FEDERICO
RIVANERA CARLÉS.
Presento el testimonio de dos ancianos, que hace más
de 60 años fueron jóvenes idealistas que se conocieron y unieron en la amistad
más perdurable, fundada en el amor a Dios y la Patria. Uno de ellos Federico
Rivanera Carlés, y el otro el que esta nota escribe.
Luego de un larguísimo aislamiento, --67 años
cumplidos--, nos volvimos a comunicar en estos días, gracias a la gentileza de
Soaje Pinto, reviviendo momentos juveniles maravillosos.
Él, en ese entonces, pese a sus pocos añitos, nos
contagiaba su fervor nacionalista, dejándonos con más ganas de continuar la
lucha, pese a las batallas perdidas. Fue y es un ejemplo para la juventud
actual.
En esos años actuaban en Buenos Aires varias agrupaciones
juveniles nacionalistas: Guardia Restauradora, Tacuara, Unes, Legión
Nacionalista, etc. ¡Teníamos para elegir! Hoy día el Régimen logró anular en la
juventud el amor a Dios y la Patria, --y también en los adultos--, y desaparecieron
todas las que hubieran podido juntarlos y agruparlos para resistir el embate de
los cipayos. Hoy se los arrea a la vida
hedonista con su propaganda artera y corruptora. La salvación de la Patria –y
de la propia juventud--exige restablecer ese amor magnánimo, único capaz de entusiasmar
y unir a la juventud para las luchas heroicas que la dignifiquen.
¡QUE DIOS NOS REGALE FUERZAS PARA SEGUIR LUCHANDO POR LA SALVACIÓN DE LA PATRIA, DE LA JUVENTUD AVASALLADA Y POR UNA BUENA MUERTE !
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