LA POLICÍA
“ANTISEMITA”
Artículo redactado en 1964; con vigencia actual.
El Ministro de Defensa Nacional, doctor Leopoldo
Suárez se refirió, aparentando una indignación que lo mostró fuera de sí, a
unas supuestas relaciones políticas, amistosas y coincidentes, entre la Policía Federal y el
Nacionalismo; expresando que el Nacionalismo “tiene un enquistamiento dentro de la propia Policía… alguna vez habrá
que resolver en este país” esa situación escandalosa y vedada, respecto al
judaísmo. (La Prensa ,
31/III/1964).
Luego podría haber
continuado su perorata, para colmarse de honores, denunciando “la
impunidad de las organizaciones nazis pese a la buena voluntad de los altos
funcionarios gubernamentales”, porque estas palabras, que tan bien
coinciden con su pensamiento, corresponden a las escritas, queremos creer por
una casual coincidencia, en el periódico judeo-sionista- marxista “Nueva Sión”,
del 17 enero 1963.
Junto al doctor
Suárez y a “Nueva Sión” podemos mencionar, confirmando la coincidencia, las
palabras del laureado León Dujovne, director del periódico del partido
israelita MAPAI, “Mundo Israelita”, pues en su editorial del 29/XII/1962
titulado: “Las cosas claras frente al cierre de las Instituciones” (se refiere
a la afiliadas a la
Federación de Entidades Culturales Judías) dio un paso más
adelante concretando las denuncias de sus antecesores, con este sarcástico argumento:
“La
acción de las autoridades encargadas del mantenimiento del orden se ha
particularizado con instituciones de denominación judía, calificadas de
comunistas. Esta conducta pareciera sugerir que las autoridades no actúan
contra grupos nazis, grupos fascistas, antidemocráticos, porque no encuentran
grupos fascistas, grupos nazis a los que designe como judíos, para poder
proceder contra ellos”.
Y así damos forma definitiva
a la denuncia del Ministro: la Policía argentina es antisemita y apaña las
actividades nazis, pese a los deseos contrarios de los altos funcionarios
gubernamentales; y para colmo de males la Policía argentina es decidida y seriamente
anticomunista, ante la indignación sionista.
En infinidad de
circunstancias, y utilizando todos los medios de difusión se han expresado estos
conceptos agraviantes contra la Policía.
Pero curiosamente se manifiestan con mayor ímpetu cuando la Policía investiga delitos
morales o financieros; cuando se clausuran entidades o se detienen activistas
bolcheviques. Entonces sí tendrían pretexto para culpar a la Policía de antisemitismo;
porque en el fondo de cada investigación aparecen apellidos con tantas
consonantes que bien podrían integrar un suplemento de la guía telefónica de Tel
Aviv.
Veamos algunos
ejemplos de esta discriminatoria furia anticatólica y antiargentina:
“El no haber querido o podido la policía arrestar a
ninguno de los criminales habla de por sí sólo, y trae a la memoria tristes
comparaciones con la policía de la época
zarista” (La Luz , 13/VII/1962). En realidad, los mencionados
criminales son los judíos que protagonizaron la farsa de la activista judeo-bolchevique
Sirota. El promocionado “hermano”, Silvano Santander, tristemente famoso por su
filojudaísmo exacerbado, “refirió después
que la impunidad de que gozan las bandas
armadas [nacionalistas] ha
quedado demostrado en los siguientes hechos que enumera, agregando luego de
cada uno: la Policía
sabe esto y no actúa… la
Policía sabe también esto y no actúa”… (La Prensa , 7/VII/1962. Acto
contra el antisemitismo organizado por la Asociación Argentina
por la Libertad
de la Cultura ).”
El dirigente
bolchevique de la FUBA
Carlos Barbé aportó también su ingenio para escalar
posiciones: “Ha habido pasividad y
tolerancia policial y como ejemplo señaló…” (La Prensa , 1/X/1061; durante
la sesión del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires solicitando que se
investiguen los atentados antisemitas).
“La medida policial acarreó agua al molino de la
propaganda antisemita en cuanto procura ésta identificar los conceptos de judío
y comunista” (Nueva Sión, 17/I/1963).
“Una semana de intenso maccarthismo con detención de
hombres de negocios y cierre de instituciones culturales israelitas” selló la
suerte del Jefe de Coordinación Federal” (Primera
Plana, 1/1/1963).
“La revista israelita
para toda Sudamérica” [La Luz ],
dijo que el antisemitismo se propone asestar el golpe mortal contra los pobres
judíos sionistas, y que “tres factores
concurren para ello: el primero viene del exterior; el segundo es la policía; el tercero está siendo
estimulado por determinados círculos
católicos, salvajemente antisemitas que están trabajando activamente en la
oscuridad”…, “la campaña anticomunista aquí no está exenta de cierta medida
de macartismo. En varias circunstancias asume ribetes de caza de brujas, incluso cuando se trata de judíos no comunistas que se desea desprestigiar o envilecer”…,
“La policía está sumamente empeñada en buscar armas en poder de los judíos,
presumiblemente para su uso en la legítima autodefensa- defensa que las
autoridades no han asumido. Al creer en alguna oportunidad la policía que
estaba sobre la pista buscada resultó que ‘encontró’ en poder de los acusados
ciertas armas que nunca poseyeron, incluso propaganda stalinista que les era
totalmente ajena”…, “De tal suerte la policía está haciendo lo posible para
confundir a la opinión pública en lo que concierne al antisemitismo, tratando
de echar sombra sobre el buen nombre de la D.A .I.A.” (La Luz ,17/12/1962).
“¿Qué interés tiene la policía en este juego dudoso,
tendiente a salvar el ‘prestigio’ del rótulo nazi-fascista en la Argentina …? (La Luz ,
17/IV/ 1964).
La fama “antisemita”
de la Policía
argentina también se comentó escandalosamente en el extranjero: “La policía se niega abiertamente –en los
hechos- a actuar a pesar de la amplia evidencia a su disposición. De tal suerte
ni una sola persona ha sido enjuiciada ni arrestada. Peor aún, los altos
funcionarios de la policía han ido tan lejos como para acusar a los judíos de
haber fabricado ellos mismos tales ataques; ni por asomo han intentado ocultar sus simpatías fascistas” (The
Jewish Chronicle, 19/VIII/1962).
Y Jacobo Blaustein,
presidente honorario del Comité Judío Norteamericano y representante
norteamericano en la
Asamblea General de las Naciones Unidas expresó en Los
Ángeles que “los nazis gozan una extraña inmunidad policial…” (La Prensa , 19/1/1962).
Las citas expuestas
son contundentes y variadas como para que no queden dudas del odio que impulsa
a esta turba sionista y bolchevique contra la Institución policial.
Odio que los impulsan contra todas las instituciones fundamentales de la Patria , principalmente la Iglesia y las Fuerzas
Armadas; contando son la indigna complicidad de los altos funcionarios
gubernamentales del Régimen, que prefieren hacer eco a las calumnias contra el
nacionalismo para no contrariar al sionismo.
Estos sionistas no
denuncian los defectos de la
Policía , pues atacando los excesos humanos en definitiva
defienden a la Institución. Es
a ésta misma a la que quieren transformar en el brazo armado del Régimen
liberal corrompido, en la encubridora de las fechorías políticas y financieras.
La calumnian cuando investiga sin ser coaccionada por el poder político; cuando
detiene a los delincuentes morales y financieros, y a los revolucionarios
marxistas; cuando actúa en defensa del orden interno del país amenazado por
teorías perversas y subversivas.+
Horacio Bonfiglioli.
Vinchina .1964.
Nota aclaratoria del blog, (2019): El presente artículo, complementa
al que ya he publicado: “La Iglesia antisemita”. Redactado durante el año 1964,
documenta las actividades sionistas en Argentina contra el catolicismo y contra
una de las Instituciones básicas: la Policía argentina; acusándolas de nazismo.
Así es como todos los argentinos, policías,
nacionalistas, curas, en un entrevero ridículo, resultamos nazis.
