ARTE
4ª CLASE. DICTADA POR EL PADRE FRAY MARIO JOSÉ PETIT DE MURAT.
El arte tiene una realidad propia, no es una repetición
de la naturaleza. Es otra realidad. Tiene raíz en la naturaleza, amistad, pero
no es mimetismo (repetición).
La belleza es soberana, trascendental, la plenitud del ser
dando ser. Cuando la cosa está henchida del ser que debe tener, es bella porque
resplandece con tal intensidad que la inteligencia se queda boba, “por ella es
ella”, cualidad exclusiva de belleza. Cuando una cosa está bien informada con
su esencia, es bella y está cumpliendo con su misión. La rosa es rosa y es
ella.
Cada cosa es un infinito relativo. Es bella cuando esa
esencia está echando chispas, irradiando la luz de la esencia. El misterio es
una luz simplicísima, oscura para el razonamiento pero no para la inteligencia.
Todo, cuando es bello es luz. Deja de ser bella cuando se va asemejando a algo
que no es ella. La belleza está en la esencia que ha dominado la materia, que
se irradia.
El hombre dispone de sustancias, esencias, para poder
aplicarlas en la materia. Por la inteligencia puede adquirir todas las cosas.
La perfección “árbol” no está en porción la materia que es el árbol. El árbol
llega a existir de manera preeminente en mí. La perfección “árbol” es absorbida
por mi inteligencia. Yo poseo el misterio del astro, y de la tierra y del mar,
la frescura virginal que tienen. La tierra no sabe de las bellezas que
encierra. El naranjo no existe para sí.
Soy yo quien gusta del naranjo. Dios lo creó para conversar conmigo y tanto nos
amó que colocó bellezas imprevistas en los rincones más imprevistos: en el
fondo del mar, en el caracol, en el átomo, que está tan perfectamente
constituido como un sistema planetario. El hombre dispone de esencias y las
puede aplicar haciendo belleza.
*
La materia al tener cuantidad no puede tener TODA
perfección, y por eso se dan muchas esencias para que cada una tenga una
perfección. Cuanto más mediocre es el artista tiene más multiplicidad. Hay una idea que viene a ser la suprema del
mundo sensible: el hombre. Es tan rica que se despliega en toda su variedad:
piedra, vegetales, animales, hombre.
El conocimiento humano extrae las ideas de las materias y
las hace suyas (por análisis o
síntesis). Cuando el conocimiento es más simple hay menos ideas y más profundas
–a mayor análisis, viene luego mayor síntesis. La síntesis además de ser
perfección tan rica puede arrebatar a las cosas las ideas de Dios, hacerlas
suyas, creándolas (especie expresa, o
verbo mental o idea).
Toda idea humana necesita encarnarse. Ahí está perfectamente
ubicado el arte.
*
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario