viernes, 9 de septiembre de 2022

 

Vox populi vox dei

 

Todo ocurrió porque el Régimen gobernante necesitaba imperiosamente una tragedia para distraer la opinión pública de la hecatombe nacional,  acabar con la “extrema derecha” y salvar el honor, algo magullado, de la reina del afano.

Pero  la policía no se decidió a torturar ni asesinar a ningún  inocente subsidiado, acción necesaria para concretar los propósitos del Régimen  y de paso excitar el odio de esas turbas.  Quizá el motivo más imperioso para provocar esta tremenda tragedia ‘shakjespiana’ fue el deseo de la reina del afano de protagonizar un 17 de octubre montonero.

En Argentina de la sentencia romana,  no tenemos, nada de nada, ni Dios ni pueblo. Sólo se oye  la voz de un ‘diocito’ desatinado, con una consecuente turbamulta de subsidiados que ‘interpreta’ sus mandatos. Ese ‘diocito’ falsificado  es el Régimen, que aunque se llame ‘democrático’ tiene  poderes absolutos;  transmitiendo sus órdenes a no más de unas centenas de alborotadores que, en el barrio La Recoleta de Buenos Aires, exigen se reconozca la honestidad de la reina del afano...

En fin,  es razonable sospechar que ambos, el ‘Régimen’ y la turbamulta protagonizaron conjuntamente  un sainete con una puesta en escena pésima, ridícula, risible, vergonzosa,  para jolgorio del mundo sensato. Un sainete de los peores que pudo haber imaginado Hollywood. Pero en vez de Boris Karloff, en este tan cómico sainete casero debieran haber intervenido Minguito, Calabró y Tristán. –

Por tanto, ‘huelo’, con mi  receloso olfato de viejo nacionalista, ante las tantas insidias del Régimen, que la producción, la dirección y el argumento, si no fueron organizadas por el mismísimo Régimen, para confundir a la opinión pública, distrayéndola de la vergüenza que nos hace vivir; nos han sido impuestas desde la USA. Éstos, interesados en proteger vida y fama de la dócil reina del afano que, aunque se manifiesta públicamente melindrosa y esquiva con ellos, en realidad es muy complaciente con los requiebros de los filantrópicos buitres….cumpliendo entusiastamente sus exigencias.

El inconcebible argumento tuvo tantas fallas que  se muestra  absurdo al sentido común. Algunas fueron:  el feroz asesino nazi-nipo-fascista que, según parece, no fue linchado ni siquiera arañado, por la multitud, como era de esperar; la entrada en escena del fotógrafo con su enorme aparato, preparado anticipadamente para filmar el ‘regicidio’; la inercia policíal; los guarda-espaldas privados distraídos; la desaparición de los  fanáticos subsidiados que no defendieron la vida de la reina; el gatillo ‘oxidado’ del brasilero, etc.

Un argumento escrito a  las apuradas por el Régimen absolutista que se arroga el derecho de infamar a los opositores , con el fin de aniquilar la oposición, única real y verdadera, la única política que  exacerba al Régimen:  la “extrema derecha”; o sea el nacionalismo, -que no ni extremo ni de derecha.

 

Don Camilo y Peppone.

 

En la excelente publicación  “SÍ,SÍ, No,No”, la  señora Bárbara Frale explicó en un artículo, interesante y muy elogiado, que S.S. Pío XII fue considerado el más grande de los Papas luego de San Pedro, debido a que ambos féretros se ubicaron frente a frente en el Vaticano. Tesis algo discutible, penando en la pléyade de Papas insignes que gobernaron la Iglesia. Es inadmisible cuando expuso que el mérito más destacado de Pío XII fue haber gobernado la Iglesia cuando Italia estaba “sometida por el Fascismo”.

Para ser admitida en el gran mundo de los pensadores  políticamente correctos esta señora tuvo que hincarse, y exhibir un   pasaporte que obtuvo fácilmente denigrando al Duce. Pero la agachada la conturbó, y  escribió de lo que no sabía.

