domingo, 28 de septiembre de 2025

 

Arte

Padre Mario José Petit de Murat. O.P.

Clase 2ª.                                               (Advertencia general del blog para todas las clases: estas no fueron escritas para ser imoresas, sino fueron tomadas al vuelo de la palabra hablada).

EL ARTE EN SÍ MISMO.  Ya hemos visto las cuatro actividades con las que el hombre alcanza su perfección. Luego el ARTE es el hombre actuando en otras materias en las que puede actuar, porque hay otras terminadas, en las que él no puede actuar como por ejemplo: el vuelo de las aves, las corrientes submarinas, etc. Son tan perfectas que la inteligencia humana nada tiene que hacer allí.

En cambio el arte siempre supone una materia a medio hacer; es lo que hace posible la operación humana; lo que hace al artista es el respeto a la materia. No es admirar una cosa e imitarla, sino sacar toda la belleza posible de una cosa. Los pintores realistas que quisieron pintar crepúsculos a contraluz resultaron desastrosos, porque se puede pintar lo que es color, no lo que no es color.

Se cree que arte es ver una cara bonita y querer reproducirla exactamente con cualquier cosa: carbonilla, óleo, tinta china; es a la inversa, hay que preguntarle al óleo, a la carbonilla qué puede hacer.

La primera actitud del artista: respeto reverente a la materia. Al artista se lo ve cuando se enamora de su materia. No es cuando se embelesa en una cosa, sino en la materia y la va modulando y sacando matices que él solo descubre.

Como el hombre no puede crear por sí mismo nada, es mendigo de las cosas. Toda la posibilidad de hacer una obra de arte está en que haya una materia accesible a su realización. No basta el genio del artista. Artista es el hombre que tiene aptitud para aplicar una idea en su materia. Les estoy provocando a que descubran OTRA belleza. Un naranjo en flor puede ser una provocación para un poeta o para un artista según su color. Tener una gran humildad porque les voy a descubrir una región totalmente ignorada.

Los artistas del medioevo reverenciaban la materia que trataban. Parece que tenían por almohada la piedra y comían ante ella; así, entregados a ella, hicieron las maravillas que nos dejaron. Estaban compenetrados con la piedra. Hasta hicieron nervaduras de piedra.

El buen artista se desposa con la materia. El mal artista violenta la materia. Criminal es el escultor que a todo trance quiere librarse del volúmen. El buen artista reverencia a la materia que muestra posibilidades que aún no fueron realizadas. La materia no es todo, pero es la que da posibilidad de crear al artista. El granito tiene unas posibilidades de belleza la acuarela da lo que no da el óleo y viceversa.

En música fueron grandes músicos hasta Beethoven. Luego solo se quiso provocar sentimientos, pasión, y resultó desarmonía sin medida, sin belleza. La obertura de Parsifal no tiene nombre, es una canallada artística, como el misticismo del Greco, maestro por su habilidad, pero que hace caricaturas de la realidad. Es como el misticismo de Wagner que carga los violines con   melodías que no terminan. ¿Por qué esto? Porque no se respetó la materia, hay efectivismo, pero no hay “artista”. Un artista tendrá asco de usar del amarillo para imitar la luz. Eso sería efectivismo y nada más.

Rafael, Tiziano, fueron los que (blog: este lugar aparece en blanco) la pintura. Gran pintor es Velázquez, lo que Beethoven en música. Tiene una intuición profunda. El retrato de Ana María de Austria es una sinfonía en grises y rosados. La cara es un dorado con dos manchas que son los ojos. Con seguridad que cuando ella posaba no había allí esos colores: brotaron de su inteligencia. El creó ese escarlata que se resuelve en rosados. Era necesaria la cortina de un rojo frío y la hizo así, aunque en la realidad fuera gris.

En España el arte se quiebra en Goya. Pinta una marquesa en un jardín: el lila y los verdes cantan realmente: es un poema, puro color. No repite fotográficamente el color, sino que crea.

La escultura fue profanada. Se trató de anular los contornos, esfumarlos y solo se consiguió un masacote. Con la escultura no pueden hacerse más que cosas materiales. Los escultores por autonomasia son los egipcios: han extraído la belleza posible al volumen que es la línea, que es de una pureza maravillosa; es una línea que asciende sin dejar de ser piedra.

Los grandes magos de la antigüedad son Velázquez y Rembrant, que está íntegro en sus rosados. El abrazo de David y Jonatás es una armonía de verdes y rosados. Las penumbras que ha credo son para extasiarse como ante un milagro. La armonia de colores cantan en el hombre del casco.

