martes, 8 de diciembre de 2015

PRESENTO A CONTINUACIÓN SÓLO EL PRÓLOGO Y  EL 5º CAPÍTULO, “CONCLUSIONES”, DEL FOLLETO DEL PROFESOR BEVERAGGI ALLENDE, PUES  SU EXTENCIÓN Y  SUS TABLAS Y DIAGRAMAS ME IMPOSIBILITAN PUBLICARLO INTEGRAMENTE. CREO QUE LAS SIGUIENTES PALABRAS SON SUFICIENTES PARA  INCITAR A SU LECTURA COMPLETA ¡Y PARA LLORAR POR LA PATRIA ENTREGADA! CON GRAN PERSPICACIA EL PROFESOR BEVERAGGI PREVIÓ EL ARTERO ATAQUE DE LOS MONTONEROS KK PARA ACABAR CON LAS FUERZAS ARMADAS NACIONALES; ÚLTIMO REDUCTO CONTRA EL IMPERIALISMO.
Walter Beveraggi Allende
LA INFLACIÓN ARGENTINA
1946/1975
Editorial Manuel Belgrano

A MANERA DE PRÓLOGO

El presente trabajo está basado en una investigación realizada bajo los auspicios de ls Universidad de Buenos aires, sobre el tema “EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS EN LA ARGENTINA, 1940-1972”, que luego fuera extendida hasta comprender los años 1973 y 74, a fin de dar cabida al análisis de lo acontecido  desde el 25 de mayo de1973, en razón de   la conducción impresa por las “autoridades nacionales” electas el 25 de marzo de este año, la puesta en vigencia del llamado “PACTO SOCIAL” y las aseveraciones del elenco económico actuante desde entonces, en cuanto a que bajo su batuta “ se habría contenido la inflación” o “reducido a cero el incremento de los precios”.

El arduo y minucioso estudio referido, realizado por un conjunto calificado y numeroso de colaboradores técnicos y encuestadores, obra en poder de la Universidad  y sirve de fundamento a todas y cada una de las manifestaciones del “Informe Académico” definitivo, que consiste en el trabajo que aquí se publica y que fue realizado íntegramente por el suscripto y bajo su absoluta responsabilidad. A todos los integrantes de ese equipo de trabajo vaya una vez más mi reconocimiento por la eficacia y empeño de su labor, permitiéndome destacar muy especialmente, en tal sentido, al Prof. Dr. Julio A. J. Carrillo –co-director de la investigación y al Dr. Francisco Petrino, consultor calificadísimo en materia estadística y econométrica.
  
De resultas de este trabajo surge palmariamente que la Argentina es un país ECONÓMICAMENTE ESTRANGULADO; alevosa y deliberadamente ESTRANGULADO POR EL APARATO MONETARIO Y FINANCIERO, cuya responsabilidad, en última instancia corresponde esencialmente al Banco Central de la República. Cuáles han sido y son los motivos de esa sórdida maniobra antinacional y antipopular, no lo podemos desentrañar íntegramente aquí, pero sí podemos aseverar que sus resultados son catastróficos para nuestro país y altamente beneficioso para sus enemigos y explotadores.



Y de todas las implicancias desastrosas y perversas que tal maniobra de estrangulamiento viene significando –agravamiento de la dependencia, empobrecimiento colectivo, desocupación, inflación, estancamiento o merma de la producción, escamoteo monumental de divisas, vaciamiento económico, etc.- queremos destacar una excepcionalmente grave que no todos advierten con suficiente claridad, abrumados quizá por los aspectos más superficiales y dramáticos de la prolongada crisis.  Nos referimos al progresivo desguarnecimiento de nuestro país en materia de DEFENSA NACIONAL. En efecto, la parálisis económica  en curso y la decadencia de la producción real han venido aguzando la lucha de los diversos sectores en pos de un producto nacional cada vez más restringido y más dilapidado a favor de los especuladores y malandrines.

Eso significa, en buen romance, que nuestras Fuerzas Armadas se vean progresivamente privadas de posibilidades de renovación y modernización de sus materiales, a la vez que de una adecuada consideración presupuestaria para sus elementos necesitados de mantenimiento. Y a pesar de ello, a través de una habilidosa “acción psicológica”, las mismas han sido y son exhibidas –en ese panorama de creciente empobrecimiento- como voraces e indiferentes a las necesidades de la población civil. De manera, pues, que no sólo se ha deteriorado formidablemente –a la par que muchas otras cosas- la DEFENSA NACIONAL, sino que también se ha acompañado sutilmente ese proceso con una destructiva campaña de desprestigio contra uno de los pilares esenciales de nuestra seguridad y supervivencia.

¡’No cabe duda que esa artera estrategia encaminada al debilitamiento de nuestras Fuerzas Armadas y de seguridad constituye  el objetivo final y más disimulado de la maniobra gigantesca de ESTRANGULAMIENTO Y VACIAMIENTO ECONÓMICO DE LA NACIÓN ARGENTINA!

Quiero expresar aquí nuestro reconocimiento a la brillante interpretación del artista que ilustra la tapa de esta publicación y cuyo nombre omitimos para no exponerlo a la persecución de quienes se pueden sentir afectados por su talentosa obra.

Una última referencia, a guisa de dedicatoria. Este breve prólogo está fechado el 22 de abril de 1975, exactamente 40 años después de aquel con que un insigne argentino, Gustavo Martínez Zuviría (Hugo Wast), acompañara una de sus obras cumbres “KAHAL Y ORO”,  que en tantos aspectos y tan valientemente alertara a los argentinos acerca de los inmensos y perversos poderes de la “Internacional del dinero”, que tanto tiene que ver con la actual y aparentemente inexplicable tragedia económica argentina. Vaya a él, por tanto, una vez más, nuestro sentido homenaje y recuerdo.

