Doctrina Nacionalista
Jacques Ploncard d’Assac.
¿Qué quedará del ser nacional
argentino – católico, hispano, federal-, en manos de los corruptos gobernantes
que lo repudian para entregar al país al mejor postor? Estos liberales disponen
del destino del país, en beneficio propio, del partido y del Régimen liberal cipayo.
Transmutando el ser nacional, como vienen haciendo, imponen una Argentina
falsificada, liberal, marxista, derechista, progresista, o ecumenista… todas contrapuestas a la verdadera Argentina Tradicional,
causando la frustración nacional. A continuación el autor:
“Que se dé, pues, por sobreentendido que, para nosotros, el nacionalismo tiene por objeto la
búsqueda de las leyes de conservación de la nación· J. Ploncard d’Assac.
“Doctrinas del Nacionalismo”, (prefacio).
“El principio de las
nacionalidades apareció como una consecuencia de la situación creada por la
Revolución Francesa. La abolición de la monarquía volvió a entregar la
soberanía en las manos de los pueblos, los cuales deberían definir sus límites
y los principios por los que se iban a guiar. Así nacieron el “derecho de los
pueblos a disponer de sí mismos” y los partidos políticos.
Los ideologos de 1789 sostenían
que el individuo estaba exento de toda atadura con el pasado, que la sociedad
era el fruto de un contrato y que el hombre lo podía modificar a su gusto. La
patria dejaba de ser la tierra de los antepasados; ahora se convertía en una
asociación voluntaria.
Las ocultas consecuencias de tal
teoría surgieron en seguida. José de Maistre tuvo, hacia 1807, el
presentimiento y comunicó por escrito a Bonald su inquietud de ver a Francia
morir “por vía de putrefacción –decía-, dejando llegar la corrupción hasta el
punto central y hasta los principios originales y constitutivos que la hacen lo
que ella es”.
En los 1880, las inquietudes de
José de Maistre se habían hecho una realidad evidente: la corrupción había
llegado hasta el punto central y los principios originales y constitutivos de
la nación eran olvidados o negados. Se
iba hacia la desnacionalización de Francia.
La reacción de Barrés contra el cosmopolitismo
–a la cual él daba el nombre de nacionalismo- modificaba, por tanto, totalmente
el sentido de la palabra nacionalismo. Ya no se trataba del derecho de los
pueblos a disponer de sí mismos, sino del deber de los pueblos a seguir siendo ellos
mismos.
El nacionalismo, tal como lo
entiende Barrés, nace de esta comprobación: la nación puede estar amenazada por
algo distinto a una agresión exterior; puede
perder su voluntad de ser.
Todo, en apariencia, permanece
inmutable: el suelo inviolado, los hombres yendo y viniendo a su trabajo y, sin
embargo, todo ha sido modificado; si, en ellos la tradición a muerto, no saben
ya lo que son ni porqué lo son.
El nacionalismo es la búsqueda de las leyes que convienen a un país
determinado para mantenerse incorrupto en su ser nacional.
El nacionalismo, en lo sucesivo, considera la nación como una herencia
inalienable, de la cual no tiene el derecho de disponer y que debe transmitir
intacta a sus hijos.
En torno a este concepto se ordenan
todas las nociones complementarias de lealtad y de tradición, de soberanía y de
derecho. Si se abandona, lealtad, tradición, soberanía y derecho, pierden todo
su significado, falta un punto fijo con respecto al cual ordenarse. La nueva
definición del nacionalismo por Barrés, Maurras
y toda la escuela de la Acción
Francesa debe necesariamente hacer surgir la oposición existente entre el
concepto de nación-herencia y el de la nación–contrato.
Si la nación era una herencia
inalienable, una “fundación”, no se podía admitir la teoría universitaria del
derecho a la autodeterminación de los pueblos que componen la nación histórica.
En efecto, este derecho indicaría la libertad de la propaganda separatista, lo
que sería incompatible con la idea misma del Estado como unidad territorial y
política.
Pero la lógica del principio de
la autodeterminación iba aún más lejos: toda minoría podría pretender
sustraerse a las leyes que ella no hubiese votado, autodeterminarse de algún
modo respecto de la legislación del Estado. No hay razón, efectivamente, para
limitar los efectos del principio de autodeterminación a una concepción geográfica de la secesión.
Todo grupo de individuos, aun
dispersos por el territorio nacional, constituyendo una comunidad ideológica,
podría pretender regirse según su propia conveniencia.
He aquí a que absurdidades
extremas se puede llegar.
*
Barrés había hasta tal punto
modificado el sentido de la palabra nacionalismo
que para designar a los defensores de la nación-contrato precisaba encontrar un
neologismo. Se comenzó a decir nacionalitarismo.
La causa hubiese sido comprendida; todo el mundo se habría habituado a considerar
bajo el nombre de nacionalismo al conjunto de ideas contrarrevolucionarias definidas por
Barrés, Maurras y la escuela de la Acción Francesa, si, en la segunda mitad del
siglo XX, con el estallido de los
imperios coloniales, bajo el impulso del
principio de autodeterminación, no hubiese recobrado su antiguo sentido la idea
nacionalista.
La confusión provocada por este
doble sentido engendró equívocos a veces deplorables.
Que se dé, pues, por
sobreentendido que, para nosotros, el
nacionalismo tiene por objeto la búsqueda
de las leyes de conservación de la nación.*
https://www.youtube.com/watch?v=_CSF0Wn-Izk
ResponderEliminarinconformeful255431
Hace 21 horas
Hermano es terrible lo que pretende este señor Francisco, pero que espere sentado porque ni de chiste le añadiré eso que pretende este señor, Daniel no sé si estás enterado de unas horribles disposiciones que quieren aplicar en las iglesias a partir del 29 de junio cuando reabran las iglesias, se aplicarán esa jalada de la tal sana distancia, comunión en la mano, poca gente en la iglesia y lo peor, cubrebocas obligatorio en toda la misa, esta noticia la vi publicada hace algunos días.
Olaf Robin
Olaf Robin
Hace 5 horas
Todo eso está pasando ya en EEUU (SAN Diego) y la eliminación de la comunión dentro de la misa. Se concluye la misa, se retira el sacerdote y cerca de las puertas los diáconos reparten la Comunión en la mano a la gente antes de salir.