Entre los italianos tenemos a Tiziano, pero ninguno de ellos tiene la profundidad de Velázquez ni de Rembrant.

Rafael es un gran maestro en dibujo, coloca bien lo colores, pero no es original.

Van Dick tiene cosas hermosísimas como “La dama de negro”. Renoir, moderno, armoniza tanto como Velázquez y los hindúes, que  son maravillosos.

*

CONTINUARÁ

 

 

 

 

EL PENSAMIENTO VIVO DE ALBERDI

Con estas pocas palabras, incisivas y burlonas, --las apropiadas para tratar la  “travesuras” del 1º GRAN PAYASO DE LA HISTORIA ARGENTINA--, nuestro recordado camarada Ernesto Heritier anatematizó al delirante y repulsivo “Figarillo”, hoy día paradigma de virtudes intelectuales, morales y políticas… ¡según los cipayos anglófilos!  (Fue publicado en el Boletín “PATRIA”, del Movimiento Nacionalista de Jujuy, Nº 2,  febrero 1985). He aquí el texto:                                                                                                                                        

 “Era la de Alberdi una mentalidad de costurerita, que no cambió cuando después del mal paso se transformó en madama del taller de “haute couture”, proveedor del Régimen. Afecto a las frivolidades de la moda, confeccionó un corsé en el cual embretó, hasta el día de hoy a la Patria, sin tener en cuenta para nada sus reales medidas, precaución que no hubiera omitido cualquier modistilla.

He aquí algunos conceptos del gran  ”entreguista”, tomadas de su obra epónima, Bases y puntos de partida para la “desintegración” nacional. (En negritas frases de Alberdi).

*“No son las leyes las que necesitamos cambiar; son los hombres, las cosas. Necesitamos cambiar nuestras gentes incapaces de libertad por otras gentes hábiles para ella…” (Cap. XXX).

*”Si hemos de componer nuestra población para nuestro  sistema de gobierno, si ha de sernos más posible hacer la población para el sistema proclamado, que el sistema para la población, es necesario fomentar en nuestro suelo la población anglosajona. Ella está identificada con el vapor, el comercio y la libertad, y nos será imposible radicar estas cosas entre nosotros sin la cooperación activa de esa raza de progreso y civilización.

Esta necesidad, anterior a todas y base de todas, debe ser representada y satisfecha por la constitución próxima y por la propia política llamada a satisfacer sus consecuencias”, (Cap. XXX).

*”La  libertad es una máquina que, como el vapor, requiere para su manejo maquinistas ingleses de origen. Sin la cooperación de esa raza, es imposible aclimatar la libertad y el progreso material en ninguna parte…” (Cap. XXXII).

*”El idioma inglés, como idioma de la libertad, de la industria y del orden, debe ser aún más obligatorio que el latín, no debiera darse diploma ni título universitario al joven que no lo hable y  escriba. Esa sola innovación obraría un cambio fundamental en la educación de la juventud. ¿Cómo recibir el ejemplo y la acción civilizadora de la raza anglosajona sin la posesión general de esa lengua? . (Cap. XXXIII).

*”…Y ante los recalamos europeos por inobservancia de los tratados que firméis, no corráis a la espada, no gritéis ¡conquista!. No va bien tanta susceptibilidad a pueblos nuevos, que para prosperar necesitan de todo el mundo. Cada edad tiene su honor peculiar. Comprendamos el que nos corresponde”.(Cap. XIII).

Esta es una pequeña muestra de la hijoputez a que puede llegar un pensamiento castrado desde su concepción, éste es el espíritu que informa y conforma nuestra “Ley Fundamental”, que los “estadistas” y “doctores” vernáculo nombran con voz engolada, gesto solemne y ojos en blanco, mientras los de afuera se c…. de risa y le sacan provecho.

Bases ha sido engendrado a contrapelo del orden natural, y en virtud de ello ha de constituir un caso inédito en la Historia universal. Paradojalmente es la obra más nombrada y menos leída en la patria diremos para salvar en parte el honor nacional, que no la ha leído nadie, ni antes ni ahora.

