LA REVOLUCIÓN FRANCESA ABRIÓ
LAS PUERTAS
A LOS JUDÍOS Y LAS CERRÓ A LOS CRISTIANOS.
Reproduzco un juicio sobre la Revolución Francesa
escrito por el Presbítero Joseph Lémann,
judío convertido, en su libro “LA PREPONDERANCIA JUDÍA”,que
publicó el recordado Padre Le Lay, en su boletín:“LA TRADICIÓN” Nº 31, junio
1957.
Recordemos
que los hermanos Lémann, Joseph y Agustín escribieron un extraordinario y espeluznante libro: “La
Asamblea que condenó a Jesucristo”; accesible en castellano.
UN JUICIO
SOBRE LA REVOLUCIÓN FRANCESA.
“La preponderancia judía ha nacido
de los Derechos del Hombre y de la
Francia descristianizada, en el local de la Asamblea Nacional,
del 14 de agosto de 1789, al 27 de septiembre
de 1791, duración de ese alumbramiento laborioso.
“Dos hechos de incalculable
gravedad coinciden en el comienzo de la Revolución Francesa:
el rechazo de Cristo y la admisión de los judíos… Cristo rechazado del nuevo
orden social mientras están admitidos los
judíos, lúgubre y penoso contraste, afrenta a la Divinidad que no se cumplió como en Jerusalén, en
la efervescencia de una mañana, sino a la larga, con una calma espantosa, después
de una serie de acontecimientos que se siguieron conforme a una lógica inexorable
“Esa afrenta no ha sido un
acto criminal explícito y rápido como la preferencia de Barrabás sobre Jesús,
sino que ha sido consecuencia de ideas criminales, de doctrinas criminales, ya
que, desde el Cristianismo los pueblos no se conducen más por ideales. La afrenta y contraste pasaron lenta y
gradualmente de las revoluciones de la Constituyente a los hechos del país; se extendieron
como una mancha sombría y ahora ¿qué contemplan, quiéranlo o no todos los
ojos?? A Cristo rechazado ruidosamente en todas partes y a los judíos en todas partes… “
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