EL TERCER CHAPULTEPEC.
¿Cómo fue
posible semejante traición? La respuesta se encuentra en nuestra historia
patria. Cuando los falsos próceres que tomaron el poder luego de Caseros gobernaron
renegando del alma nacional; imponiendo la pedagogía del resentimiento y la
vergüenza por lo argentino a todas las generaciones posteriores.
El resultado de Chapultepec
fue la aparición de la nueva factoría argentina en el panorama mundial, causada
donosamente por los defensores de la “democracia y la libertad”, que ya habían mostrado
las garras con la farsa de la Doctrina Monroe. Pero en Argentina los
diplomáticos y los políticos nada sospechan de la “filantropía” yanqui; viven
en Babia, ellos tienen dinero, mucho dinero para el soborno, y alguna tajada pretenden
ratear.
Creer dos veces el
mismo cuento de los yanquis es de no creer: pero hay que creerlo, porque está a
la vista que los políticos no caen inadvertidamente ; en realidad no todos viven
en Babia pues a la minoría que los arrea le interesa gobernar una colonia;
propugnando, entonces, el mantenimiento de Argentina como factoría, sabiendo
que: “A río revuelto ganancia de pescadores” . En un país soberano no podrían
robar ni recibir sobornos.
El Padre Castellani
vivio esos momentos dramáticos sufriendo indeciblemente viendo desaparecer lo
que quedaba de la patria soberana.
Hoy día, la
degradación patriótica es abismal . El pueblo argentino, en su mayoría, plenamente
americanizado, protestantizado y judaizado (las tres opiniones expresan ideologías concordantes), permanece inmutable ante la traición de un nuevo Chapultepec, el tercero, con la aparición
desde las entrañas de algún manicomio del payaso que sugestionó a tantos imbéciles.
¿En qué
consistió la firma de las Actas? Brevemente, como anticipo:
* Pérdida real
de nuestra Soberanía. *Vergonzosa miseria política, económica, etc. que está tocando
fondo. *la yanquización
argentina, la consiguiente protestantización y ulterior filo/judaísmo que enbretó
las patas de nuestro país liberal *USA se
erige como Superpotencia imperialista dominando toda latinoanérica. *
El Estado argentino será manejado desde el exterior. * Iglesia católica, (Ejército, “fuerzas vivas” etc.) según costumbre, impávida,
muda, pensando como continuar acomodada con el Régimen. *El pueblo engañado y políticamente relegado. Etc.
Todo actualísimo.
El Padre Castellani,
sacerdote y patriota ejemplar, denuncia la traición de los políticos del
Régimen firmando sumisamente el Acta de
Chapultepec. (“Cristo ¿vuelve o no vuelvo?, ed. Pausis Pango, 1951,
pg.223). Por ignorancia, por miedo, o por corrupción; seguramente los tres
motivos simultáneamente. Pues estas tres sinrazones, a esos y a los de ahora,
los pinta de cuerpo entero.
A continuación
el artículo del:
Padre Leonardo Castellani
LO QUE TENIA QUE
SUCEDER
El país
argentino-- o por lo menos esta confusa Capital, que por desgracia
politicamente en todo el país—se ha enterado ya de la noticia que se le ha propinado tan repentinamente, del
acontecimiento que a través del mayor
secreto viene a partir en dos la historia argentina y a determinar de una
manera férrea las líneas de nuestro futuro ; las llamadas Actas de Chapultepec
han sido aprobadas por el Senado sin reservas
, sin discusión, por unanimidad virtual.
El pueblo argentino
no sabe a punto fijo lo que son las Actas de Chapultepec, complicado
instrumento jurídico que el periodismo que tenemos ha mantenido reservado en
lugar oscuro, mientras batía el aturdiente parche, en torno a noticias y
nociones inútiles, de aquí y del resto del mundo . Las famosas Actas son la
Constitución del Nuevo Superestado Continental que Estados Unidos tiene
vehemente interés en conseguir ;
constitución comparable al Commonwealth o Imperio Británico , pero muy
adelantado en el camino del imperialismo y con marca de fábrica yanqui , como
está explicado claramente en nuestra sección Desde la Tribuna.