Es tarea imperiosa, abocarse sin pérdida de tiempo, a una lectura serena (si fuera posible) y meditada, con un espíritu crítico objetivo, por lo menos igual al que han puesto en su análisis los de afuera, obteniendo con ello suculentos réditos, acrecentados día a día. Y porque además el movimiento natural de la inteligencia humana y el instinto de conservación, exige conocer el manantial del cual bajan estos lodos que amenazan, ya sin ningún tipo de eufemismos a ahogarnos y sepultarnos a todos” +

ERNESTO HERITIER.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 22 de septiembre de 2025

 

ARTE

Clases del profundo filósofo tomista de la Cultura y el Arte, Padre Fray Mario José Petit de Murat O.P., durante el año 1953, impresas a mimeógrafo. Como creo que nunca fueron publicadas, las iré transcribiendo una a una, para evitar una pérdida irreparable.  Era un placer escucharlo por su amenidad y su agudeza. Yo tuve ese privilegio en el Convento de Santo Domingo y en una conferencia en la Facultad de Arquitectura de Buenos Aires, que no causó, entre los estudiantes, la  admiración que hubiera merecido. Acostumbrados a estudiar memorizando los apuntes que vendía el CEA.

 CLASE 1ª

La necesidad de estas clases nos muestra el estado deplorable en que está la Virgen y Madre que es la Iglesia. Su rostro está ennegrecido. La Iglesia está en decadencia. El arte es confesional. El arte de la Iglesia es confesión del estado en que se encuentra la parte humana. Basta observar las estampas e imágenes que se aceptan en estos días para darse cuenta de ello. Lo que son esos Corazones de Jesús que avivan la piedad de nuestros fieles.  Es algo espantoso. Los peores artistas, aquellos que no tienen cabida ni en las secciones de propaganda, van a hacer Corazones de Jesús, que  no tienen nada de Jesús ni de cristiano. ¡Nada! Me han nombrado Director de la Cofradía del Sagrado Corazón y créanme que sufro cada vez que veo la imagen en el altar. Eso parece yeso, que el yeso también tiene su belleza. Eso parece un merengue, parece azúcar de torta, algo horrible! ¿Y qué voces son las que cantan en los templos? Aquellas que no se atreverían a entonar en ninguna otra parte. Es  que el espíritu que anima a los cristianos de hoy es una desolación, es algo espantoso, donde no hay nada de cristianismo. Es necesario que nos re-eduquemos para que el arte cristiano vuelva a la dignidad, a la pureza que alcanzó en otros tiempos.

Santo Tomás, (que es maravilloso en sus escritos, pues créanme, que tiene una inspiración, una justeza, una claridad tal que a veces da la impresión que le hubiera faltado muy poco para estar libre del pecado original) hace una síntesis de las actividades humanas (aquellas que brotan de un trabajo deliberado—que tiene su principio en la voluntad del hombre).

Hay cuatro actividades propiamente humanas y que están llamadas a ordenar las cosas:

1ª) Actividad especulativa (especulativo, de espejo, reflejar). La inteligencia del hombre es pura nada, pero especula, refleja, vale en cuanto refleja. La inteligencia es pura potencia de recepción. Se abre al mundo exterior y debe captar las cosas como son, no en su forma y color sino en su esencia, en lo que le da valor de tal. Con esto el hombre se llena del orden del universo. Especulación es ese poder el valor de las cosas en la verdad.

Cómo explica Santo Tomás la inteligencia: Toda perfección específica supone límite. La perfección específica es la que me da tal ser. El hombre al ser tal no puede ser aquel otro ser. La causa determinante de tal ser es el alma. Si yo tengo tal perfección no tengo otra, ¿cómo se supera ese límite? Por la inteligencia. La unión entre lo que el hombre conoce y lo conocido es más íntima que la que hay entre el alma y el cuerpo. Cuando llega a la perfección del juicio es el conocimiento el que nos llena.

Una vez que está establecido lo que vio hecho, el hombre ve que tiene que ser principio activo de algo. Ante todo, que tiene que poner orden en sus pensamientos, librarse de sofismas, apoyarse en verdades bien aprobadas. Tenemos que poner en nuestras vidas un principio y tenemos la LÓGICA.

Hay otra región en la que hay que poner orden: la región de nuestros actos humanos. Tenemos la moral. Tengo que cuidar mucho mis actos. Necesito reglas muy lúcidas que me permitan encontrar el paraíso. Todo acto me perfecciona o me destruye –ante todo a mí.

Por último hay otra actividad por la que ponemos orden en las cosas que se nos han confiado y que están necesitando una perfección que por sí mismas no pueden alcanzar, y tenemos el ARTE.

Una cosa nos tiene que causar asombro: que el hombre pueda poner perfección en algo. Es un poderoso argumento para los materialistas el decirles: si la materia es todo ¿cómo puede empleársela en oficios bajos? ¿Cómo es que puede recibir perfección? 

Con ésta actividad, la más alta, la contemplación, el hombre hace suyo el orden del universo. Las consolaciones más altas del hombre están por eso en la filosofía y en la teología. El CONOCIMIENTO es lo que hace al hombre feliz. Poseer la esencia de las cosas en la verdad, en su configuración, en la mentalidad divina. El conocimiento es la posesión sabrosa, real del universo, la especulación. Es el que nos entrega todas las cosas.

