domingo, 10 de diciembre de 2017

Huroneando en Diciembre 2017
+ Macri fue elegido Presidente por reducida diferencia de votos, respecto al segundo, como para que no se enaltezca demasiado;  y no fue votado tanto   por las utópicas promesas habituales de los candidatos, rito “democrático”,  en el que él se esmeró,  sino para acabar con la ignominiosa estafa KK, metiendo en galera a los ladrones y rescatando el dinero robado a la Nación. El pueblo estaba asqueado por tanta corrupción y lo sigue estando.  Los argentinos que aún mantienen su fe en la “democracia” liberal, lo votaron anhelando la vigencia del orden político y una justicia eficiente y honesta, que investigue y sancione la corrupción. Pero prometió y no cumplió, lo que también es habitual; decepcionó totalmente, amparado en su cómoda y despreocupada ideología liberal de los “tres poderes”.
+ El caso Macri documenta una de las trampas de la “democracia” partidocrática. A él lo votaron para que gobierne plenamente, en orden, en paz, en dignidad y en justicia. Pero él gobierna parcialmente, delegando el gobierno de la Justicia a personajes que nadie votó, desconocidos, que hacen y deshacen a ‘piacere’. Personajes que en muchos casos fueron designados por la mafia KK, y que permanecen en sus puestos. Estos “jueces” están infiltrados, no fueron elegidos, sino más bien repudiados por el “soberano”. No representan los intereses del pueblo votante y menos aún los de la Nación; que pocas veces coinciden.
+ Un gobierno para ser legítimo debe prioritariamente mantener el orden y respetar la realidad social. El orden social existe cuando reina la justicia en la sociedad. Por lo cual, el de Macri es un gobierno ilegítimo; pues se desentiende de ejercer sus funciones ejecutivas, que incluyen, al menos, la supervisión de las legislativas y judiciales, y deja en manos de jueces de sospechosa integridad la administración de la justicia. Así es como el desorden campea en todos los ámbitos: droga, delincuencia, política exterior, siendo, por lo dicho, incapaz de refrenarlo. El pueblo no sobornado ni subvencionado, unánimemente sigue pidiendo  castigo para los estafadores y devolución de lo robado. Lentamente, como a regañadientes, se continúan descubriendo mojarritas, pero los tiburones voraces siguen en libertad. Y en cualquier momento se auto-exilan, al uso unitario, invocando los “derechos humanos”, salvaguardia de los delincuentes.
+ Desde el Vaticano, luego de la desgraciada política de Juan Pablo II, y actualmente con el paroxismo del Papa que, en otra muestra de sus intenciones disolventes llevará a la familia de Maldonado a Roma para sacarse unas fotos de propaganda, y de paso cañazo, alentar la subversión contra nuestra Patria, debe considerársele un apátrida, en la línea del unitarismo liberal.  Junto a él, los Obispos burócratas ecumenistas, lo son también, pues sostienen una ideología falsa que prima sobre el amor debido a la Patria. Y para que no queden dudas de este desvergonzado vuelco al mundo, se les agregan los traidores por antonomasia, los marxistas de todo pelaje; los expuestos y los disimulados. Todos ecuménicamente amontonados contra la Patria.
+ Leí en la TVB que el hundimiento del submarino ARA San Juan es el mayor percance ocurrido a buques de la Armada. Evidentemente para tener cabida en la TVB es necesario decir cualquier falsedad con intenciones políticas subversivas, mientras demuela la verdad. En este caso olvidar, por odio a la guerra de las Malvinas, que un grupo de argentinos enfrentaron heroicamente a los ingleses, con armamento técnicamente inferior; un pecado imperdonable para las logias filo-inglesas, que obliga a olvidar que los ingleses, con el apoyo logístico yanqui, hundieron el Crucero General Belgrano. Este hundimiento, por las circunstancias que lo rodearon –alianza de Inglaterra, Chile y USA, contra nuestra Patria- es verdaderamente el sacrificio más emblemático en la historia naval argentina; y un hecho bélico que nos llena de orgullo.
+ Chile en Malvinas aliada al imperialismo; agazapada atropellando las fronteras para ratear territorio argentino; y ahora con la invasión “mapuche”. Siempre Chile, los vecinos indeseables. Para comprender el problema de los aborígenes es necesario meditar el libro del Padre Castellani (“Las Muertes del Padre Metri”, cap. “El degüello de San Antonio”, Dictio, pg. 209), donde  presenta dos soluciones extremas e inapropiadas:  la del Comandante de la guarnición, que pretendía mantener el orden a sangre y fuego, si fuera necesario, y la del misionero que enseñaba la verdadera doctrina de que todos somos iguales ante Dios; pero engañosa si se la pretende aplicar en la vida social,  pues daría lugar a un igualitarismo impracticable políticamente, alentando  pretensiones absurdas,  desconocedoras de  las jerarquías naturales. Ninguna de estas soluciones es apropiada ni correcta; y terminaron trágicamente.  La única viable y práctica la empleó don Juan Manuel de Rosas, en su famosa Campaña al Desierto, asimilando a los aborígenes que buenamente aceptaban su ofrecimiento, tanto era su prestigio entre ellos, integrándolos a la Nación; socialmente, formando familias argentinas pobladoras de la pampa, y políticamente, respetando la Soberanía argentina y luchando al lado de las tropas nacionales contra los malones chilenos.
