martes, 16 de septiembre de 2025

 

ACABAR CON LA SANTA FÉ.

Lamentablemente no estoy preparado para adivinar el futuro, pero al enterarme que el rebaño de “representantes” del pueblo decretaron que Santa Fe ya no era católica, recordé que el asesino y masón Manuel Azaña decretó, previamente a la Cruzada, que España había dejado de ser católica. Pero al tiempito, la indignación del pueblo español decretó que España iba a seguir siendo católica, y la sombra del Generalísimo lo enterró con mandil y todo. Así terminó miserablemente su carrera política un progresista de comité. Y me atrevo a vaticinar que así terminarán en nuestro país los que lo imiten.

Comenzaron degradando y desacralizando el nombre auténtico de la Provincia de Santa Fé, para transformarla por otra laica, imponiendo una peudo-religión donde los mandantes de esos ‘representantes’ ocuparán el lugar del Dios. La provincia ya no es católica, pero el pueblo lo seguirá siendo.             

¿Tienen semejante poder los “honorables” para decidir cambiar un país por otro? ¡Repudiar la identidad nacional, fundamento de la soberanía!  ¿Son tan irresponsables de sustituir su esencia histórica, su Historia verdadera, la idiosincrasia, los hábitos y la religiosidad y el patriotismo de los vivos con sentido común?  ¿olvidar la memoria venerable de los muertos, y el deseo implícito de los que van a nacer de vivir en un país tan bien constituido como su familia?  ¡Estos son los auténticos representantes de la vida provincial! ¿Pretenden poblarla con sumisos televidentes políticamente indiferentes, amansados por la “inteligencia artificial” manejada desde el exterior?  ¡De ninguna manera! ¡A resistir!

 Los que menos tienen derecho a decidir el cambio fundamental son los políticos caraduras y malandras que se apropiaron del destino de la Provincia, repudiando a Dios, suscribiendo la infame política entreguista de 1853, de los renegados Sarmiento y Alberdi. La eliminación de Dios de la vida provincial está impuesta por las internacionales de la globalización. ¿Creerán estos políticos sobornados que Cristo es el obstáculo que impide moralizar la Provincia?  ¿Creerán estos palurdos corruptos que eliminando a Dios, por arte de magia al día siguiente van a despertar honestos? ¡Pero si no tienen la menor intención de ser honrados! ¡Sólo creen que gracias a la política liberal puede canjear el honor de ser argentinos por dólares!

Si Cristo es desconocido no podrá inspirar a los gobernantes, y ni el Amor ni la libertad fundamentará las leyes. Pero como el ser humano ”necesita” una religión, adorar “algo”  superior (Santo Tomás), estará recurriendo  a sustitutos falsos, a las sectas, al protestantismo,  a la masonería, poniéndolas en un plano de igualdad ecuménica absoluta, o sea adorarán sus propios caprichos televisivos gratificantes, prescindiendo de los intereses patrios. Y posteriormente, como sucedió durante la revolución francesa, --y en casi todas--, inventarán una religión apropiada para la masa degradada: elegirán a una bella dama, la colocarán en un altar y será la diosa razón, --o a la democracia, o  Jehová, en definitiva-- y la adorarán.  Y así acabarán con la SANTA FE. ¡Si el pueblo no reacciona y los expulsa!