*

(Continuará)

jueves, 18 de septiembre de 2025

 

UN DULCE Y AMANERADO TRAIDOR.

“La riqueza es sustancia y esencia de la libertad… El oro es la libertad…porqué es el poder.” J. B. Alberdi.

La intención de esta nota es destacar ciertos aspectos de la vida de Juan Bautista Alberdi, expuestas por Juan Pablo Oliver, en su excepcional estudio de auténtica Historia argentina: “EL VERDADERO ALBERDI”, (Dictio, 1975) de donde extraje los datos que anotaré a continuación --(las palabras de Alberdi y los comentarios de Oliver en negritas)--.  

La política entreguista, --compartida fundamentalmente por Sarmiento, resquemores aparte--, repudiando la realidad argentina, basada en la herejía liberal, auspició y legalizó, hoy intensamente, de la mano de Milei, la escandalosa miseria que está destruyendo nuestra Patria, humillando a la Argentina frente al escarnio internacional.

Tanto Alberdi como Milei fanáticamente renegaron del amor a Dios, la Patria y la Familia, cada cual a su manera. Repudiaron la ley natural y divina; indispensables para orientar la política de un buen gobernante.  Abjuraron de la vida moral y espiritual, de la gran política nacionalista que se logra amando, respetando y sirviendo a Dios, a la Patria, al pueblo y a la familia.

Lo verdaderamente transcendente, entonces, es que Alberdi elaboró una política que libera de límites a un extremo egoísmo personal y político, adhiriendo a las leyes de la herejía calvinista, contaminado por su amigo y patrocinante el puritano William Wheelwright, enseñando que la posesión de dinero es la virtud por excelencia. Y condenando salvajemente la pobreza e imponiendo el racismo y la distinción de clases sociales en el pueblo argentino, a la manera protestante. (ver abajo el caso “Petronita”).

En ocasiones –dicho esto a modo de ejemplo--de acuerdo a su conveniencia personal, con un cinismo sorprendente, alabó y en otras atacó la política de don Juan Manuel de Rosas (próximamente, Dios mediante, comentaré la interesantísima narración narrada por Oliver al respecto).

Actualmente predomina ostensiblemente Alberdi, sobre todos los unitarios, porque es el paradigma de los traidores; revivido de la mano de su discípulo, el payaso Milei, quien lo puso en billetes que, como él, cada vez valen menos, pero con la intensión de elevarlo en el concepto popular como el “prócer” egregio ubicado en la peana más alta del altar de la “religión” liberal.

 Milei, el irresponsable que lo activó, surgió de la nada, mejor dicho, de los antros imperialistas del mundo globalizador, para concluir liquidando nuestra Patria, con premisas semejantes a las de su maestro Alberdi, adaptadas a nuestra época.

Al respecto, deseo destacar, para respetar la realidad, que entre Alberdi, --el dulce gentleman inglés, (como le gustaba lo llamen) --, y el grosero y chabacano payaso, entre un traidor de guante blanco y otro delincuente desvergonzado, existe una degradación similar a la que sufrió la nación.

Entre ellos hay diferencias solo aparentes, casi de hábitos domésticos; ni sustanciales ni de propósitos, pues comparten la ambición de conquistar gloria y dinero; repudiar a la Argentina y entregarla a los extranjeros para que hagan con ella y con su población lo que quieran.

El antiguo conspirando con Wheelwright, el nuevo con la Jabad Lubavich. Los asesores de Milei acertaron reviviendo a Alberdi, para que sea el mentor de la actual política destructiva y entreguista gubernamental.

A medida que leemos el libro de Oliver vamos descubriendo que, como la de Milei, la vida privada de Alberdi era al menos sorprendente, con actitudes raras e irracionales, inconcebibles, que no parecen originarse en una mente sana.

Reniegan de Dios.  

Alberdi fue un deísta o libre pensador, (pg. 330), quizá un anticipado creyente en un cristianismo progresista y desacralizado. Al abjurar de la Gracia y la providencia de Dios y de la ley natural y divina, fue natural sustituir a Dios por una abstracción masónica: el Progreso anglosajón traído de la mano del anarco-liberalismo sin límites morales. De esta manera traicionó a su Patria, pues se dedicó fervorosamente a imponer el imperialismo inglés en América. Y como solterón empedernido y egoísta fué incapaz de formar una familia normal. Terminó sus días, como era lógico, en una triste soledad, comiendo “el amargo pan del destierro”, en París, en 1884.

