jueves, 25 de agosto de 2022

 

CRIANDO CRISTIANAMENTE A LOS HIJOS.

Artículo sin firma, publicado en la revista IESUS CHRISTUS, de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, en septiembre 2001.

 

HARRY POTTER

LA CIVILIZACIÓN DEL DEMONIO.

 

El fin del año 2000 ha visto –en lo que a los chicos se refiere- el éxito inaudito de Halloween o “Fiesta de las Brujas.”

¡Cuántos disfraces macabros y provocativos divierten a los chicos de hoy! Eso muestra el envilecimiento de nuestra juventud y la abdicación de los padres de familia, dispuestos a aceptar todas las modas.

Sin embargo, permanecemos en el ámbito de los juegos, de las diversiones malsanas y muy peligrosas, que exigen esfuerzos

Pero lo que es incomprensible, y por lo tanto resulta muy inquietante, es ver hoy el entusiasmo de esos mismos chicos por unos libros de 400 a 600 páginas, sin ninguna ilustración. Los devoran, siendo que a ninguno de ellos verdaderamente le gusta leer.

Y estos libros, que ejercen una seducción irresistible, una fascinación activante  sobre los niños –desde la edad de  10 años- tienen un nombre: son los de la colección de “Harry Potter”. Los mismos padres de familia se extrañan y a veces se alegran: “¡Mi hijo/a, por fin se pone a leer!”

Esta nueva generación de jóvenes, que habitualmente tenía la mirada clavada en la televisión, los videos, los juegos electrónicos o las computadoras, se apasionan ahora por estos enormes libros.

Cuarenta millones de ejemplares han sido vendidos en el mundo desde julio de 1997. ¡ Algo jamás visto !

Pero… ¿quién es ese autor genial que sale súbitamente de las sombras? Es la señora Joanne K. Rowling, una escocesa nacida en 1965. Divorciada, educa sola a su única hija. Después de algunos estudios literarios trabajó como secretaria para Amneesty International. Pronto se vió desempleada, y conoció una gran miseria material.

Y he aquí que de repente, en el año 1996, mientras iba en tren desde Londres hasta Manchester, tuvo una iluminación” con un proyecto literario sobre “Harry Potter”.

Y esa colección comprende siete volúmenes,  a fin de llegar a la perfección. Aparecerá un volumen cada año.

¿La señora Rowling tiene un fin confeso? La gloria que ahora la rodea la empujó a las confidencias, y el 19 de octubre de 2000 declaró a un periodista del “London Times”: “Esos  libros ayudan a  los chicos  a entender  que ese frágil y débil Hijo de Dios no es más que una broma que aún tiene siete vidas, como los gatos, pero que será humillado, aniquilado, cuando venga el diluvio de fuego”.

A través del “diluvio de fuego” la señora Rowling alude indudablemente  a su cuarto volumen, que cuenta con 652 páginas y se llama “Harry Potter y el cáliz de fuego”. De hecho, en ese tomo Satanás se va a encarnar tomando materia ósea de un muerto, carne de un viviente y… ¡sangre de Harry Potter! Todo esto con un rito en el cual las palabras representan una fuerte analogía con las de la consagración de la Misa.¡Cómo no suponer, con certeza y desde ahora, que la inspiración y el éxito de sus libros son diabólicos! Pero vayamos más lejos en nuestras investigaciones ¿Quién es el héroe?

Harry Potter es un chico de once años, huérfano recogido por su tío y su tía. Con ellos lleva una vida pobre y triste. Un día su vida da un vuelco radical: se entera que está inscripto en el colegio Poudlard, famosa escuela de hechicería. En realidad, sus padres eran ilustres hechiceros que fueron asesinados por el temible mago Voldemort.

El mismo Harry Potter posee también un gran poder mágico, que supuestamente va a emplear para el bien, y es esto lo que hace de él un héroe simpático, cautivando a los jóvenes.

Al nacer ,Voldemort le lanzó un terrible maleficio, que le dejó sobre la frente una cicatriz indeleble en forma de rayo, que se vuelve dolorosa cuando Satanás se le acerca. Las varitas mágicas que poseen Voldemort y Harry Potter son gemelas; contienen las dos una pluma del mismo fénix.

El joven lector entra entonces en un universo de fealdad, de hechicería, de magia, de esoterismo, pintado al detalle y propuesto a la imaginación tan impresionable de los niños.

En esta escuela los chicos aprenden a utilizar el poder de las maldiciones y a perjudicarse los unos a los otros. Un profesor enseña las maldiciones irreversibles, que aseguran una dominación completa de la víctima.

El ambiente de la escuela agrada a los jóvenes actuales, pues es realmente la liberación de toda moral: la autoridad de los profesores es ridiculizada, es también el reino de la mentira, de la pereza, del odio, de la vulgaridad y del mal gusto.

Además,  hay emociones fuertes que cautivan a los chicos: la angustia está omnipresente, con escenas de horror por el contacto habitual con las fuerzas ocultas del mal.

Desde luego , ¡la colección presenta una progresión en el horror!

En el tomo IV el punto culminante es la descripción sin equívocos de un ritual satánico, que incluye la matanza de un niño, profanación de difuntos y de cementerios, un sacrificio sangriento y blasfemias.

Cada año escolar comienza el 31 de julio, fecha de nacimiento de la autora. Ella, en una visión profética escribió: “No me extrañaría que el 31 de julio se vuelva  en el futuro la fiesta de Harry Potter. Se escribirán libros sobre él, todos los niños de nuestro mundo conocerán su nombre” (tomo I, pg.18).

El comienzo de cada año consiste en preparar la celebración de Halloween con gran pompa. por supuesto, se habla todavía de las fiestas de Navidad y Pascua, pero vaciadas de su contenido religioso. Los cánticos aun conocidos son transformados de una  manera grosera  y se multiplican las comilonas y los regalos.

A través de la vida del héroe, Harry Potter, la imaginación y luego el alma de los niños quedan profundamente marcadas, ensuciadas  e inclinadas al mal de cuatro maneras:

1- Por la liberación de la moral más elemental. Para la autora, el fin justifica los medios, y por eso Harry Potter se presenta a la admiración de los niños porque sale de sus apuros por el odio, la venganza, la mentira, la desobediencia.

2- Por la burla a los cristianos que condenan la hechicería. El tío y la tia de Harry Potter son ridiculizados, porque no marchan en el mismo sentido que él.  Debido a que son contrarios a la magia, se les presenta como unos pobres atrasados que no entienden nada de nada. La autora, a través de ellos ataca a los Moldus, cristianos fieles, de los que se burla alegremente.

3- Por la iniciación a la magia blanca. Todos sabemos que toda forma de magia es diabólica, cualquiera sea la intención que uno se proponga. En efecto, ya se busque echar suertes o sacarlas por ritos mágicos, siempre se llama a las potencias demoníacas, que aceptan prestarse a ese juego para dominarnos mejor. El católico, en la prueba, recurre solamente a Dios, por la oración, los sacramentos o los exorcismos. Hay un estado de espíritu esencialmente diferente entre el católico y aquel que se entrega a la magia. El católico comprende que no es más que una criatura, y que su oración sólo será escuchada si es humilde y si esa es la voluntad de Dios. Aquel que practica la magia  trata a  las potencias ocultas como si estuvieran a su servicio, con orgullo: “Seréis como dioses”. Harry Potter recurre sin cesar a las prácticas mágicas para triunfar en todas las situaciones: es entonces un estímulo para ser imitado por los niños.

4- Por la iniciación a la magia negra.  Hemos dado ejemplos de lo que es propuesto a los niños en ese terreno.

Para terminar, nos  basta recordar estas palabras de Nuestro Señor Jesucristo:”Y el que  escandalizare a uno de estos pequeños que creen en Mí, más le valdría que le pusiesen al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar” (San Marcos, IX, 42).+

 

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