jueves, 13 de abril de 2017

Huroneando en febrero/marzo 2017.
Son tantas las raterías  que están ocurriendo en este democrático país, que el hurón, desorientado, no sabe a quien morder primero, eligiendo  sus víctimas casi al azar;  aunque así se le escapen algunas bien gordas.

+- Debo decir unas palabras del manoseado asunto de los reclamos docentes, tratado intencionalmente por el periodismo, según es costumbre, evitando destacar lo principal de la protesta: su  meollo politico, el resentimiento clasista, promovido por los sindicalistas. El Padre Castellani agotó el tema docente  hace unos 80 años atrás, pero la situación hoy día es intolerable. Como he dicho en otra ocasión, las maestras años atrás eran  moralmente verdaderas señoras que fueron ”amigas”, en las que una familia bien podía confiar sus hijos. Aunque se les debe reprochar que, salvo distinguidas excepciones, la enseñanza cultural que impartían fue deficiente, principalmente inflando el mito del renegado Sarmiento, y divulgando el liberalismo. Pero la decadencia moral y personal de las nuevas generaciones de maestros, generalmente  sin vocación, su nula preocupación y dedicación por la moral y la cultura, el patriotismo y la espiritualidad de los niños es evidente; nadie puede dar lo que no tiene. Peor aún, por carecer de  esos valores, los reclamos docentes son bocado fácil para los agitadores marxistas, que los están arrastrando a promover desórdenes políticos, y como ellos mismos aclaran cínicamente,  enseñan luchando y  luchan enseñando, ejerciendo en  las calles, ya sin preocupación alguna por los niños, liberalismo extremo, o sea comunismo; enseñan  odio, destrucción de lo poco que resta de un casi inexistente orden social. Desde Sarmiento, que cobraba cinco sueldos simultáneos,  hasta los acontecimientos de hoy hay una continuidad vergonzosa de degradación docente.

+- A punto de publicar esta huronada, escuché la noticia del escandaloso curriculum del dirigente Baradel, que quizá por eso mismo está escalando rápidamente  posiciones en la política del Régimen democrático, porque cumple la condición de que para subir hay que ser algo o muy corrupto; según la altura a la  que se aspire. Esto confirma ampliamente lo que escribí en el párrafo anterior. Recuerdo lo que alguien dijo en la TV: no hay un solo dirigente KK que no haya robado. El método que utilizan los sindicalistas  es sencillo, exigen beneficios aunque sepan que no es justo pedirlos, o que no se les pueda otorgar, porque las circunstancias económicas lo impiden. Desinteresándose de la situación política nacional y del resto de la sociedad; sólo piensan  en encandilar con una imagen de luchadores insobornables a favor de sus afiliados. Falso, todo falso. Desarrollan una política basada en el egoísmo de clase,  opuesta al Corporativismo, y por ende a la Doctrina de la Iglesia; convirtiendo a los maestros en una masa manejable de ignorantes que no saben  el verdadero papel que desempeñan en esta farsa, transformados en activistas sociales marxistas, alucinados con resentimiento y ambición; en una masa que es la mejor pantalla para ocultar las tropelías personales de los dirigentes.

+- Estoy asistiendo en estos días a una nueva versión del “Éxodo Jujeño”, la extraordinaria  decisión del inolvidable General Belgrano, para salvar a la Patria, asumida patrióticamente en ese entonces por todo el pueblo jujeño, en una manifestación de amor patrio.  Pero, como era previsible,  este nuevo Éxodo nada bueno tiene que ver con la Patria, sino más bien contra ella. Vivimos un perverso liberalismo donde cada cual busca su provecho, desentendiéndose del común y del nacional. Actualmente, este nuevo Éxodo rumbea a través de la Cordillera,   para visitar a nuestros “hermanos”, aquellos que ejercían espionaje a favor de Inglaterra durante la guerra de las Malvinas,  y de paso cañazo comprar artículos electrónicos baratos; elementos escolares y otras baratijas. ¿Quién se acuerda de la traición durante las  Malvinas? ¡Ningún liberal deja de comprar barato aplicando una sanción patriótica personal, al menos al estilo Ghandi, según haría todo bien nacido, contra esos vecinos que históricamente nos perjudicaron; con quienes solo  tenemos una indiferente proximidad geográfica y una altísima separación política..

+- Todo sea por ganarse unos mangos; y allí fueron abogados, ingenieros, jueces,  médicos, políticos, la flor y nata del Régimen, todos con espíritu pichulero. Escuché a uno de esos personajes: -si, - decía- la Coca estaba 10 pesos más barata, y los panchitos también, y los  calzones, y la tableta y el alojamiento.  Cotejaron rigurosamente los precios para ahorrase unos pesitos. ¡Fantásticas vacaciones! ¡Vacaciones globalizadas! Aunque para  ahorrarse esos pesitos debieron hacer una cola kilométrica, durante más de ocho horas en plena cordillera en Mendoza, bajo un sol ardiente y barridos por el frío helado, y otro tanto en otros pasos, frente a la Aduana chilena, y otro tanto a la vuelta, y por si fuera poco,  soportar la tradicional trompa chilena cuando olfatean un argentino. 

+- Una diputada, llamada Conti, expresó por la TV que si hubo corruptos entre los miembros KK fueron una excepción. Quizá no haya advertido  que  ella, como la mayoría de los Honorables KK están incluidos en esa supuesta excepción, pues son cómplices de los delitos, por hacer la vista gorda y no denunciar esos escandalosos negociados de los líderes KK pata abajo. Y así la excepción se torna multitudinaria. No se si Grosso, el eximio historiador de las mentiras históricas seguirá vivo, pues en ese  lamentable caso debería contratar a la tal Conti para que escriba la historia del gobierno KK  en consonancia con los propios fraudes de Gtosso,   incluyéndola en los libros de texto escolares, para  mejor ilustrar a la juventud argentina y terminar de idiotizarla

+- La simpática señorita Anabella Azcar, que parece profesar el budismo y la reencarnación, dirige un algo insólito programa de televisión, donde presenta a personajes extravagantes, que dan fama a su programa; en uno de los cuales, dominada por un arrebato humanitario  dio cátedra filosófica protestando filantrópicamente para salvar a las mascotitas, y otros animales que no lo son  tanto, del maltrato de los perversos humanos; porque luego de unos añitos girando en la estratósfera se convertirán en seres humanos como nosotros. Así que debe tratárselas desde ya como a  humanos. El cariño a una mascota es natural y agradable,  pero manteníéndolos en su lugar, en su habitat natural, sin vestirlos de niños ni sentarlos a la mesa y menos recibir lenguetazos en la boca. A las mascotitas, contrariando su naturaleza, las tratan  como a lesbianas y putos, pues esa es la  función en el mundo  que le asignaron sus patrones pervertidos. Algo así como convertirlas en ‘taxi-girl’ pero más económicas, para acompañar su angustiosa soledad, y de paso satisfacer su lujuria. Porque de esta perversión se trata, en muchos casos,  la moda del mascotismo. Estas actitudes no surgen del amor verdadero a los animales.

+- Como en algunas audiciones sus invitados exigieron que los caballos no tiren más de los carros, acabando con esos pintorescos carritos que circulan en Tucumán y Córdoba comprando y vendiendo,  o de los arados, ni que se los dome, o impedir que  los caballos y  los  perros a hacer carreras,  y muchas exigencias más…; debemos entonces considerar a los animalitos como invitados de honor en este mundo cruel, dejándolos vivir su vida ajena a la humana; colmándolos  de atenciones para que no sufran ningún esfuerzo inhumano. ¿Pero entonces, porqué obligan las señoronas gordas y los señorones gordos a las mascotitas a llevar, entre mimos y zalamerias, y otras muestras de cariño impúdico,  una vida irreal,  que no condice con su verdadera naturaleza?

+- Ahora bien, me debería sorprender, aunque no me sorprende sabiendo con que bueyes aro,  que esta efusiva muestra de cariño  no se manifieste en todos los ámbitos de la vida animal, seguramente porque a las señoras gordas les sería temerario enfrentar los enormes poderes que seguramente son los que promueven esta aberración del mascotismo,  y si así fuera, existe en el fondo de este lagrimeo una intención política, fomentada desde el primer mundo capitalista, de desordenar y subvertir, de contradecir el sentido común,  la ley natural y la Biblia;  además  la exposición de esas extravagancias que se exponen en todos los programas de la Azcar, sirven a los invitados para  hacerse notar y aparecer en la TV. Cuanto más delirante su opinión mayor popularidad; es el mejor alimento para los televidentes.

+- Pero hay una situación enormemente más grave y dolorosa, por la que somos todos los argentinos responsables de inhumanidad. ¡principalmente las filántropas, tan celosas del confort de los animalitos!, Porque además, si  existe algún trato salvaje y esclavizante es  contra  las gallinas ponedoras, enjauladas, casi inmovilizadas  de por vida. Por supuesto qué gracias a este abuso comemos huevos más baratos. Pero ellas también son animalitos, casi mascotitas, y nadie se preocupa de su dignidad y derechos animales. Porque está bien la filantropía con nuestros animalitos, -futuros humanoides que convergen todos juntos en el punto Omega, diría el loco Tehilard- pero ¡es inadmisible que el precio de  los huevos se vaya a las nubes!- dicen ellas.