Murió sin auxilio religioso, quizá impenitente, rodeado de algunos conocidos; pero tiempo después la masonería se encargó de organizar apoteósicas exaltaciones laicas del muerto, con el fin de imponerlo como numen del entreguista filo-inglés.

Milei, por su parte, también ajeno a Dios, es un judío chiflado, que llora en el Muro de los lamentos, y toma poses exageradamente cariñosas con su rabino; promueve la abusiva y prepotente influencia israelí en Argentina; y también, solterón empedernido, formó una extraña y desconcertante unión familiar con sus perros charlatanes y su hermanita delirante.

 Ambos voluntariamente vivieron en un destierro, cultural y político; sin echar raíces en la realidad donde nacieron y los rodeaba. Vidas fantasiosas e irreales, pero muy provechosas para ganar dinero y bienes materiales. A costa de perder dignidad y estragar el país.

Renegando de la Patria.

WILLIAM WHEELWRIGHT.

Para conocer realmente a Alberdi, es racionalmente imposible separarlo de las andanzas del pirata inglés Wheelwright; pues ambos se complementaban a las maravillas.          

Escribió Oliver: “Interesa conocer las actividades y antecedentes de mister Wheelwright,  aun cuando más no fuere por haber sido el deus ex machina de un famoso libro argentino llamado Bases, y consecuentemente fuente prístina de la Constitución del 53, acerca de la cual nadie ha dicho una palabra”. […]  Cabe advertir que, pese a ser William Wheelwright  norteamericano de nacimiento [y puritano] tanto por su personalidad, gustos, residencia europea, vinculaciones e intereses que representaba, debe ser considerado como un típico empresario británico –por no decir inglés—de la época, consubstanciado a la expansión capitalista del Reino Unido”.  (pg.313/4).

Wheelwright, que comenzó sin un duro su extraordinaria expansión naviera y ferroviaria, monopolizó, por cesión de los respectivos gobiernos, el comercio marítimo en el Pacífico, entre Chile y Colombia.  Imposible detallar sus malandanzas políticas y comerciales que lo enriquecieron, como también a Alberdi, pues éste “era el abogado de todas ellas”. […] “ de 1847 en adelante , el doctor Alberdi fue asesor legal y abogado de los principales hombres de negocios e importadores británicos de Valparaíso, entonces el más importante puerto del Pacífico, y especialmente consejero legal y político, gestor administrativo, patrocinante ante los tribunales y agente periodístico del  empresario mister William Wheelwright y de sus múltiples empresas, posiblemente las más importantes de Sud América”. (pg. 325).

 [nota del blog: --durante esos años Rothschild impulsó el negocio ferroviario por toda Europa; no sería extraño que con sus enormes capitales se haya concretado la escandalosa concesión ferroviaria a los ingleses en nuestro país, luego de Caseros maniobras muy bien tratadas por Oliver, que omito--) .  

“Era un extranjero en esos países –comenta Alberdi respecto a Wheelwright—y todo su caudal  consistía en lo que tenía Colón en España, cuando concibió atravesar el mar Atlántico. Todo su caudal era una idea, una gran idea…”. La gran idea, --década de 1840, cuando la Confederación luchaba heroicamente contra Inglaterra-- consistió en enriquecerse, ponerse a las órdenes de la Corona británica y luchar contra los Estados nacionales y la envidia y la resistencia de los americanos del Pacífico, que ya percibían que el dominio inglés en vez de Progreso les traería miseria y vergüenza.  

Nota del blog: --Imitando a los racistas ingleses, Alberdi denominaba despectivamente a los argentinos como “nativos”, no argentinos--).

“Tales eran en resumen, los antecedentes de la empresa subvencionada por SMB., de la cual era factotum mister Wheelwright, y abogado, asistente legal y agente de publicidad el doctor Juan Bautista Alberdi.

Entre 1846/54  “el doctor Alberdi con su doble profesión de abogado y periodista-industrial, reunió una regular y legítima fortuna, que en  los años sucesivos no haría más que consolidar”. (pg. 326). En Europa “fue invirtiendo preferentemente en títulos de renta extranjeros, que en Europa le administraron la Banca Gil y la Banque de París, y en Chile la Banca Edwards, entidades privadas”. (pg. 330).

Tan estrecha era la relación que, cuando WW. emigró a Europa, Alberdi lo siguió, para continuar trabajando a su servicio.

”Luego, volver para instalarse tranquilamente con haberes y renombre en el  Buenos Aires de su juventud, que tanto añoraba, pero siempre que no le acarreara molestias,  pues de lo contrario, se  reintegraría  a la placidez de las Delicias”.  (su mansión chilena). Siempre dando prioridad a su sensualidad. (pg. 331).