La Argentina entre, pues, hoy en una situación
enteramente nueva en la historia
del mundo. Su soberanía como nación
independiente queda empeñada, si no en un totalidad (como sería el caso de una factoría
o colonia, el Congo Belga o Argelia),
por lo menos todo lo necesario para ser
manejada desde afuera. En las líneas generales de todo
lo que constituye la vida de una nación
como tal, a saber, en su economía, en su
política, en sus relaciones internacionales, en la dirección de su instrucción
pública, en la suprema decisión de la guerra,
que es el acto solemne privativo y
definitorio del país soberano, así como la pena de muerte es la función
privativa del monarca, en la antigua concepción romana de la política. No se tocarán, quizá lo instrumentos y
mecanismos por los cuales estas realidades políticas se concretan; pero la
última llave de este complicado mecanismo llamado el Estado no estará más en
manos propias.
Las consecuencias de esta unión política con los Estados
Unidos (que no vacilo en llamar yanquización, dado que lo político es lo formal
en una nación, de lo cual todo depende) trascenderán la esfera política y
moldearán lo cultural, lo social y lo religioso. Ya somos medio yanquis en las
costumbres y medio protestantes en la religión (hablo de esta confusa Capital),
aunque no lo digan ni quizá lo sepan, los que hacen chácharas devotas y
provocan conmociones artificiales sin sentido ni objetivos claros.
Lo que veo (y que Dios me mate si miento), y es lo que quisiera
decir cumpliendo mi humilde deber de periodista, que no es otro que el de
predicar la verdad con rotativa y tinta grasa, que puede ser un púlpito como
otro cualquiera; lo que me parece ver en este momento grave del país, en que
estamos abocados, o bien a una guerra religiosa, o bien a una apostasía progresiva
y definitiva de esta nación bautizada
Si no interviene la Providencia de Dios y el patriotismo
argentino con los medios más enérgicos, nuestros hijos serán católicos liberales
y nuestros nietos serán protestantes, pese a la enseñanza religiosa en las escuelas. El extranjero herético no se
llevará de momento nuestras reses ni nuestros capitales; se llevará nuestra
alma.
Actualmente,
nuestra prensa, nuestra radio, nuestras revistas y nuestro cine son prácticamente
protestantes, cuando no son bazofia intelectual deletérea, que va a alimentar
el clima y la mentalidad comunista. La Iglesia Católica carece hoy de todo
control o acción eficaz sobre esos medios poderosísimos de información y
moldeamiento del pueblo, que alimentan día a día la mentalidad popular y
cumplen en forma gruesa y arrollante el antiguo mandato: “Enseñad a todas las gentes”. Quien enseña a todas las gentes de
nuestro país hoy día no es la Iglesia, sino la Anti-Iglesia.
El voto senatorio de hoy confirma ese estado de cosas y lo
corrobora y fortifica in aeternum.
Ese estado de cosas tendrá que dar algún día sus frutos naturales. Si para
muchos de nosotros ese voto senatorio era lo que tenía que suceder, con mucha
más certeza todavía la descastación total del país (consecuencia matemática) tendrá
que suceder también, a menos que Dios quiera darnos prodigiosas fuerzas para
pararlo. Argentinos, se acabaron las vagancias pastoriles. No podemos
sustraernos a la inmensa batalla del mundo actual. Nosotros sabemos hoy que
Dios no nos pide menos que la vida ¡Que Él sea loado, de quien toda virtud desciende,
nosotros sentimos que no podemos negársela!
VENI, DÓMINE JESU!
Agosto 20 de
1946.
Nota del blog:
nuestros queridos camaradas y patriotas que pretenden restaurar política y
culturalmente nuestra Patria, desde cualquier aspecto que lo encaren, mientras
sean auténticos patriotas, deberían considerar estas palabras del Padre
Castellani, verdaderas e incontaminadas; sabiendo también, que la degradación cayó
en un pozo insalvable sin la ayuda divina. Ya no se puede planificar
considerando la soberanía popular, pues
sólo participa de ella en la medida que adhiere a un Caudillo patriota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario