MI PATRIA ES MI CASTILLO INVIOLABLE
Tirana es la capital de Albania.
País situado en algún lugar de Europa, que me resultó imposible de precisar con certeza. Ni siquiera
mi afición por la filatelia, cuando era jovencito, me ofreció algún sello de esa
lejana e ignota nación… Pero en estos
días aconteció que, oficiando de hurón, cayó en mis manos una noticia publicada
en la revista española “Juan Pérez” (de
junio 1964), y me interesé por ese país, seguramente maravilloso. Tengo la
seguridad que pocos argentinos saben algo de Albania, de su situación, de su
gente, de su política. Y ellos ¿habrán oído hablar alguna vez de Argentina? Es
posible crean que su capital es Río de
Janeiro y que en la
Patagonia viven gigantes,
y hasta es posible que hayan oído de algún imbécil personaje del deporte
argentino; y nada mucho más halagüeño, como es lógico pensar considerando nuestra nefasta imagen que el
liberalismo desparramó por el mundo. Entonces recurrí,
para desburrarme, a consultar un viejo Atlas de 1947, donde encontré a la
minúscula Albania, enclavada en la Península Balcánica ,
bañada por el Adriático. Lugar
privilegiado entre Yugoslavia y Gracia, y frente a la bota romana. ¡Maravillosa
ubicación! Hace varias décadas allí aconteció un hecho que me sorprendió
dolorosamente, comparando la gran decisión
política de la pequeña Albania con la del gobierno argentino ante una situación
idéntica. Y sin más preámbulos transcribo la noticia mencionada, para que se
renueve la vergüenza argentina, sacrificio útil para mantenernos avispados; y
vivo nuestro repudio patriótico a la democracia liberal :
“EL JEFE DE LA GESTAPO AL SERVICIO DE TIRANA
“La revista alemana occidental “Stern” afirma estar informada por
personas de confianza que el antiguo jefe de la polícía secreta estatal del III
Reich (Gestapo), Heinrich Müller, no solamente está con vida, sino que bajo el
nombre de Abedin Bekir Nakoschiri ocupa una posición clave política: la de jefe
de la Sección
“Extranjero, Occidente” del Servicio Internacional de Información de Tirana.
“Inmediatamente de conocida esta sensacional noticia, el Fiscal General
de Berlín occidental, Dr. Lothar Münn ha dado instrucciones de renovar la orden
de detención contra Müller. Todos los puestos de policía tienen nota de
proceder al arresto inmediato de este “enemigo
de la democracia” tan pronto se atreva a pisar suelo alemán occidental.
Esta medida teórica de la autoridades alemanas, la intentó convertir en
práctica realidad el servicio secreto israelí. Una Delegación de Israel
compuesta de escogidos “especialistas” se trasladó a Albania para -.como
oficialmente se informó- “tomar contacto con los 300 ciudadanos judíos que
viven en Tirana”.
El encargo oficioso era, naturalmente raptar al Obergruppenfühler
Müller. Pero la operación fracasó totalmente. El servicio secreto albanés dejó
informar a los viajeros israelitas que “cualquier daño que se hiciera a un
ciudadano albanés, se compensaría con represalias contra los judíos de
Tirana…”. Los israelíes comprendieron el aviso y abandonaron la búsqueda…”.
La pequeña Albania actuó
racionalmente como un país soberano, ante la insolencia sionista. Pusieron los
puntos sobre las íes; ordenando la casa,
castillo inviolable. En cambio, el
gobierno de nuestro país, lamentable colonia “occidental y cristiana”,
permitió que los sionistas entren, recorran y salgan como Pancho por su casa del
país, eligiendo a quienes llevarse para armar en Israel el gran sainete
propagandístico. Pregunto: ¿Cómo reaccionaría el gobierno israelí si un comando
extranjero actuase con esa misma insolencia burlándose de su soberanía? El
escándalo mundial que armarían sería mayúsculo y las represalias infamantes y
sangrientas. En definitiva que Albania los paró en seco y los sionistas regresaron
mansitos y sin chistar. Entre nosotros, por el contrario, cuando el caso
Eichmann, ¿Habrá corrido dinero o se
trató del habitual espíritu sumiso y traidor del liberalismo? Seguramente las
dos cosas. Lo importante es que este
acontecimiento es el modelo de las
continuas claudicaciones ante los poderosos que se repiten en nuestra Patria