En 1885 Alberdi llegó al extremo de aceptar representar a su país ante las cortes europeas, sin dejar por ello de continuar tutelando allí importantes gestiones de su principal cliente, frente a su propio gobierno y tratando de favorecerlo como era su deber profesional pero, aparentemente, en contra de sus obligaciones oficiales

Oliver (pg.364) respeta sus actividades profesionales, en cierta manera, pero: “Hasta nos parecería de toda justicia que su busto presidiera solemnemente el directorio de la Cámara de Comercio Británico en                                      Buenos Aires, o de cualquier importante empresa concesionaria extranjera, pues evidenciaría el condigno agradecimiento hacia quien abogó por ellos tan celosamente, y continúa haciéndolo después de su desaparición física.  Todo eso estaría bien.

“Pero con la misma imparcialidad consideramos una paradoja y, en definitiva un escarnio pretender –como se ha hecho—erigir a las Bases en dogma tutelar de nuestra vida económicosocial y elevar al autor a la glorificación de las estatuas, cual prócer de la argentinidad. Implícitamente, eso constituye condenar simbólicamente a la nación a una inopia perpetua,   al descastamiento y a la subalternización”.

Renegando de la familia:

Parecería, según Oliver y otros, que Alberdi no se emocionaba ante el espectáculo de las mujeres bonitas. Y no es que hubiera hecho voto de castidad. Quizá era sexualmente imperturbable e indiferente.

Viviendo en Buenos Aires, por el año’37, fundó este joven mundano y modosito una revista de modas, “con intrascendencias femeninas”, dedicada a importar modas y costumbres europeas a las bellezas argentinas; todo lo referido en cuanto se refiere a peinados, vestidos, calzado, cintas, cuellitos, sombreros, como cabalgar, en asuntos de conversación general… etc. etc. (pg. 86).

Firmaba con el seudónimo de “Figarillo”. “Las [críticas] menos malas no pasan de sarcasmos o impertinencias de petimetre a las llanas costumbres de cepa criolla: a que las señoras en sus saraos hagan la ronda del mate en lugar de ofrecer champagne a sus jóvenes contertulios; a que lo ceben chinas o morenitas y no lacayos de librea”(pg. 86).En el colmo del desatino esto ocurría mientras el país luchaba para subsistir ante la agresión extranjera. Agobiado por deudas a la imprenta clausuró la revista porque nadie la leía, afirmó despechado.

Hacia 1838, viviendo todavía en Buenos Aires, escribió Oliver: “No, Alberdi no sufrió persecuciones del Dictador, [don Juan Manuel], pero debió sufrirlas, en cambio, de… Petronita”. Aficionado románticamente –no creo apropiado imaginarlo enamorado-- de esta señorita, su relación con ella fue despreciable.

Petronita pertenecía a una familia de clase media, no era de la alcurnia que ansiaba Alberdi, pues necesitaba una mujer distinguida para presentarla en sociedad y obtener relaciones comerciales y políticas beneficiosas.

Se avergonzaba de ella, terminando por repudiarla y abandonarla luego de tener un hijo con ella: Manuel Alberdi, al que también repudió. “Al hijo lo presentó como “sobrino”, lo cual provocó algunos equívocos y tensión espiritual entre padre e hijo” (pg.101). En su testamento lo identificó como “pariente querido”. Es imposible imaginar su casamiento con alguna “nativa”, como Petronita, pensando en su descrédito ante los rígidos racistas ingleses. Todo esto es vergonzoso y repugnante.

“Sin razón pública que lo explicara, después de obtener sin dificultad Alberdi su pasaporte en la Policía, abandonó imprevistamente Buenos Aires, el 23 de noviembre de1838, dejando aquí a su amante e hijo recién nacido”. (pg. 100).

En la bella mansión que adquirió en Chile en1849, “rodeado de flores, libros y rostros amables”, pasaba su vida bucólica, soñando románticamente; bien a la moda europea de la época.

“De ademanes finos, medidos –abate por sus modales-- no dejaba exteriorizar sus frecuentes arrebatos pasionales, que conjugaba a solas, con su pluma; y si al escribir resultaba claro y contundente, al hablar lo hacía con voz meliflua, algo tiple, pleno de circunloquios; y hasta cuando reía   llevaba la mano a la boca como para ocultar esa expresión tan natural; caminaba con paso quedo “como gato con patitas de terciopelo”, según anotó maliciosamente Sarmiento”. (pg. 330).

