sábado, 6 de abril de 2024

 

¡VIVA LA LIBERTAD, CARAJO!

El 2.4.24 leyó Milei una proclama homenajeando a los veteranos de Malvinas y destacando la importancia de las FFAA en la política nacional. Palabras muy bien escritas, no por él, por supuesto, pues eran completamente ajenas al contexto de su catastrófico pensamiento.

Mientras leía, miraba la hojita que tenía delante como observando algo incomprensible, demostrando que ni siquiera tuvo el tino de darle previamente una hojeada, pues en unas oportunidades se le trabó la lengua y balbuceó, con voz árida y monótona como para acabar de una vez su mal momento. Cuando esperábamos una fervorosa ceremonia patriótica, asistimos a un espectáculo payasesco.  Zelensky sería su buena pareja para integrar un dúo al estilo delicioso de Laurel y Hardy, pero demoníaco.

Milei es una mentira andante; todas sus acciones parecen falsas. Miente para desconcertar y ocultar sus verdaderas intenciones; ordenadas por las multinacionales enmigas. Solo una vez, en la Catedral de Buenos Aires creí verlo expresar una emoción auténtica, admirando a su amado rabino. ¿ No será que tiene ciertas apetencias como las del famoso chantajeado Molotov ?

Al finalizar no gritó ni ¡ Viva la Patria ! ni ¡ Viva el ejército !, como hubiera correspondido ; rebuznó su acostumbrado ¡Viva la libertad, carajo!Para ensuciar todo lo bueno dicho anteriormente.

Si realmente fue ovacionado por los militares, como dijeron los periodistas, entonces ya no hay esperanza alguna de restaurar la Patria en sus glorias.    Se burló de ellos alabándolos, mientras los desarma fervorosamente. Qué bochorno!  ¡Con cuanto gusto  y  justicia  San Martin los  hubiera ensartado, a él y   a  sus  admiradores    si  realmente los hubo  --  con  el  sable   libertador  !+

 

ELOGIO DE LA NATACION.

El Padre Castellani escribió esta bella página sobre el mar (Reforma de la Enseñanza, Difusión, 1939) ; que copio, agregando una reflexión final :

El baño de mar tiene esto de hermoso, que el hombre tiene que desnudarse y entregarse al elemento agua.

Tiene que despojarse de todo lo pasado, complicado y gris que pertenece  al  elemento  tierra.

Los anteojos, el reloj, la cartera el triple retrato de vestes blancas  y negras .

Tiene que reducirse a lo que la madre lo hizo, no más militar, civil o eclesiástico, sino simplemente hombre.

Tiene que “hacer por la vida” en el más puro sentido literal.

Tiene que dejar en una roca al lado de la cartera--.

Y que me la roben, qué me importa, esta líquida es lo que vale.

Esta masa argéntea, verdosa, rítmica, amenazadora, acariciante, eso es lo que importa.

Así como en la vida lo único que importa es la Mística.

O   sea  nuestra relación actual con el Mar Omnipresente.

--Al lado de la cartera . Tiene que dejar al lado de la cartera:

Todos los negocios , cavilaciones , preocupaciones.

Por la única preocupación perentoria de mantenerse a flote.

De no dejarse devorar en una fresca caricia traicionera , de no hundirse adonde va su propio peso…

Qué simple y azul es todo.

Qué nuevo.

Toda la vida reducida a un sacudirse armonioso, a un baile peligroso.

Como un niño recién nacido.

Toda la explosión vital un remover sus manitas.

Palitas de recién nacido.

Frente a la ola leonina y potente mis grandes manos.

Mi cuerpo infinitamente débil.

Mis ojos entornados por el azul triunfante y excesivo.

¡ Oh , Golfo de Nápoles !+

 

Nota reflexiva, demasiado abrumadora pero inevitable : con mi familia compartíamos –cuando podíamos-- la belleza del océano atlántico , ese prodigio de la Creación que nos regaló Dios ; con la misma admiración que la describió el Padre Castellani con palabras poéticas.

Hace unos seis años fuimos por última vez a disfrutarlo. ¡Pero qué decepción! Para llegar a la orilla teníamos que atravesar, a los codazos y pisotones, un vía crucis con la exhibición de los personajes más degradados y procaces, ambientados con alcohol, drogas, “música” y  ¡“toca” cola! Para corromper a la juventud y tentar a las familias.

Al llegar a la orilla, se no estrujó el corazón de bronca y asco, pensando que allá lejos, en pleno mar argentino, cientos de piratas nos robaban impunemente nuestra riqueza ictícola. Y peor, botaban al mar las heces de miles de tripulantes, y basuras de todo tipo, entre plásticos, maderas, etc.,  que la resaca había depositado enroñando la orilla.

Dando razón a lo que afirmo, cierta mañana asistí a un espectáculo repugnante; la resaca, durante la noche, depositó en la orilla túmulos con millones de pescados muertos y basuras de todo tipo a lo largo de cientos de metros de playa. La Municipalidad, por la mañana, los recogió en camiones con palas mecánicas; y, por supuesto, dijeron no saber de qué se trataba, y no se volvió a hablar del tema , como acontece  siempre, cuando la solución del problema no es redituable para ellos. Pero el interrogante subsistió: y la solución era previsible: la matanza de peces provenía de la flota pirata que acabaron con esas miles de toneladas de animales ¿Con venenos, explosivos?

 Ya no era mar argentino, ni verde, ni limpio, ni acariciante. Politizaron su belleza. Tiene otro dueño. Será siempre testigo de la infamia del liberalismo cipayo, que dejó lo usurpen. Como tampoco lo será el Paraná, ni las Malvinas, ni la Antártida, ni la Patagonia; con el resto del país troceado. Somos extranjeros en lo que fue nuestra Patria: ni el mar ni la tierra son argentinos.  Ahora es un mar y una tierra abierta a todas las avaricias anglo/yanquis/israelíes. Venden todo, todo entregan por sobornos, inclusive nos venderán a nosotros.

Así acabaron mis días de playa, asqueado y avergonzado. +

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