W.B.A.
Buenos Aires, 22 de abril de 1975.

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CAPÍTULO V
CONCLUSIONES
Se expresan a continuación, abreviadamente, las conclusiones a las que se ha arribado, a través de la presente investigación académica, realizada bajo los auspicios de la Universidad de Buenos Aires (“Evolución de los precios en la Argentina, 1940-1974”).

1.-Prácticamente desde sus orígenes como Nación independiente y hasta fines de la II guerra mundial, la evolución de los precios en  Argentina acusa una notable estabilidad. Específicamente, durante el medio siglo 1895-1945, nuestro país se destaca hasta tal punto en esa materia que la uniformidad relativa de su nivel general de precios se compara favorablemente aún  con la de los países mas desarrollados e industrializados del mundo. Tanto más destacable resulta esta circunstancia por el hecho de ser la argentina una economía no diversificada, con una altísima dependencia del comercio exterior, con fuertes cargas financieras, resultantes de reales o ficticias inversiones extranjeras y, por ende, con una vulnerabilidad externa (balanza de pagos y valor internacional de su moneda) que es seriamente puesta a prueba en oportunidad  de las posguerras mundiales (1914-1918, 1939-1945) y la Gran Crisis mundial de 1929-1934, pese a lo cual la economía argentina experimenta un notable desarrollo, dentro de su estructura colonial característica, de país agropecuario,  exportador de materias primas e importador de artículos manufacturados.

2.- Esta saludable tendencia de los precios se rompe abruptamente a partir de 1946, en que se inicia un proceso inflacionario que siendo ya grave hasta 1955, adquiere a partir de entonces una aceleración inusitada, hasta el punto de colocar a Argentina entre los 3 o 4 países del mundo con un índice más alto de incremente anual de sus precios. Y, paradojalmente, esto ocurre en los momentos más favorables, nacional e internacionalmente hablando, para un “despegue” del país hacia la condición de “económicamente desarrollado”, industrializado, y aun de verdadera potencia económica mundial.

3.-Este proceso inflacionario crónico y severísimo, como es lógico, afecta adversamente la evolución real de la economía argentina (volumen físico de la producción). Notorios síntomas de estancamiento y retrogradación se advierten, aun en los sectores tradicionales de mayor ritmo de desenvolvimiento, como ser la agricultura, la producción ganadera y la construcción.

4.-Si bien las computaciones y anuncios de los organismos oficiales (Dirección –y luego Instituto- Nacional de Estadísticas y Censos, INDEC) dan la pauta de la gravedad del proceso inflacionario aludido, resulta evidente que tales estimaciones oficiales disimulas la verdadera magnitud del proceso de deterioro.

5.- Con tal motivo practicamos un estudio por nuestra cuenta, acerca del alcance real del incremento de los precios  durante el período que estamos investigando (1940-1974) – sobre la base de informaciones primarias de nuestra propia cosecha- y llegamos a la conclusión de que, según nuestro propio índice, el incremento de los precio en ese lapso es del tenor de 1: 3.137. En tanto que el incremento reconocido por el INDEC, alcanza sólo a la proporción 1: 865 Vale decir que, mientras nuestro cálculo objetivo y realista (Tabla 3) estima que entre 1940 y 1974 los precios aumentaron 3.137 veces, el organismo estadístico oficial reconoce un incremento de sólo 865 veces, o sea, menos de la tercera parte.

6.- De esta versión distorsionada respecto del real aumento de los precios, se derivarían consecuencias gravísimas para la economía nacional, acerca de las cuales la opinión pública no está suficientemente avisada. Por ejemplo, de ser valedero nuestro cálculo (y no el del INDEC) el PRODUCTO BRUTO INTERNO, lejos de haber aumentado en los últimos 30 años, habría decrecido sensiblemente, (tal vez a la mitad o menos). Y el salario real de los obreros y empleados argentinos habría también disminuido a la mitad o menos de lo que era en los años de la II guerra mundial.

7.-Respecto a las causales del notorio giro desfavorable de la economía argentina, a partir de 1945, incluyendo desde luego el pavoroso proceso inflacionario en curso, nuestras conclusiones desechan por completo la tesis de que el motivo principal del mismo sería la sucesión de abultados déficits presupuestarios y la sobre emisión monetaria, consecuencia de aquellos.  Estas no sería sino causales concurrentes y de segundo orden.

8.- La causa principal de este gigantesco proceso de deterioro (inflación incluida) sería, en cambio la restricción implacable del crédito bancario “de fomento”, a bajo interés, que fuera característica de nuestro país hasta la segunda mitad de la década del ’40. Este restricción sistemática y progresiva del aludido crédito –esencial para la producción de bienes de todo tipo- ha significado el PAULATINO ESTRANGULAMIENTO DE LA PRODUCCIÓN DE BIENES DE USO, DE CONSUMO Y DE PRODUCCIÓN EN NUESTRO PAÍS Y SU CONSIGUIENTE MERMA RELATIVA;  a la vez que la política monetaria y financiera puesta en práctica por sucesivos gobiernos en estos últimos 30 años ha significado el surgimiento y consolidación de un poderosísimo aparato financiero extrabancario, que viene siendo a su vez el único y directo beneficiario de la creciente tragedia económica argentina, a través de la usura, el acaparamiento y contrabando de mercaderías, la especulación con valores  mobiliarios e inmobiliarios, el acaparamiento y fuga de divisas extranjeras y, en definitiva, el “vaciamiento” económico del país, cuyo último recurso instrumental consistió –evidentemente- en el llamado “Pacto Social”.*


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