El fascismo fue un remanso en la tormenta que asolaba Europa.    De Mussolini es suficiente recordar que al asumir el gobierno, luego de la 1º  guerra mundial, salvó a Italia del anarquismo, la miseria y la vergüenza; creó la clase media, moralizó el país y  lo elevó a la altura de las grandes potencias…

Sus opositores, por el contrario, finalizada la 2º guerra mundial, arrumbaron a Italia, entregándola  sojuzgada en la puja electoralista liberal-marxista, con las inmoralidades consiguientes.                               Italia retrocedió, nuevamente desacralizada, democratizada, y desmoralizada, olvidando su estirpe y su religión, según  ilustraron las bufonadas de Peppone y Don Camilo    

 

La perversidad nacionalista.

 

Otro personaje que adhirió a la moda generalizada de obtener pasaporte liberal y marxista  para ser admitido y publicitado en el gran mundo y en el  Vaticano 2º, fue el padre Thomas Merton. De pronto, sin venir a cuento, de meditaciones teológicas pasó a divagar sobre política, dedicando un par de páginas de su libro “El Pan Vivo, a defenestrar al nacionalismo europeo con un entusiasmo tan excesivo  y grosero como desacertado. De las cuales extraje, como muestra, este párrafo elocuente:

“Los estados totalitarios manipulan inhumanamente a los seres humanos, degradándolos y destruyéndolos a discreción, sacrificando cuerpos y espíritus en el altar del oportunismo político,  ni el más mínimo respeto por el valor de la persona humana. Realmente casi se puede decir que las modernas dictaduras han desplegado por doquiera un odio deliberado y calculado  `por la naturaleza humana en cuanto tal. Las técnicas de degradación… […] Todas tienen un solo propósito: violar la persona humana hasta dejarla irreconocible, con el objeto de transformar las mentiras en evidencias…” [etc. etc.].

Parecería que  don Tomás escribió estas sandeces de “humanismo integral” estando alcoholizado, y luego regurgitó esas basuras que lo desacreditan. Es inconcebible que don Tomás no sea más que un repetidor de la propaganda bélica transmitida por los liados. ¿Es portavoz de Roosevelt o de Churchill, como buen anglosajón? ¿O de Stalin, como buen ‘progresista’? 

No es posible meter en una  misma bolsa  a Hitler , José Antonio, Degrelle, Oliveira Salazar, Mussolini, etc. Pues entre ellos había diferencias enormes y sustanciales. Aciertos y desaciertos. Aunque desaciertos más graves hubo en la política “aliada”.

Desde el injusto e insensato tratado de Versalles se preveía que la política de los “aliados” sería antieuropea y anticristiana; eclosionando abierta y perversamente a partir de 1945;  cada vez más agravada.

 De manera que las palabras arrojadas por don Tomás contra los nacionalistas,  cualquier observador sensato, hubiera creído más justo aplicarlas sobre Churchill, Roosevelt y Stalin. Estos personajes siniestros,, por ser enemigos de los “tiranos” nacionalistas, serían según él,  

los salvadores del occidente “cristiano”, los luchadores por la “democracia y la libertad,  y que, luego de muertos los totalitarios, sembrarían el mundo de caridad cristiana.

Hoy confirmamos que las teorías racistas y agresivas de Hitler eran las de un simple aprendiz de brujo. Y que la predestinación para gobernar el mundo, imponiendo maldades satánicas eran las “aliadas”.

Y al fin,  don Tomás logró su ambición, relegando su honestidad intelectual, de integrarse en el mundo de los prolijamente correcto.

 

La pena de muerte

 Como unos está  en contra (los mafiosos) y otros a favor (las víctimas), la sabiduría del eminente llorón presidencial, ideó un método que satisface ambas partes: se ejecuta la penas de muerte, pero no muere nadie .Sólo es  necesario que el delincuente pronuncie unas pocas palabras, en el momento oportuno, de la siguiente manera. La escena se desarrolla  así:

El ajusticiado está parado, los ojos vendaros, frente al pelotón de fusilamiento.

El oficial  antes de pronunciar las fatídicas palabras,  en un acto de misericordia le pregunta:

- ¿ Cuál es su último deseo?

--¡Que dispare el brasilero!

 

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