Su Santidad Pío 12
interviene en Palestina,
En el presente artículo, don Curzio Nitoglia expone la verdadera causa de
los interminables enfrentamientos entre Palestinos y sionistas: la expoliación
y aniquilamiento de Palestina ejecutada por Israel y USA; conjunción
entrañable, de un cinismo y una maldad feroz para dominar totalmente el Cercano
Oriente instaurando el “Gran Israel”.
EL ORIGEN DE LA CUESTIÓN PALESTINA.
Don Curzio Nitoglia.
Los rtículos del Padre Nitoglia se encuentran
en su sitio:
https://doncurzionitoglia.wordpress.com
Cuando Tito destruyó el Templo de Jerusalén y la Ciudad Santa de la Antigua
Alianza (70 d.C.), se inició la gran Diáspora de los hebreos, que abandonando
la Judea se desparraman por todo el mundo romano.
En el 130 Adriano, luego de haber dominado Jerusalén, que se encontraba nuevamente
alzada contra Roma, siguiendo a un falso mesías, Bar Koba, refundó sobre sus
ruinas una ciudad con el nombre de Aelia
Capitolina; y tras haber arrasado también con la tierra de Judea, la llamó
con el nombre de Palestina o Siria, que permaneció desde el 130 a 1948.
En el siglo IV, Constantino y Santa Elena fundaron la Palestina católica-romana,
que perdurará solamente hasta el siglo VII. Pues en 614 Cosroe II, rey de Persia,
invade Palestina y persigue a los cristianos.
En el 638 el califa Omar inicia la verdadera y profunda islamización de
Palestina, tolerando –todavía- a los cristianos.
En l 1009 el califa Al-Harem recomienza la persecución a los cristianos y
ordena el 28 de septiembre de 1009, la destrucción de la Basílica de la Resurrección
de Jerusalén (llamada en Europa del Santo Sepulcro) sin omitir los fundamentos,
a excepción de los que era imposible destruir.
Entre 1070 y 1090 lo turcos seléucidas invaden Palestina y masacran a los cristianos.
La Europa cristiana responde entonces con la Primera Cruzada (1099), y el 1º de
junio del 1099 Godofredo de Buglione entra en Jerusalén. Pero en 1187 Saladino
la reconquista. Desde el 1517 hasta el 1917 el Imperio Otomano ocupa Palestina.
*
En 1917 Turquía aliada al imperio Austro-Húngaro pierde la primer guerra
mundial; comenzando entonces el mandato británico en Palestina, bajo el
auspicio de las Naciones Unidas. El 2 de noviembre de 1917 la Declaración
Balfour, incluida en el Tratado de Paz con Turquía, crea el “Hogar hebreo”, que
pronto derivará en un incendio al transformarse de “Hogar” en Estado.
Entre los años veinte y treinta comienza la gran inmigración hebrea en
Palestina, con vastos asentamientos como manchas de leopardo, provocando la
reacción árabe. Durante 1942 y 1945, los sionistas iniciaron una serie de atentados
terroristas contra Gran Bretaña y Palestina. El 1947 la G.B. restituye el mandato
recibido de las Naciones Unidas en 1917, a la que se había transformado en ONU.
Palestina queda de hecho dividida en dos partes, una hebrea y otra árabe, con
Jerusalén internacionalizada.
El 15 de mayo de 1948 nace el Estado de Israel, que inicia la primer guerra
árabe-israelita (1948-49); y en ese mismo año Israel ocupa la parte occidental
de Jerusalén. En 1949 Palestina pierde su nombre y su unidad política, dividida
en una parte israelita, y la otra es Gaza, tutelada por Jordania y Egipto. En
1951 Israel expulsa a 900.000 árabes de Palestina; y en 1967 luego dela guerra
delos “seis días” se expande ocupando inclusive la Jerusalén este: quedando
toda Jerusalén en manos judías.
Luego de la reacción egipcia de 1973, llamada guerra del Yom Kippur, se reunieron en Camp David (Washington),
Sadat, Carter y Beguin decidiendo que Gaza era un territorio ocupado por
Israel, aunque habitado por palestinos. O sea, el pueblo palestino existe, pero
Palestina no.
