LA PRENSA ACTUAL: CRÍMEN NACIONAL
Recordando una de las antiguas verdades actualísimas, del
Padre Castellani,
Párrafos del capítulo XV (escrito
el 3/XII/1936), del libro “Las ideas de mi tío el Cura”, pg. 137, del Padre
Leonardo Castellani
La Prensa. Cuando el hijo del pueblo sale de la
Primaria-Gratuita-Laica-Obligatoria ¿su instrucción ha terminado? Recién
entonces va a empezar. La escuelita le ha dado únicamente el órgano de la
instrucción intelectual, saber leer y escribir. Todas las demás pamplinas que
se afanan nuestros grandes pedagogos por empanzarles se acabaron apenas
traspuso el niño obrero o colono el dintel escolar: porque no las ha asimilado
de un modo biológico, sino tragado de un modo libresco. ¡Y lo sé por
experiencia, yo soy un hijo de la laica!- gritó mi tío exaltándose bruscamente,
como si alguien lo contradijera…
Pues bien, ¿Quién se encarga de esa información –y conste
que no hablo de la educación total sino sólo de la Intelectual- que comienza al
salir el argentino-pueblo de la Primaria?
La Prensa, sin género de duda, incluyendo dentro ese término también las
revistas, las novelas, los espectáculos, las diversiones, y la popularísima
dellas, el Cine. Si la vera Universidad de hoy es la Biblioteca y la Natura, la
vera escuela de hoy es el diario y el espectáculo; y diarios y espectáculos están
hoy “industrializados”, entregados al mercader y sojuzgados a la ley del Lucro.
Dime quien te divierte y te diré quién te domina; a los argentinos antes nos
divertía Cervantes, ahora nos divierte el Cine Yanqui. Y no te quiero hablar de
los pasquines, que son otro de los “crímenes Nacionales”, pero ¡la prensa
seria!. La prensa seria nuestra (llamada comúnmente grande cuando sólo es
“gorda”) a pesar de la buena voluntad de alguna della, no educa al país; lo
deseduca, lo embrolla, lo desvae, lo hace pensare en lo que no le importa,
perder el sentido común que le queda. Lo mece en el mundo sideral de la luna de
Valencia.
Tampoco esto tiene arreglo fuera del dominio político;
pues su origen está en lo político, Mito novecentesco de la LIBERTAD de PRENSA.
La Libertad de Prensa, corrupción de una santa verdad que se podría llamar
“primacía del pensamiento”, es la práctica hodierna simplemente “la patente al
sofista”, libertad de aprovecharse el (intelectualmente) fuerte del débil, la
licencia para el muchachón de trompear al pibe. Esclavitud del pensar…+
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