lunes, 24 de septiembre de 2018


¡¡4.500 menos!!!

¡La noticia es catastrófica! La amabilidad afectuosa de la runfla de liberales, marxistas, masones, progresistas, abortistas, social-demócratas, putos y lesbianas, y las bandas KK, etc., nos advirtieron alegremente que, por haber rechazado el aborto libre, laico y gratuito, se retiraron muy ofendidos de la Iglesia católica 4.500 bautizados.  Por nuestra culpa de católicos intransigente, por nuestra falta de caridad con las damas que no quieren ser mamas, pero que se solazan entusiastamente con la única manera indispensable para serlo, “con libreta a sin libreta”, como decían las abuelas. Por nuestra dureza de corazón, estos 4.500 católicos fervientes e íntegros, que viven intensamente el mandamiento de amar al prójimo, han renegado. Pero quién es el prójimo para ellos, ¿a qué prójimo aman preferentemente? Pues principalmente aman a las mascotitas, pues los bebes son muy molestos, y les quitan "libertad". Razón más que suficiente para abortarlos.

Esta humanitaria acusación me llevó a pensar en la cantidad de bautizados que ellos dicen que renegaron. Sabemos que la runfla mencionada tiene un concepto muy particular de las matemáticas; y que lo aplicaron en muchas circunstancias históricas. Pues consideran, con toda razón, que no siempre son iguales 2 y 2; pues en la vida hay valores que no pueden ser mensurables. Por ejemplo, no es lo mismo la melodía de un cuarteto de Mozart que la de una cumbia; aunque ésta sea muchísimo más escuchada y difundida; tan distinto como es el placer de un hambriento paladeando un simple trozo de pan, despreciado por un sibarita. 

Pero este equívoco matemático no autoriza a que, por razones políticas y sentimentales, se aumente, por ejemplo, la cifra de muertos políticos de 3 mil a 30 mil; como nos quieren hacer tragar. Y en el caso que nos ocupa tenemos nuestras dudas si los renegados en vez de 4.500 fueron realmente 450, o 4,50. Pero poca importancia tiene la cantidad de ellos, que no asusta a nadie. Lo verdaderamente aterrador es la cifra de miles y miles de católicos que se “pasan” diariamente, en Latinoamérica, a las sectas protestantes; gracias a la confusión desacralizadora impuesta por el Concilio Vaticano 2º; y propagada profusa y planificadamente por la TVBasura.

Pero este “aggiornamento” vaticanista no impidió que la Iglesia de siempre continúe imperturbable, sin transformarse en un partido político, que renunciaría, ocultaría o falsearía demagógicamente su Doctrina,  por 4.500 “votos”, o por 4 “votos” y medio, para adaptarla al gusto de los que quieren vivir los placeres del Mundo. Eso sí, cada tanto se sacude la higuera y caen ramas secas y frutos podridos. Entonces la Iglesia reza para que las ramas vuelvan a injertarse y milagrosamente  fructifiquen en la higuera.

Esta runfla está compuesta por ideas y personajes aparentemente muy diversas, pero que tienen características comunes, que las hacen intercambiables; pues tienen el mismo propósito: acabar con la moral católica. Por lo cual les cae sobre el lomo, a todos ellos, aunque de manera diversa, algunas o todas de las siguientes posturas perversas. Por ejemplo:

+Aquellos runfleros que se dicen católicos, seguramente fueron bautizados de pequeños, a espaldas del abuelo masón; y crecieron en un ambiente familiar ateo y comecuras… pero sólo paladean gustosos a los tradicionalistas.
+Por no emplear el sentido común y no encarar el problema del asesinato de bebes racional y amorosamente, pues ninguna razón valedera, ni corazón tan endurecido puede admitir crimen tan espantoso.
+Por no pensar y arrastrarse tras las corrientes de las ideologías de moda, que pretenden acabar con las familias, desechando el amor maternal.
+Por ignorar, quizá, que ciertos laboratorios multinacionales, incrementan sus ganancias manipulando fetos abortados; por lo cual promueven los abortos, desde el  “1º mundo progresista”.
+Por haber concebido al hijo tendidas en una cama, sin amor verdadero, malamente lo aceptarán.
+Por el extremo liberalismo que profesan, que las autoriza a disponer de su cuerpo como se les antoje; aún a costa del de su propio hijo.
+Por asemejarse a las brujas abortistas.
+Por obedecer al demonio, que quiere destruir al ser más indefenso, inocente y maravilloso de la Creación.
+ Por ser esclavas de Moloch, el ídolo devorador de niños, que en un tiempo fue también adorado por los judíos.



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