamiento está limitada por la voluntad de los dirigentes del periódico o
de la revista o de la casa editorial. Y estos dirigentes son, o bien miembros
del feudalismo financiero o bien sus empleados’.
Así se expresaba el socialista
A. Hamon en una obra notable que publicó pocos años antes de la guerra. (Les Maitres de la France).
Es verdad. Bajo la III
República, el buitre de la finanza había puesto sobre la prensa su garra
dorada. El periodismo, que había sido el alma del periódico, acaba de
desprenderse de su prestigioso poder en provecho del financiero. Desde
entonces iba a ser sólo un mercenario".
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