Aclaremos que los palestinos eran, prácticamente, tanto para Israel como
para el Mundo árabe, pues estos peleaban y dialogaban en defensa de Palestina,
sin tener en cuenta a los
palestinos. Arafat tuvo el mérito
objetivo, de imponer a los palestinos como sujetos principales en las relaciones político/militares
de la tierra Palestina, sin delegarla en Egipto, Siria y Jordania. Cinco años
después estalló la primera intifada en Gaza (1987-88). En 1991 se encuentran en
Madrid, por primer vez, representantes del Estado de Israel con Arafat
(Autoridad nacional Palestina- ANP). Entre 1993 y 1995 se realizan dos
encuentros n Oslo (considerados “diplomacia de puras palabras”) donde se
establece que, en abstracto, existe Palestina con derechos sobre el territorio
ocupado, pero todavía a los palestinos no se los consideran seres de carne y
hueso; los derechos que se le reconocen a Palestina son de jure, no de facto.
En el 2000 se encuentran en Campo David II, Clinton, Barak y Arafat. USA hace una oferta inaceptable para Arafat.
con intenciones de que al negarse pierda prestigio (y aun la vida, como Sadam)
ante la opinión pública, deformada, dirigida y fabricada.
Además, el encuentro en Campo David II fue conducido sin transcripción
oficial delos coloquios. En la misma, Israel no acepta retirarse de los territorios
ocupados en 1948, ni siquiera de los ocupados desde 1967. Dejando tres millones
de prófugos palestinos sin derecho a retornar a sus territorios, rechazando la Resolución
194 de la ONU.
En cuanto a la tierra palestina, debemos tener presente que el 29 de
noviembre de 1947 la ONU, con la Resolución 181, dispuso la división de
Palestina por la mitad, entregando el 52 % al Estado de Israel , el 46 % a los
palestinos , y el 2% internacionalizados. Pero en 1967 Israel había usurpado la
mitad del territorio que correspondía a Palestina (el 23 %) , dejándole
solamente el 23 % restante, mientras que los judíos sumaban 75 % del total, (52
% +23 %).
El engaño fraguado en Campo David consistió en decir sólo una parte de la
verdad, que consistió en ceder a los palestinos el 90 % del territorio
calculado luego de 1967, o sea el 90 % del 23% del territorio que le entregaban
a los palestinos, que no eran más que el 20 % del total, mientras Israel e
apropiaba del 80 % del país palestino.
Ni los norteamericanos ni los israelitas dijeron entregar sólo el 90 % del 23 % de la superficie de
Palestina, restante luego de 1967, para hacer creer que querían darle a los
palestinos el 90 % del 46 % que les correspondía; pero Arafat hubiera rechazado
inclusive el “magno” ofrecimiento de
Clinton y Barak hubiera sido el 100 %.
Arafat rechazó la “ocasión de oro” de Clinton y Barak porque para Palestina
hubiera significado renunciar a su aspiración de convertirse en un Estado
independiente.
LA ANP quería la devolución de los territorios ocupados en 1967 de
Jerusalén este, Palestina, y el fin del sentamiento de colonias hebreas, como
manchas de leopardo, en tierra palestina. Hubierase debido volver al 1967 cosa rechazada
terminantemente por Israel; e inclusive
por Kissinger que dijo: “volver a 1967 e imposible”.
El 28 septiembre del 2000, explota la segunda intifada. En 2002 Juan Pablo
II declara: “Palestina desde hace más de 50 años es víctima de injusticias””.
El corazón del problema
de Palestina.
Ni Inglaterra ni la ONU tienen títulos ni soberanía sobre Palestina. Más
bien, la Resolución 181 de la ONU (29/11/1947) recomendó o aconsejó, sin valor
legal, la repartición de Palestina, dando 52 % a Israel, 46 % a los palestinos,
y un 2 % internacionalizado.
Los israelitas aceptaron esta Resolución, pero los palestinos la
rechazaron. Hoy la ANP la vuelve a invocar para iniciar el proceso de paz. Los
palestinos mantienen el derecho de posesión sobre el suelo de Palestina, hoy
como antes de 1947.
Bem Gurion, que en 1947 dijo aceptar la justicia de la Resolución 181, en
mayo 1948 invadió Jerusalén este.
No se pude obligar a los palestinos a
renunciar “libremente” al 3 % del territorio que les quedó luego de
1967, según se les propuso “democráticamente” en Camp David II pretendiendo que
acepten pacíficamente –sin reaccionar- esta expropiación “liberista”, en nombre
de la paz y de la libertad norteamericana, aceptando neciamente esta imposición
de la tiranía democrática, liberista, libertaria y libertina del relativismo y
subjetivismo occidental.
Existe el derecho a la legítima defensa, reaccionando en cao de agresión, para que no te expropien ni la verdad ni la
tierra, siendo la culpa no del que se defiende, aino del injusto agresor, que previamente fabricó una
opinión pública para generar y
“justificar” una guerra de “liberación” , (nihil sub sole novi).