+-   Cuando tocan el Himno nacional, antes de cada partido de rugby, los Pumas seleccionan cantar sólo las estrofas más vibrantes, porque el resto es un minué de una chatura aplastante, propicia para bailar en los Salones literarios del romanticismo, cuando algunos   imitaban las teorías criminales de la Revolución francesa, pero no el ímpetu de la Marsellesa. Música y letra de un Himno de ninguna manera inspirado en  el espíritu nacional de la época. Para que el Himno adquiera todo su significado, sin troncharlo, y manteniendo la inspiración que correspondía, imaginé a los Pumas bailando el minué dentro de la cancha, antes de cada partido, imitando la acostumbrada  feroz danza  guerrera de los neozelandeses. Y esta escena que me presentó mi traviesa imaginación tiene, pese a su ridiculez, algo de verdad, pues creo que, exceptuando la época de Rosas, la política nacional se baila al compás de un medroso, sentimental e irreal minué. Además de  mortificarme también  la  vetusta y falsa letra del Himno, cantando la rotura de unas cadenas para encadenarnos con las  del imperialismo inglés al acecho, impidiendo la expansión de la naciente Argentina en  búsqueda de su grandeza. En fin, considerando que todo cambia y se modifica, eliminaría la letra que estorba y comenzaría el Himno gritando, como en una antigua pulpería federal: ¡Viva la Patria, carajo!

+- Otra observación sobre las nuevas modas sociales. Meses atrás en ‘Huroneando’ escribí una lista de los nuevos,  ridículos y estrafalarios nombres que se le adjudican a los recién nacidos, copiados de la TVBasura. Años atrás, elegían preferentemente el nombre sagrado de la Santísima Virgen, porque esas mamás sabían que el santo elegido acompañaría la vida de la criatura. Hoy día, ya paganizadas, las modernas mamitas buscan los nombres  más extravagantes, como para hacer notar que están liberalizadas viviendo la moda. Pero esta tendencia a ponerse nombres, que ni siquiera son sobrenombres, llegó a su apogeo con una nueva costumbre impuesta con desparpajo y mala educación.  Gracias a la sutil imaginación de las niñas adolescentes, si Ud se enfrenta con un grupito de ellas paveando por las calles, se llaman entre ellas con el ya acostumbrado: ¡che, boluda!, y al instante casi todas ellas se sentirán llamadas por el que debería ser su verdadero nombre.

+- Dicen sus secuaces que la democracia se alimenta de las diversas opiniones que emiten los variados partidos políticos que la integran; y que esta es su grandeza, lograda tras siglos de obscurantismo y autocracia. Es esencial que en democracia  reine su Majestad la Opinión; donde cada uno, desde el presidente hasta el último de sus diputados, dice lo que le viene en gana, sobre todos los temas habidos y por haber, sin tener estudios serios sobre ninguno, mientras favorezca, eso sí,  la posición política de él y de su partido. Ahora bien,  si en esta época de las ’luces’ somos todos sacerdotes, todos filósofos, si todos podemos opinar a gusto y piacere, todos podemos ser parlamentarios. Sólo es necesaria una amplia campaña publicitaria, y  ¡a cobrar los módicos suelditos que se autoasignan!, más ciertas gangas. Opiniones  que reflejan, dicen mintiendo, la voluntad popular.  Opiniones que, en realidad,  difieren entre ellas sólo en aspectos superficiales,  intrascendentes, sin la menor intención  de lograr el Bien Común ni la grandeza nacional; que de ninguna manera está en los planes de los liberales lograr. Son opiniones que no escapan fuera del Régimen liberal,  que las abarca a todas. Porque el liberalismo constituye un solo partido; la diversidad entre ellos es aparente. El libre juego de las instituciones democráticas es un fraude. El Liberal es un Régimen despótico, pues su libertad la disfrutan sólo los liberales; su historia expone regueros de sangre argentina.  

+- Un judío verdulero me dio una clase práctica de economía; pues los judíos  desde que maman las ubres maternas van adquiriendo  sabiduría financiera para la intermediación y la usura. En Mar del Plata, donde pasé unos días vacacionando, en el barrio Guemes, entré en la verdulería de ese hebreo, le pedí unas ciruelas y cuando me dijo el precio casi lo mando a…; pero el judío respetuosamente, como hablando con un troglodita, me explicó que esas ciruelas eran chilenas y bien valía los $120 el kilo, que me pidió. Le repliqué, ignorante de mí, que en mi pago comprábamos el kilo de ciruelas a $30.- y entonces se despachó con su innato cursillo diciendo:  los chilenos nos venden a $120  las que nosotros le vendemos a $30; es imprescindible que así funcione la economía pues ”hay que mover la plata del mundo”, sentenció textualmente. Dicho más claramente, es imprescindible que los intermediarios se enriquezcan hambreando al pueblo. Quizá Macri fue despachante en esa verdulería, aprobando el cursillo del hebreo.

+- Días después, en San Bernardo, se me antojó comer bananas, quizá apremiado por mis ancestros simiescos; le pedí al frutero 3 bananas, y al  querer  pagarle me sobresalté y le dije: -me está cobrando $21, ¡a razón de $7 cada una, y $ 84 la docena! Yo quiero las dulces bananas pecosas de Yuto –le dije- que las pago a $24.- la docena. Cuando esperaba un sermón, como el del hebreo, diciéndome que la Argentina debe comprar caro y vender barato, para que los hebreos muevan  la plata del mundo, me contestó tranquilamente, como la cosa más sabida, que eran bananas ecuatorianas. Terminó así el diálogo y me fui sin las bananas, y sin comprender una jota de economía internacional. Mi sentido común asombrado.