¡Una limosnita, por amor de Dios!
Así pedían años atrás los
mendigos… pero hoy día asumieron su dignidad y piden “para vivir la vida”,
revelando como la vida se fue desacralizando… y ellos se fueron desligando de
Dios. Hoy día las grandes potencias no podían quedar
al margen de esta sencilla y sensiblera manera de sacarles dinero a la gente, y
organizaron ecuménicamente las limosnas, para apropiarse de todas las posibles,
y puedan ellos también “vivir la vida”,¡pobrecitos!, en nombre de los ¡“Derechos
humanos”!.
“Lector: cada centavo
que donáis o pagáis en concepto de cuotas a organizaciones tales como el
ejército de salvación, iglesia anglicana, Rotary club, club de leones, kiwanis
club, centros espiritistas, testigos de jehová, masonería, etc., contribuye a
forjar un eslabón más de las cadenas que nos subyugan a potencias enemigas del
país”.
(tomado
de “informes sobre la masonería”).
Actualmente
existen otras que piden con el mismo argumento humanitario, principalmente
las Naciones Unidas y sus conexas, que manejadas por el supercapitalismo del 1º
mundo, de manera indigna, escandalosa y vergonzosamente, vienen a limosnear en los
países “subdesarrollados”, invocando una ayuda a la niñez, salud, cultura, etc.
, ¡que nunca llega!
Desacralizan
la limosna caritativa, en nombre de Dios,, la deshumanizan,
y
son solapadamente subversivas.
¡No
ponga sus dineros en las alcancías de los supermercados!
¡Lo
están estafando!
En las alcancías de las asociaciones protectoras de caballos o canes si.
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