Considerando el actual retiro de colonos hebreos de Gaza, escribió Sergio
Romano: “los ciudadanos israelitas de
origen árabe son cerca de un millón, pero el Estado de Israel no tiene ninguna
intención de modificarse instituyendo un
Estado multirracial y multiconfesional. Las relaciones con los palestinos,
durante este tiempo, fueron progresivamente empeorando (…). Los colonos de los
asentamientos hebreos en Cisjordania son cerca de 230.000; Sharon, en una
entrevista a Le Monde reproducid en La Stampa del 27 julio 2005 declaró: “El
acuerdo que firmamos con el presidente Bush permite mantener zonas de gran
importancia estratégica donde haya gran densidad de población…” Estas palabras
no permiten mantener muchas esperanzas en el retiro de las colonias de los
territorios ocupados… abandonándose la perspectiva de una feliz convivencia de
los dos pueblos en un sólo territorio” (Corire, 15/8/2005).
La Stampa escribió: “El día siguiente al final de la transferencia de las colonias
del plan Sharon, Israel expropió tierras palestinas para construir un “muro de
seguridad” alrededor del asentamiento de Máaleh Adunim, en Cisjordania; (…)
según la BBC la zona confiscada tendría un
área de 60 Km cuadrados (25/8/2005).
El Coriere de la Sera informa que: “Aún
después del retiro de Gaza, el número total de los colonos israelitas continúa
aumentando. En Cisjordania de los 9000 que fueron evacuados, aumentó a 12800
personas El dato fue suministrado por el Ministerio del Interior israelita,
según el cual en los últimos 18 meses ubicaron en Cisjordania a más de 18000
colonos, en su mayoría ultra-ortodoxos. (27/8/ 2005).
Tanto el halcón Ariel Sharon, general conservador, como Ben Gurion dijeron
que la convivencia pacífica entre hebreos y árabes era muy dudosa (por usar un
eufemismo). Ben Gurion era un laborista político y estadista “moderado”,
fundador del Estado de Israel, que
en 1936 había ducho; “los palestinos no constituyen una nación. Debemos
expulsar a los árabes y ocupar su lugar”.
En 1948: “Los árabes que aún
viven en la tierra de Israel tienen una sola cosa de hacer: huir con vida”… “no es suficiente la autodefensa”.
S.S. PÍO XII Y
TRES ENCÍCLICAS SOBRE PALESTINA:
En la primera, (Auspicia quaedam,
del 1º de mayo 1948, explica que después de la Primer Guerra mundial no debemos
dar lugar a ocasiones que generen nuevos rencores y odio, presagio de nuevas desgracias
y daños. El Papa dice estar preocupado por “nubes amenazantes de nuevas
guerras”. Palestina es sobre todo, motivo de “gran preocupación” debido a
“nuevas masacres y ruinas, precisamente en Tierra Santa donde Cristo derramó su
sangre por la paz entre Dios y los hombres”.
En la segunda (In multiplicibus,
del 24 octubre 1948), el Pontífice declara que “una guerra grave devasta
Palestina”, donde corre sangre humana. “Miles de refugiados están siendo
expulsados de su tierra natal”. Los edificios sagrados cristianos son destruidos.
El Papa prevé “males mayores”. Debemos ayudar a las víctimas de la guerra
palestino-israelí. Pío XII pidió que “se cree una orden que garantice a cada
una de las dos partes, ahora en conflicto, la seguridad de su existencia y el
bienestar material y espiritual” Por tanto es necesario dar a Jerusalén y a sus
alrededores (donde se encuentran los restos de Cristo) “un carácter
internacional”.
En la tercera y última (Redemtoris Nostri, del 15 abril 1949) el Papa Pascelli
insiste en que “se obtenga un régimen jurídico justo, que garantice la
plena libertad de los cristianos y la conservación
de los lugares sagrados”. Ni siquiera suspendiendo temporalmente las
hostilidades “habrá tranquilidad y orden”. El Papa se queja de la profanación
de santuarios, conventos e imágenes sagradas. Los refugiados palestinos
(cristianos y musulmanes) son enviados al exilio o a campos de concentración.
Jerusalén debe estar sujeta a un
régimen internacional legalmente garantizado. La Tierra Santa debe seguir
siendo santa, es decir, no profanada por lugares de entretenimiento mundanos y
pecaminosos.
Éste, en resumen, es la génesis que nos ha llevado a la situación actual en
la que Palestina, el Líbano y Siria están amenazadas por Israel, pero defendidas
por Irán y Rusia. Una situación que presagia una gran calamidad si las cosas
siguen a este ritmo, sobre todo si tenemos en cuenta que esta tensión en
Oriente Medio se suma al que se abrió hace unos dos años entre Rusia y Ucrania.+
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