martes, 6 de agosto de 2019


El Nacionalismo es políticamente aristocrático
PADRE LEONARDO CASTELLANI.

“Una vez por año, el día del cumpleaños, uno puede hablar de sí mismo. Hablemos de “Cabildo”. Consolémonos del problema de la rebelión de las masas con este principio de solución, pequeñito y a cinco el número. Somos chicos como la pimienta, como una redoma de perfume, como la suerte del pueblo, como todo lo que es aristocrático.  Porque “Cabildo”, aunque nos esté mal el decirlo es aristócrata. Quiere decir que “Cabildo se dirige al pueblo y no a la masa. Sólo el aristócrata ama al pueblo, porque el aristócrata necesita del pueblo, no para ser su sanguijuela como el demagogo, sino para ser su cabeza; y en todo amor hay una necesidad, como ensenó Platón en el Convite y cantó el poeta español Vicente Medina en el poema: ¡Mira que te necesito! ¿Cómo no va a necesitar del pueblo una real aristócrata, si es la forma del pueblo y la forma no puede existir sin la materia? Pero no todos los que dicen en la Argentina: “¡Oh peuple nous t’aimons inmensement!” son reales aristócratas. Hay algunos que se creen muy aristócratas porque tienen plata, entienden de caballos, leen la revista “Saber vivir” y llaman al pueblo chusma mugrienta. Y el que inventó esa expresión de chusma mugrienta en la Argentina fue el poeta Almafuerte, el cual era plebeyo hasta los caracuses, tanto que creía que Jesús era chusma y que había nacido de la presión de la chusma, de una presión sobre la chusma. Y así cantó:

“La presión secular oprimiendo                                                                                                                de la  fétida chusma la entraña…”

Y Jesús fue en realidad aristócrata y pueblo a la vez. Nació de la entraña sacra de una niña regia, de una mujer pobre, de la sangre real, por presión inmediata de Dios…”.+

Comentario nacionalista: De las batallas que libra la barbarie anglo-yanqui contra el orden político tradicional de la Cristiandad; y son muchas cubriendo todos los frentes, esta que destaca el padre Casterllani, consiste en desacreditar e infamar a la auténtica aristocracia, - o sea a los mejores en la función política-, servidores del Bien común; aristócratas que servían en la milicia y en el sacerdocio, y cuyos pergaminos estaban avalados por el mérito y el deber cumplido.                                                           
La barbarie demo/liberal impuso, en sustitución, una clase política mamonística, que detenta y ostenta todas los vicios y abusos que Hollywood se dedicó a divulgar, imponiendo falsas ideas de la verdadera aristocracia para denigrarla, y hacerla repudiable.                                                                                                                          
Fue tan arrasador el triunfo del juedo/calvinismo anglo/yanqui, para defenestrar a la aristocracia auténtica, que la nueva clase mistificada, corrupta e incapaz, sobornada por el capitalismo, es la que actualmente gobierna haciéndose llamar procazmente “democrática”. Esta nueva clase ocupa los tres “poderes”, la totalidad del Estado, no en orden al Bien común, sino en orden al propio, por ejercer un política demagógica y enemiga del pueblo.
El Padre Leonardo Castellani nos enseña, con pocas palabras, la magnífica idea de que el Nacionalismo argentino no es ni debe ser populachero, o sea corruptor del pueblo con utopías liberales o marxistas, absurdas e irreales, que nunca se concretarán; sino amante del pueblo, jerarquizándolo y moralizándolo, con palabras y hechos verdaderos, como hizo el federalismo, al aplicar  una política aristocrática que enaltecía al pueblo, a los políticos que la ejercían y  dignificaba a la Nación soberana.
  

2 comentarios:

  1. https://www.youtube.com/watch?v=HPL4ba65A5Y

    TLV1/INFIP N°05 - Curso Primero "Enfermedades y cura de la economía argentina" Lic. Iris Speroni

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  2. uf el ídolo de madera de los pseudotradis el castellani ese un vecho terco jajaja protestaba por mil cosas pero luego estuvo de juerga con el comunista montini....ay ay ay ni me molesto en leerlo.

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