+ ¡Cornudos! El esposo que no cuida, defiende, protege, respeta y ama a su esposa con el mismo amor del primer flechazo, y no le reconoce su casi divina personalidad femenina de madre y esposa; más aún si no considera que tanta belleza femenina es un don mayor del que él merece, pues de una fiel esposa recibimos bienes invalorables; entonces, a ese marido desamorado deberían brotarle en la frente unos hermosos cuernos bien ramificados. Porque a una señora no se la abandona ni se la descuida. Análogamente, gracias a mis sueños de hurón mortificado y avergonzado de escuchar a los altos personajes debatiendo si a nuestra Argentina, hermosa Dulcinea, se la puede desproteger, entregando la Patagonia entera inerme a la voracidad de cualquiera que la pretenda y la viole, me convencí ¡que son cornudos políticos! ¡No olvidemos que somos deudores de nuestra esposa y de nuestra Patria! ¡Y por sobre todo de Dios! Ya había vaticinado el Padre Meinvielle, varias décadas atrás, que nuestra Patagonia sería ocupada por el imperialismo judeo-calvinista; sin que la muchachada vividora que gobernaba el Régimen inicuo se haya dado por enterado, disponiendo su defensa. Tal cual acontece hoy con los actuales cornudos políticos.
+ El argumento que usan esos “cornudos” políticos  para desmantelar a las  Fuerzas Armadas es que mantenerlas bien equipadas cuestan mucho dinero. Es lo mismo, siguiendo la analogía anterior, del marido que no mantiene a su esposa como corresponde, haciéndola vivir en la miseria, porque dice que no tiene dinero para gastar en ella; entonces es fácil que ella se encandile con el que la trata dignamente. Por lo mismo, la Patagonia es una “señora” muy importante, que necesita cariño, cuidado y atención, y si el Régimen la tiene abandonada como a tantas otras zonas del país, en cualquier momento, y por la misma mezquina razón económica, se la llevarán, abandonando su casa. ¡Ante el desinterés del marido! ¡Y la vergüenza argentina ante los pueblos libres del mundo!
+ ¡Qué diferencia abismal con la política federal, pueblo y gobiernos sacrificándose al unísono para mantener la integridad soberana! Porque a la gente normal, si un gobernante   le ofrece un plan esforzado por un bien heroico se entusiasma y adhiere fervorosamente. Pero estos nuevos judas unitarios son cornudos de alma; como los anteriores. Como el apóstol traidor que se lamentaba porque desparramaban dinero sobre Nuestro Señor; o cuando la avaricia y mezquindad protestante, reprochan las obras de arte, de valor incalculable, que conserva, y conservará el Vaticano, hasta el fin de la Historia. Dios mediante. Para mayor gloria de Dios y de su Iglesia. Argentina, por eso mismo, necesita rearmar y revalorar la institución fundamental de la Patria, dotándola con el mejor armamento posible, con el esfuerzo y el sacrificio de todos los bien nacidos. Y que los trapos rojos continúen protestando.
+ Recibí unas graciosas fotos de parlamentarios durmiendo en los mullidos sillones de las Cámaras, mientras se desarrollaba algún erudito y trascendental debate. Graciosas si no fuera porque duele al patriotismo de los argentinos el desinterés, la apatía, la ignorancia de estos personajes. Pero, gracias al diálogo ecuménico, no todos los ciudadanos  piensan igual, pues algunos están de parabienes ante el hecho, considerando que sus eminencias son beneméritos del país, pues lo que realmente  sucedió es que  se estaban  tomando un par de horitas de sueño reparador luego de horas y horas, días y días agotadores, elaborando desinteresadamente las doctrinas políticas más egregias para bien del país. Otros ciudadanos no son tan optimistas y aseguran que duermen la incapacidad, el desinterés y la abulia de los parásitos e incapaces, y que cuando despiertan sólo piensan cómo evadir los chanchullos que cometen. Yo tengo una versión personal: creo que son beneméritos de la Patria, y coincido con los señores optimistas, pero sólo mientras duermen en los sillones, único momento en que no perjudican al país.
+ Recuerdo que el padre Castellani comentaba que en su estadía en París vivía en la   misma pensión que el famoso y promocionado por los Papas vaticanistas, padre del neo-modernismo, Telar de Chardin ; quien vivía elevado a una fama inefable de santidad; absorbido tan por encima de las costumbres sociales, que cuando se enfrentaban en la escalera de la pensión jamás se dignó devolverle el saludo al humilde cura chaqueño ¡Faltaba más! Nada de fanfarronería francesa, ni tampoco soberbia por ser el niño mimado del Vati-2; no debe usted considerarlo así, más bien debe tener en cuenta que esos neo-santazos  llevan una vida incomprensible para los pobres pecadores, con  normas de santidad  muy extrañas. Tanto es así que don Telar, según noticias fidedignas, tenía unas cuantas discípulas con las que platicaba filosóficamente en la cama. Allí se gestaron, a no dudarlo, sus sofisticadas teorías teológicas; mientras se solazaba con las hembras.  Lo hacía, según explicaba, para dar mayor gloria a Dios. Se lee en Catapulta.com.ar.: “cada amor por una mujer es por Dios, con Dios, y en última instancia debe converger en Dios. Su amor por cada mujer fue una relación “a tres términos: el hombre, la mujer y Dios”.

+ ¡Qué magnífico ejemplo de mortificación daba este neo-santazo, digno anacoreta! ¡Qué machazo! También Kung, otro “prócer” del neo-modernismo, en su momento, lo imitó, y no sería raro que también a él lo eleven a los altares. Pero ninguno se compara con los santazos yanquis.  Las magnitudes en la USA son inconmensurables; siempre las mayores del mundo. Por lo cual, el caso de don Telar me recordó los de Joe Smith y B. Young, los patriarcas mormones, que también ellos sacrificaron sus vidas en medio de harenes, con decenas de vírgenes y casadas, indistintamente, para mayor gloria de Jehová, apabullando  la mezquina potencia sexual (léase neo-santidad) de don Telar. 

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