Nos siguen robando
Desde hace siglo
y medio los ‘próceres’ liberales, cordiales anfitriones, cómplices sobornados,
le abrieron la puerta a los piratas del norte, para que se muevan como en su
propia casa, convertida en mancebía. Hoy día, para que la entrega sea completa,
el gobierno KK desarmó el Ejército, a la Iglesia la mantiene extorsio-nada, ecuménica y
silenciosa, al pueblo emputecido con TV basura y limosnas, y a todos
corrompidos. Barrieron con los indispensables cuerpos intermedios, ¡Nos siguen
robando! La tierra y sus frutos ¡el alma nacional y su destino soberano! ¡el
honor, la dignidad, el patriotismo! Y NOS DEVUELVEN MISERIA, CORRUPCIÓN Y
VERGÜENZA.
Ahora los piratas calzan guantes
blancos, dialogan mesuradamente y reparten gratificaciones, y si sus argumentos
no son muy convincentes… ¡a sus espaldas están los marines! Pero no es
necesario que estos intervengan ¡No faltaba más! Los liberales y marxistas,
gozan mientras violan la
Soberanía nacional,
por unos cuantos dólares que reciben, como maridos complacientes. Ya no
necesitan los piratas cortar cadenas, ni el tío San ni John Bull, ni los que
vienen atrás; pues, como en la época de don Juan Manuel, los liberales cortaron
las gloriosas cadenas de Obligado, para dar paso libre a los invasores.