Sintió cierto apego por algunas pocas damas chilenas, pero ”posiblemente no pasaron de amoríos platónicos”. […] fuera timidez congénita, irresolución o lo que se quiera hay en este aspecto de su vida una evidente zona de penumbra, una frontera voluntaria, que no hay por qué traspasar”. (pg. 329).

“En cuestión sentimental, es curioso observar cómo se presenta en su vida el amor físico desdoblado del platónico, delimitados por una rigurosa prevención de clase o jerarquía social; debió agradar mundanamente dado su natural don de gente y culta sociabilidad, pero nunca sería el macho que seduce, que rinde a las hembras. Sus grandes amores no pasaron de cerebrales o platónicos, con mucho más de tierna amistad que pasión…” (328).

*

Estos datos son suficientes para comprender que Alberdi fue un obsesionado en servir profesionalmente los intereses extranjeros contra los de nuestra (‘su’) Patria. Quizá poseído de un placer infame, enfermizo, patológico, totalmente egoísta, de poder infringir la ley del patriotismo y la ley del amor familiar impunemente, sintiendo que podría expandirse y obrar sin límites; que su obrar era su propia ley y su catecismo el anarco-liberalismo; que inspira a su actual “doble” filo-judío, superando demencialmente al maestro.

Los ignorantes miembros del ‘soberano’ que admiran a estos dos delirantes deben saber, al menos, que ambos infames personajes son semejantes. Ambos, empeñados en repudiar a la nación argentina en su totalidad, entregándonos al imperialismo inglés o al hebreo, convertida en miserable colonia. Así de claro, sin vueltas. ¡Hay que expulsarlos del país y de su verdadera Historia ¡

La opción de una parte del pueblo argentino por Milei significa que esta profundamente corrompido o que es un absoluto ignorante. Es indispensable, entonces, que el nacionalismo unido, del modo que pueda  se dedique a desburrar al ”soberano”. Continuando y difundiendo la labor pedagógica del Padre Castellani y del profesor Genta, y actualmente del camarada Soaje Pinto con su TLV1.

El excelente libro de Oliver consta de más de 700 páginas definitivas, documentadas, indiscutibles, imposible de resumirlas en pocos párrafos. Pero como colofón anoto algunas frases originales de Alberdi que podrían ser rubricadas, y son puestas en práctica por Milei.

Pero leamos con esta prevención: “ si el doctor Alberdi escribió con  tanto apuro las Bases y el Sistema Económico no fue pensando en la  Argentina ni menos en los argentinos, o sea en el país real, sino en tanto y en cuanto convenía a mister W. Wheelwright y a sus adláteres. Por ellos y para ellos estampó y exageró todos los recaudos necesarios para evitarles cualquier competencia nacional, fuere privada o del Estado, la posibilidad de una política aduanera proteccionista, eventuales alzas colectivas de salarios y mejoras que pudieran exigir los trabajadores mediante gremios y otros medios. Nada de esto convenía a sus clientes”… ( pg. 375).

* ”¿Queremos plantar en América la libertad inglesa, la cultura francesa, la sabiduría alemana? Traigamos pedazos vivos de ellos en los hábitos de sus hijos y trasplantémoslos a nuestro suelo…” (pg. 370).

* ”Haced pasar al roto, unidad elemental de nuestras masas  por todas las transformaciones del mejor sistema de educación; en cien años no haréis de él un obrero inglés, que trabaja, consume y vive confortablemente”.

* “Proclamad la libertad de sus aguas… no más exclusiones ni clausuras, sea cual fuere el color que se invoque, no más exclusiones en el nombre de la patria” (pg. 373).

* “Si hemos de componer nuestra población… es necesario fomentar en nuestro suelo la población anglo-sajona. Ella está identificada al vapor, al comercio y la libertad”.

* “Proteged al mismo tiempo empresas particulares para la construcción de ferrocarriles… Colmadlas de ventajas, de privilegios, de todo el favor imaginable sin deteneros en los medios… Rodead de inmunidades y de privilegios al tesoro extranjero…” (pg. 377). Adversario del patriota Manuel Fragueiro en la construcción de los ferrocarriles, olvidado intencionalmente por el Régimen según narra ampliamente Oliver …parea ensalzar a Alberdi.

* “¿Qué nos importa a nosotros que la bota que calzamos se fabrique en Buenos Aires o en Londres?”

*”Es pobre (el criollo) la más de las veces  porque es vago y holgazán y no es holgazán por falta de trabajo sino por sobra de alimentos”. (pg. 378); debe, entonces, comer menos.

