(ARTICULO TOMADO DE LA REVISTA
ULISES Nº8 1965)
SUBDESARROLLADOS
Subdesarrollados quiere decir: tilingos, ni más menos. Subdesarrollados
significa un grado de decrecimiento por debajo del nivel normal. En estos
últimos tiempos los sudamericanos nos oímos llamar a menudo con este
significativo epíteto.
Subdesarrollado significa quien está en atraso con respecto a la evolución
técnica: que no tiene las suficientes heladeras, o que no consume la debida
coca-cola. Es improcedente y absurdo dejar jugar libremente un concepto que
llama al protectorado económico extranjero para entregarle las energías vitales
de nuestro pueblo. No debemos dejar pasar un concepto que deforma la mentalidad
de nuestros conciudadanos, llevándola al utilitarismo.
A nadie puede escapar que el tema de los pueblos “subdesarrollados”
pertenece al plan de acción de cierto insolente paternalismo que esconde tras
la máscara compasiva, las fauces insaciables del usurero .
La Banca internacional, las grandes firmas del Becerro de Oro, los astutos
amos del Kremlin. Todos ellos, mancomunados por idénticos fines manejan los
hilos del subdesarrollo, para crearse motivos de intervención, más o menos
justificados, y matar el alma de los pueblos cristianos . El subdesarrollo
pertenece a la retórica mendaz de los patronos de la opulencia técnica, ahítos
con el hambre de los pueblos, y la obsecuencia
de caciques y segundones.
Por el pretexto del subdesarrollo económico, intervienen en la economía de
los Estados. Por el pretexto del subdesarrollo cultural dictaminan también en
materia pedagógica y cultural. El resultado de la intervención económica es el
hambre y la desocupación; el resultado de la intervención cultural es el laicismo
y la formación de una mentalidad naturalista y utilitarista .Tales son los resultados de la
intervención de estos opulentos señores en casa del vecino pobre.
Ahora preguntamos ¿ Es necesario un extremado progreso técnico ? ¿Pueden los hombres considerarse
subdesarrollados porque les falte la heladera, el televisor o la motoneta? ¿Es
posible el lujo, la molicie, el abdomen redondo en todos los hombres?
El hombre medio, tierra agostada por el laicismo, responde con un si . El cree todas esas cosas. La
propaganda le ha formado una segunda inteligencia que ha bajado de su pedestal
a la primera. Es necesario que todos los pueblos lleguen a la luna o que se
inicien en los misterios del átomo. En la posesión de estas cosas seremos los
hombres felices, en el nombre de la prosperidad, atolondrados en nuestra Torre
de Babel, en una espantosa confusión de las lenguas. Así tenemos al hombre
perdido, persiguiendo el fantasma del Oro, ajeno a su condición humana, como
aquel rey de Babilonia, que fue a pacer con los bueyes.
El desarrollo legítimo no es el de la usura, ni el de la empresa mentirosa
y taimada, que destruye al hombre para juntar millones.
Desarrollo, según aquellos, es un
ideal de ociosidad platuda, o de vagancia remunerada, con la radio portátil en
el bolsillo, y un cajón de coca-cola. Tal es el ideal que les autoriza
intervenir en economía, en educación, en todos los aspectos de la vida interior
de las naciones.
El desarrollo de la vida humana, su estado de adultez, es para nosotros un
equilibrio ordenado de virtudes y calidades humanas, bajo el imperio de la fe y
de la prudencia. La técnica, en la vida del hombre debe ser una realidad
instrumental, al servicio del mismo hombre.
Tal estado de equilibrio y de madurez, lo hemos conocido en hombres de
campo, sin diplomas y analfabetos, sin radio y sin televisor. El mito del
subdesarrollo no comprende estas cosas, y debemos hacérselas entender.
Hemos conocido en nuestras sierras de Córdoba, antes que llegara la radio o
la escuela laica, hombres que apenas si sabían firmar, dotados de una hermosa
personalidad moral; hombres de fe, valor, franqueza, honradez, leales en su
trabajo, fieles a la palabra empeñada. Personalidades formadas y adultas,
infinitamente más ricas que las del vago charlatán, astuto y mentiroso, creado
por el opulento fantasma que quiere “desarrollarnos”en la servidumbre del Oro.
No negamos que exista un desarrollo industrial legítimo, fundado en los
protones o en los pozos de petróleo. Pero negamos que ese crecimiento sea lo
único de valor en la vida de los hombres. De hecho, el crecimiento económico
anunciado por Perón, seguido por Aramburu, Frondizi, etc., han venido a dar en
la desocupación, la carestía de la vida,
la miseria . A eso
hemos llegado después de cien discursos sobre reconstrucción económico,
subdesarrollo y petróleo. La decadencia moral ha llegado hasta tener huelga de
médicos en los hospitales.
Estamos por un auténtico desarrollo. La palabra “auténtico” tiene el
sentido de desarrollo espiritual, de las virtudes cristianas en el hombre,
aquellas que han sido y son el patrimonio más preciado de nuestro pueblo.
La grandeza de la Patria está y estará siempre en el servicio de la Verdad,
la verdad humana y divina que posee, explora y aplica el Occidente cristiano,
conformando todo el ámbito de la civilización. La grandeza de la Patria no
puede estar en las deformaciones, que esa misma civilización ha producido. Una
de ellas es el ideal utilitario, pragmatista , naturalista .
Sobre los pozos de petróleo, la bomba atómica, los cohetes espaciales, la
suba o baja del dólar, debemos estimar los valores de la Fe, de la Verdad, de
la justicia. La hipertrofia técnica no es el único desarrollo; y es un subdesarrollo cuando atrofia la conciencia
moral de los hombres y de los pueblos.
Deben saber los comedidos emisarios de las grandes potencias, que la
América latina no es subdesarrollada ni lo será, mientras exista la Fe católica
y la vigencia de los valores espirituales de toda verdadera civilización.
Jacobo Gonzalves.
NOTA DEL BLOG :
Subdesarrollo significa reconocer y aceptar la
inicua paternidad de los anglosajones imperialistas que se entrometen
perversamente en nuestras vidas, con un poder decisivo sobre los entregadores gobiernos
liberales de turno; para hacernos vivir
vergonzosamente subdesarrollados, material y espiritualmente.
Si no nos
subdesarrollamos voluntariamente, en cualquier momento nos vienen a convencer
los marines, que recorren el mundo imponiendo la democracia y la libertad, los
derechos humanos, la propaganda politizada, y
tantas otras quimeras. Entonces
chau Argentina, quedará recluída en el recuerdo de la historia.
Pero hay una solución
grave e imposible: “ arreglarse solos ”, como recomendaron San Martín y el padre
Castellani… Solución grave e imposible pues un pueblo que se pasa horas
interminables entre el celular y la tv basura, quedando turulato y abúlico, es incapaz
de sacrificarse emprendiendo alguna grandeza patriótica.
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