sábado, 13 de enero de 2018

¿Cuándo REINA LA JUSTICIA EN LA COMUNIDAD?
¿CUÁNDO REINÓ EN LA ARGENTINA?

Contesta J. Pieper en su libro: “Las Virtudes Fundamentales”, citando a Santo Tomás (Reg. Princ. 1.10):

“CUANDO TODOS LOS MIEMBROS DEL ESTADO TEMAN A LA LEY
COMO SE TEME A UN TIRANO”.

      Evidentemente la Justicia en nuestro país es una irrisión; pues los payasos que la manejan   tienen una comicidad que hace llorar ¿Quién la puede temer?  Sólo  aquellos sin recursos para aceitar la máquina burocrática.  El pueblo sospecha, con razón, y reclama castigo y devolución de lo  robado por los corruptos que detentaban el Poder.  Pero como vivimos en democracia nadie ni  oye al pueblo ni lo representa. Cuanto más se roba menos peligro de caer ante la Justicia. Los “próceres” liberales  rechazaron  los mandatos de  Cristo sobre la Justicia cristiana, y con Él ella se nos fue, y llegó la justicia pagana del liberalismo. Estamos como en la Inglaterra del siglo XVI, cuando con la rebelión de los ricos contra los pobres, se enriquecieron  alevosamente  los miembros del Paramento y los obispos protestantes anglicanos. Pero al hambriento que cazaba una liebre en la tierra de un noble se lo ahorcaba. La justicia inglesa tenía dos medidas. Y como somos un país muy civilizado, copiando y envidiando a nuestros amos  foráneos, los liberales también importaron las dos medidas; y entonces hoy día contemplamos absortos que descubren a uno que otro estafador como para cubrir apariencias, pero nadie devuelve lo robado.  Porque ningún corrupto teme a una Justicia tan corrupta como ellos.

       Pieper responde a continuación  la pregunta del título: ¿cuando hay justicia en el Estado?:

      “Solón contesta con una frase que reboza acierto: cuando el delincuente sea acusado y condenado por todos aquellos que no hayan sufrido daño con el mismo celo que el dañado, habrá justicia en la ciudad (Plutarco).  Ello quiere decir que el verdadero carácter del perjuicio significado por un delito no estriba tanto en la pérdida de hacienda, de salud o de vida, como la amenaza contra el orden de la convivencia, que a todos nos afecta por igual; cuando eso está en la conciencia de todos,  hay justicia en el estado.
      “Del espartano Quilón nos trasmite Diógenes Laercio varios y enjundiosos aforismos, como este que a continuación transcribimos: tres cosas hay que ofrecen singular dificultad, a saber: guardar un secreto, sobrellevar el ultraje de una injusticia y hacer buen empleo del tiempo de que disponemos para el ocio. A la cuestión del estado justo responde Quilón que éste se verá realizado cuando los ciudadanos atiendan mucho a las leyes y poco a los oradores.
      “Pitaco, que fue soberano en la ciudad de Mitilene, alude en su réplica a la forma de gobierno: la justicia se cumple en la “polis” cuando tan imposible llega a hacerse que gobiernen los malos como que no gobiernen los buenos…”.


      Además de la amenaza contra el orden de la convivencia, agrego que la injusticia instaurada en el Estado, impide realizar una política en orden a la grandeza nacional. Estas enseñanzas milenarias, actualísimas, deberían hacer reflexionar a los políticos demo-liberales, para que se dediquen a establecer el Bien Común, en el caso muy improbable que realmente tuvieran amor a la Patria, más que a ellos mismos, y temor a la Justicia; impedirían así que gobiernen los malos, o sea ellos, pero sí los buenos, a los que habría que buscar con lupa.+ 

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