* Etc, etc, etc,…

Las citas serían interminables, todas del mismo tenor. Concluyo con estas palabras de Oliver:

“Fue, así, el filósofo para una factoría y no para un Estado nacional, en cuya actuación no pasó de reflejar sus intereses profesionales y pertinente conformación mental, propia de meteco, plena de complejos vergonzantes respecto a los suyos y, por ende, alegando invariablemente  contra cualquier causa de su pueblo, pero conveniente a extraños.

“Y esto constituye la clave de su apoteosis, pues habiendo continuado la   Argentina sobre vaivenes transitorios sometida a un régimen  configurado por el predominio de intereses foráneos, incluso en el orden publicitario y cultural, resulta lógico se procurara imponer su figura como numen de la Argentina  y sus libros como  biblia o dogma de los desatinos nacionales. Es comprensible, pues se lograba con ello el símbolo emotivo humano e instrumento ideológico más adecuado, para la perpetuación del sistema, a costa del país”. (pg. 671).

HOY DIA, CONTINUANDO LA POLÍTICA MASÓNICA EXTRAJERIZANTE, EL SISTEMA COLONIAL SE REMOZÓ PLENAMENTE GRACIAS A MILEI. ES INDISPENSABLE QUE TODOS LOS ARGENTINOS CONOZCAN LAS VERDADES HISTÓRICAS DE ESTE MAGNÍFICO LIBRO. +

martes, 16 de septiembre de 2025

 

ACABAR CON LA SANTA FÉ.

Lamentablemente no estoy preparado para adivinar el futuro, pero al enterarme que el rebaño de “representantes” del pueblo decretaron que Santa Fe ya no era católica, recordé que el asesino y masón Manuel Azaña decretó, previamente a la Cruzada, que España había dejado de ser católica. Pero al tiempito, la indignación del pueblo español decretó que España iba a seguir siendo católica, y la sombra del Generalísimo lo enterró con mandil y todo. Así terminó miserablemente su carrera política un progresista de comité. Y me atrevo a vaticinar que así terminarán en nuestro país los que lo imiten.

Comenzaron degradando y desacralizando el nombre auténtico de la Provincia de Santa Fé, para transformarla por otra laica, imponiendo una peudo-religión donde los mandantes de esos ‘representantes’ ocuparán el lugar del Dios. La provincia ya no es católica, pero el pueblo lo seguirá siendo.             

¿Tienen semejante poder los “honorables” para decidir cambiar un país por otro? ¡Repudiar la identidad nacional, fundamento de la soberanía!  ¿Son tan irresponsables de sustituir su esencia histórica, su Historia verdadera, la idiosincrasia, los hábitos y la religiosidad y el patriotismo de los vivos con sentido común?  ¿olvidar la memoria venerable de los muertos, y el deseo implícito de los que van a nacer de vivir en un país tan bien constituido como su familia?  ¡Estos son los auténticos representantes de la vida provincial! ¿Pretenden poblarla con sumisos televidentes políticamente indiferentes, amansados por la “inteligencia artificial” manejada desde el exterior?  ¡De ninguna manera! ¡A resistir!

 Los que menos tienen derecho a decidir el cambio fundamental son los políticos caraduras y malandras que se apropiaron del destino de la Provincia, repudiando a Dios, suscribiendo la infame política entreguista de 1853, de los renegados Sarmiento y Alberdi. La eliminación de Dios de la vida provincial está impuesta por las internacionales de la globalización. ¿Creerán estos políticos sobornados que Cristo es el obstáculo que impide moralizar la Provincia?  ¿Creerán estos palurdos corruptos que eliminando a Dios, por arte de magia al día siguiente van a despertar honestos? ¡Pero si no tienen la menor intención de ser honrados! ¡Sólo creen que gracias a la política liberal puede canjear el honor de ser argentinos por dólares!

Si Cristo es desconocido no podrá inspirar a los gobernantes, y ni el Amor ni la libertad fundamentará las leyes. Pero como el ser humano ”necesita” una religión, adorar “algo”  superior (Santo Tomás), estará recurriendo  a sustitutos falsos, a las sectas, al protestantismo,  a la masonería, poniéndolas en un plano de igualdad ecuménica absoluta, o sea adorarán sus propios caprichos televisivos gratificantes, prescindiendo de los intereses patrios. Y posteriormente, como sucedió durante la revolución francesa, --y en casi todas--, inventarán una religión apropiada para la masa degradada: elegirán a una bella dama, la colocarán en un altar y será la diosa razón, --o a la democracia, o  Jehová, en definitiva-- y la adorarán.  Y así acabarán con la SANTA FE. ¡Si el pueblo no reacciona y los expulsa!