La mala fe que impulsaba a los sionistas en ese entonces está
fomentada en la actualidad con el cuento del “gatillo fácil”, y supuestos excesos
violentos. Estos pueden ejercerlos abiertamente los malvivientes; pero la
Policía debe cuidarse estrictamente de no maltratar a los “chicos”, ni siquiera
con palabras duras, que ofendan sus delicados orejitas. La Policía no debe
interferir en los reclamos de estos alegres muchachos de los “trapos rojos”,
pues inmediatamente los probos jueces, aliados con el periodismo y las
izquierdas, (¿y los sionistas?), alegarán que atentaron contra sus derechos
humanos. Y serán dados de baja.
Pero lamentablemente, si la Policía no actúa virilmente, y
la Justicia no sanciona, ni reprende ni castiga; aumentará la cantidad
imparable de delitos en la política y en la sociedad; que es lo que pretenden
los subversivos.
Las citas de las publicaciones judías que menciono,
editadas en esos años en nuestro país, prueban la intención pérfida de infamar
al catolicismo, identificando al
Nacionalismo católico y a la Policía federal argentina con el nazismo; de
tal forma que a los argentinos que luchaban en defensa de los valores
esenciales argentinos los calumniaban, tanto el periodismo como los políticos
cipayos, como nazis, y exigían que sean excluidos políticamente. El Gobierno y
de los líderes de la Iglesia católica (Vaticano II), complacientes con el
sionismo, como es costumbre, se lavaban las manos, manteniéndose en silencio, -y
el que calla otorga-, sin defender a los ofendidos.
Jamás el nacionalismo argentino insinuó agredir a los
judíos como tales, ni teórica ni prácticamente; ni siquiera para defenderse de
las insidias sionistas. Jamás el nacionalismo católico puede ser racista, como
ellos lo son, según se manifiesta abiertamente en Israel. En mi adolescencia
pertenecí a una de las organizaciones nacionalistas, y puedo entonces
atestiguar que jamás se propuso la intención de agredir físicamente a los
judíos.
Resulta. además, muy ofensivo vilipendiar acerbamente el
accionar de la Policía argentina; siendo indignante el silencio que guardan los
sionistas e izquierdistas, sin escandalizarse, y sin denunciar, las actitudes
brutales, racistas y asesinas de la Policía judía de Israel, semejante a la
nazi, contra las poblaciones palestinas.
Con esta infamia manifiestan
que no pretenden ser ecuánimes y razonables, y que el descrédito y las falsedades
que lanzan contra la Policía argentina, son motivadas por el espíritu demoledor
sionista contra las instituciones fundamentales y permanentes, y para
acrecentar su influencia en la política nacional.
Estos sionistas actuaban como dueños de casa, sin
respetar lo que nos identificaba como nación soberana. Decían actuar de acuerdo
a “los puros ideales del pueblo argentino”, lo que es falso, y lo contrario es
lo verdadero, pues los ideales que fundaron la nacionalidad argentina no son ni
judíos ni liberales ni comunistas, ni ecuménicos, sino católicos, federales e
hispánicos.+
Dice Tymieniecka: "En Persona y Acción se encuentran (Antes de Wojtyla hubo dos detentadores del Trono Pontificio de cuyo, itinerario previo, fijado por judíos no tenemos pruebas, salvo su mentalidad judaizante, es decir Roncalli y Montini. De la realción con este último, que también fue preceptor del cerdenal Wojtyla, hay también mucho que decir), sus principales políticas como Papa. Eran la razón por la que fui a Cracovia, la primera vez, la razón, por la cual podía ser el jefe de la cristiandad.
ResponderEliminarAquí hay que hacer un comentario. ¿En razón de qué una mujer sabía qué mentalidad tenía que tener el que fuera el próximo "jefe de la cristiandad"?.. ¿En razón de qué los judíos, en particular?.. ¿No acusa esto claramente la existencia de un plan, y la elección prevista con mucha seguridad de la persona considerada indicada?... La conclusión es: Juan Paulo II fue preparado desde mucho tiempo antes para consumarse en la mentalidad -que ya tenía por principio- propia para ser el (uno de ellos) que desde hace siglos querían poner en la Sede de San Pedro.
http://www.catolicosalerta.com.ar/papas-concilio/comentario-a-la-obra-su-santidad02.html