martes, 8 de diciembre de 2015

UN  PAÍS  SIN  FUTURO
ARGENTINA, CON MILITARES TEMEROSOS Y UNA PRENSA CÓMPLICE ES UN PAÍS SIN FUTURO.

U
na república en que la división de poderes es sólo una ilusión y en cuyo gobierno figuran en puestos claves conocidos subversivos, no tiene futuro.
      Un país donde los jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas hace ingenuamente autocríticas ante un oponente sordo, maligno e intransigente, y no se animan a decir que sus antecesores, a quienes en realidad critican, no persiguieron a nadie por pensar distinto, sino que debieron enfrentar a la subversión, no hay duda, un país así, con militares temerosos, no tiene futuro.
      Un país en que casi el único escritor que se atrevió a decir  que, además del terrorismo de Estado, existió el terrorismo subversivo (hablo de García Hamilton), lo hizo aclarando que es peor el primero que el segundo, “porque el pueblo no puede defenderse”, olvidando que la dictadura no combatía al pueblo sino a la subversión terrorista, demostrando así que quienes escriben sienten temor, ese país tampoco tiene futuro.
      Un país donde  en las escuelas se enseña a los niños y adolescentes que hubo una dictadura militar, cuyo único fin era matar, hacer desaparecer, secuestrar a 30.000 chicos inocentes sin razón alguna, es decir, donde se falsea la verdad desde el poder, no tiene futuro.
      En resumen: un país en el que nadie se atreve públicamente a mencionar que una vez existieron los montoneros, el ERP, las FAP, las FAR, las FAL, etc., es un país donde reinan la hipocresía, el miedo, la mentira, la cobardía, la obsecuencia y la mala fe, impulsados desde un poder que incita al pueblo a pensar en el pasado, ese pasado que el mismo poder tergiversa impunemente para lograr su objetivo fundamental: la venganza.+

Comentario del señor Jorge H. Dotto, publicado en “Cristiandad y Patria”.


COMENTARIO NACIONALISTA:
Aclaro algunos puntos de la buena crítica del señor Dotto:
El primero y más importante: existieron nacionalistas que lucharon y denunciaron al terrorismo, siendo recompensados con el martirio a manos de los marxistas, como el caso del profesor Genta. Simultáneamente Antonio Caponnetto, desde ese entonces está testimoniando su valiente patriotismo, por medio de la revista “CABILDO”. Claro está que ninguno de ellos cuenta con la publicidad, pues los discriminan, publicitando a los terroristas. El señor Dotto debería conocer y mencionar a estos camaradas nacionalistas, superando sus escrúpulos liberales, que parece tener.
La división de poderes en democracia liberal es un mito irrealizable, y aún existiendo no sería sino un bálsamo para curar un cáncer. Porque el “Régimen” en su totalidad es el podrido.
El señor García Hamilton parece repetir  el lugar común de los ignorantes y malintencionados, que los movimiento marxistas, subversivos o no, incluyendo, por supuesto a la “Teología de la Liberación”,  favorecen al pueblo; mentira histórica,  escusa para organizar milicias populares y adquirir fama de ‘santónes’ del pueblo; elevados a los altares laicos por el periodismo.
Sobre el falseamiento histórico, aun de hechos  acontecidos casi ante nuestros ojos, es táctica política empleada comúnmente por la democracia liberal desde Caseros hasta nuestros días, con escandalosa desfachatez,  defenestrando así, desde entonces, nuestro destino de grandeza;  táctica  que cayó en la más miserable perfidia con los KK; y que no es ninguna novedad, por tanto, en Argentina.

Respecto a la veracidad del adoctrinamiento escolar, denuncio que el día de la “mala memoria” (roja), 24 de marzo,  un par de años atrás, en la Escuela 23 de Agosto, mi nieta tenía que participar en un acto donde un grupo de niños disfrazados de militares “fusilaban” a otro gripo disfrazado de “pueblo”. No siendo ella  una bobalicona se extrañó de la moraleja que le quisieron imponer,  la captó y me la repitió así: “¡Los militares mataban a la gente!”. Y otra que seguramente comenzará a bullir  en las cabecitas TVdirigidas de  algunos alumnos: ¡Que se vengan las milicias de la ‘Milagrito’! ¡Los “gorras” son malos, los milicianos buenos!