jueves, 2 de febrero de 2017

GRACIAS SEÑOR

Gracias Señor por todo cuanto me diste en el año que termina.
Gracias por haberme permitido levantarme hoy sano y salvo al nuevo día.
Gracias por los días de sol y por los nublados tristes; por las noches tranquilas y por las noches oscuras; por la salud y por la enfermedad; por las penas y por las alegrías.
Gracias por el amor de mi familia y la oportunidad de darme a ellos.
Gracias por el regalo de la amistad que no termina.
Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.
Gracias por lo que no me diste, pues sabías que no me hacía falta.
Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga; por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce; por las flores y las estrellas y todas las innumerables maravillas de Tu admirable Creación.
Gracias por la existencia de los niños y de las almas buenas.
Gracias por la soledad y por las inquietudes, pues me hicieron elevar los ojos a Ti.
Gracias por las dificultades y las lágrimas que me purificaron y por el trabajo y esfuerzos que me santificaron, y por todo lo que me acercó a ti.
Gracias Señor por todas las muchas veces que me levantaste luego de mis tantas caídas.
Gracias porque no Te fijas en mis éxitos o en mis errores sino en mi esfuerzo y en el amor que pongo en todo lo que hago.
Gracias por haberme dado y conservado la vida y haberme dado techo, abrigo y sustento.
¡Muchas gracias Señor!

Que el Nuevo Año nos traiga lo que tú quieras Señor, pero te pido:
Fe, para verte en todo.
Esperanza, para no desfallecer.
Y Caridad para amarte cada día más, y para hacerte amar de los que me rodean.
Dame Señor paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad y perseverancia para seguirte con fidelidad;
Dame Señor lo que Tú sabes que me conviene y que yo no sé pedir.
Concédeme que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas y que me halle siempre dispuesto a cumplir con Tu Santa Voluntad.

No obstante y ante todo, Señor, quiero pedirte perdón:
Por las veces que no Te amé o que Te olvidé.
Por todas las veces que Te ofendí no amando a mi prójimo como a mí mismo.
Por todas las veces que por soberbia no Te seguí.
Perdón por todas cuantas veces no Te escuché, dejándote solo, con Tus brazos abiertos que me esperaban para abrazarme.

Te pido, Señor, en este Año Nuevo que empieza que me muestres una vez más Tu Bondad infinita concediéndome una nueva oportunidad. No tomes en cuenta mi debilidad, únicamente mi intento por ser un hijo Tuyo que desea cada día acercarse más a Ti.
Te ruego, Señor, derrames Tus gracias sobre todos los que amo, y concedas Tu paz al mundo entero.
Te suplico también, Señor, que todos lleguen al conocimiento de Ti -la Verdad Absoluta- y abracen con amor la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia que, por amor a nosotros y para nuestra eterna salvación, Tu Hijo, Jesucristo, Señor Nuestro, fundara en esta tierra, y la vivificara derramando Su Preciosísima Sangre desde lo alto de la Cruz.
Asimismo, ¡Oh Señor! Dales el descanso eterno a nuestros queridos difuntos y brille para ellos la Luz Perpetua. Que descansen en paz.

Auméntanos, Señor, la Fe y el amor por Ti.

Te lo pido en el nombre de Tu hijo, Jesucristo Nuestro Señor y por la intercesión de Su Santísima Madre, que es también Madre nuestra. Amén.


Oremos. - ¡Oh Dios, nuestro refugio y fortaleza! Mira propicio al pueblo que a Ti clama; y por la intercesión de la gloriosa e inmaculada siempre Virgen María, Madre de Dios, de San José, su castísimo Esposo, y de los Bienaventurados Apóstoles San Pedro y San Pablo, y de todos los Santos; escucha misericordioso y benigno las suplicas que te dirigimos pidiéndote la conversión de los pecadores y la libertad y exaltación de la Santa Madre Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Padre Rubén Horacio Gentili. FSSPX