sábado, 30 de septiembre de 2023

 

(ARTICULO TOMADO DE LA REVISTA ULISES Nº8  1965)

SUBDESARROLLADOS

Subdesarrollados quiere decir: tilingos, ni más menos. Subdesarrollados significa un grado de decrecimiento por debajo del nivel normal. En estos últimos tiempos los sudamericanos nos oímos llamar a menudo con este significativo epíteto.

Subdesarrollado significa quien está en atraso con respecto a la evolución técnica: que no tiene las suficientes heladeras, o que no consume la debida coca-cola. Es improcedente y absurdo dejar jugar libremente un concepto que llama al protectorado económico extranjero para entregarle las energías vitales de nuestro pueblo. No debemos dejar pasar un concepto que deforma la mentalidad de nuestros conciudadanos, llevándola al utilitarismo.

A nadie puede escapar que el tema de los pueblos “subdesarrollados” pertenece al plan de acción de cierto insolente paternalismo que esconde tras la máscara compasiva, las fauces insaciables del usurero .                         

La Banca internacional, las grandes firmas del Becerro de Oro, los astutos amos del Kremlin. Todos ellos, mancomunados por idénticos fines manejan los hilos del subdesarrollo, para crearse motivos de intervención, más o menos justificados, y matar el alma de los pueblos cristianos . El subdesarrollo pertenece a la retórica mendaz de los patronos de la opulencia técnica, ahítos con el hambre de los pueblos,  y  la  obsecuencia  de caciques y segundones.

Por el pretexto del subdesarrollo económico, intervienen en la economía de los Estados. Por el pretexto del subdesarrollo cultural dictaminan también en materia pedagógica y cultural. El resultado de la intervención económica es el hambre y la desocupación; el resultado de la intervención cultural es el laicismo y la formación de una mentalidad naturalista  y  utilitarista .Tales son los resultados de la intervención de estos opulentos señores en casa del vecino pobre.

Ahora preguntamos ¿ Es necesario un extremado progreso técnico ?  ¿Pueden los hombres considerarse subdesarrollados porque les falte la heladera, el televisor o la motoneta? ¿Es posible el lujo, la molicie, el abdomen redondo en todos los hombres?

El hombre medio, tierra agostada por el laicismo, responde con un si . El cree todas esas cosas. La propaganda le ha formado una segunda inteligencia que ha bajado de su pedestal a la primera. Es necesario que todos los pueblos lleguen a la luna o que se inicien en los misterios del átomo. En la posesión de estas cosas seremos los hombres felices, en el nombre de la prosperidad, atolondrados en nuestra Torre de Babel, en una espantosa confusión de las lenguas. Así tenemos al hombre perdido, persiguiendo el fantasma del Oro, ajeno a su condición humana, como aquel rey de Babilonia, que fue a pacer con los bueyes.

El desarrollo legítimo no es el de la usura, ni el de la empresa mentirosa y taimada, que destruye al hombre para juntar millones.

 Desarrollo, según aquellos, es un ideal de ociosidad platuda, o de vagancia remunerada, con la radio portátil en el bolsillo, y un cajón de coca-cola. Tal es el ideal que les autoriza intervenir en economía, en educación, en todos los aspectos de la vida interior de las naciones.

El desarrollo de la vida humana, su estado de adultez, es para nosotros un equilibrio ordenado de virtudes y calidades humanas, bajo el imperio de la fe y de la prudencia. La técnica, en la vida del hombre debe ser una realidad instrumental, al servicio del mismo hombre.

Tal estado de equilibrio y de madurez, lo hemos conocido en hombres de campo, sin diplomas y analfabetos, sin radio y sin televisor. El mito del subdesarrollo no comprende estas cosas, y debemos hacérselas entender.

Hemos conocido en nuestras sierras de Córdoba, antes que llegara la radio o la escuela laica, hombres que apenas si sabían firmar, dotados de una hermosa personalidad moral; hombres de fe, valor, franqueza, honradez, leales en su trabajo, fieles a la palabra empeñada. Personalidades formadas y adultas, infinitamente más ricas que las del vago charlatán, astuto y mentiroso, creado por el opulento fantasma que quiere “desarrollarnos”en la servidumbre del Oro.

No negamos que exista un desarrollo industrial legítimo, fundado en los protones o en los pozos de petróleo. Pero negamos que ese crecimiento sea lo único de valor en la vida de los hombres. De hecho, el crecimiento económico anunciado por Perón, seguido por Aramburu, Frondizi, etc., han venido a dar en la desocupación, la carestía de  la vida, la miseria .  A eso hemos llegado después de cien discursos sobre reconstrucción económico, subdesarrollo y petróleo. La decadencia moral ha llegado hasta tener huelga de médicos en los hospitales.

Estamos por un auténtico desarrollo. La palabra “auténtico” tiene el sentido de desarrollo espiritual, de las virtudes cristianas en el hombre, aquellas que han sido y son el patrimonio más preciado de nuestro pueblo.

La grandeza de la Patria está y estará siempre en el servicio de la Verdad, la verdad humana y divina que posee, explora y aplica el Occidente cristiano, conformando todo el ámbito de la civilización. La grandeza de la Patria no puede estar en las deformaciones, que esa misma civilización ha producido. Una de ellas es el ideal utilitario, pragmatista , naturalista .

Sobre los pozos de petróleo, la bomba atómica, los cohetes espaciales, la suba o baja del dólar, debemos estimar los valores de la Fe, de la Verdad, de la justicia. La hipertrofia técnica no es el único desarrollo; y es un   subdesarrollo cuando atrofia la conciencia moral de los hombres y de los pueblos.

Deben saber los comedidos emisarios de las grandes potencias, que la América latina no es subdesarrollada ni lo será, mientras exista la Fe católica y la vigencia de los valores espirituales de toda verdadera civilización.

Jacobo Gonzalves.

 

 NOTA DEL BLOG :

 Subdesarrollo significa reconocer y aceptar la inicua paternidad de los anglosajones imperialistas que se entrometen perversamente en nuestras vidas, con un poder decisivo sobre los entregadores gobiernos liberales de turno; para hacernos vivir  vergonzosamente subdesarrollados, material y espiritualmente.

Si no nos subdesarrollamos voluntariamente, en cualquier momento nos vienen a convencer los marines, que recorren el mundo imponiendo la democracia y la libertad, los derechos humanos, la propaganda politizada, y   tantas otras quimeras. Entonces chau Argentina, quedará recluída en el recuerdo de la historia.

Pero hay una solución grave e imposible: “ arreglarse solos ”,  como recomendaron San Martín y el padre Castellani… Solución grave e imposible pues un pueblo que se pasa horas interminables entre el celular y la tv basura, quedando turulato y abúlico, es incapaz de sacrificarse emprendiendo alguna grandeza patriótica.

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